¿Antes del golpe hubo fraude?

Mediateca 28 de junio de 2023 Por Agustín Courtoisie
De aquellos polvos vinieron estos lodos. Un libro publicado hace catorce años ha mostrado muchas evidencias y argumentos sugerentes de que en las elecciones de 1971 a Wilson Ferreira Aldunate le robaron las elecciones. Mientras las conmemoraciones de los 50 años del golpe criminal del 27 de junio de 1973 cantan loas a la democracia liberal y el cuidado de las instituciones, hay elementos para pensar que ellas no funcionaban tan bien como las idealizamos a la distancia.
Tapa-libro-de-Daniel-Corbo

En 2009 se dio a conocer Cómo hacer presidente un candidato sin votos de Daniel Corbo. Esta sólida investigación sobre la política uruguaya de los años sesenta y setenta tomó temperatura en su momento a partir de una preocupación que ya ha perdido actualidad: mientras algunos ciudadanos juntaban firmas a favor de la reelección del presidente Tabaré Vázquez, otros recordaban la experiencia histórica que supuso el fallido intento reeleccionista de Jorge Pacheco Areco casi cuarenta años antes. Memoria trágica especialmente para amplios sectores del Partido Nacional, pero también para la inmensa mayoría de los ciudadanos uruguayos. 

El equívoco triunfo de Juan María Bordaberry en 1971 y sobre todo las denuncias de fraude electoral que habrían perjudicado directamente al líder nacionalista Wilson Ferreira Aldunate, son el eje del libro Cómo hacer presidente a un candidato sin votos. Pero la riqueza de la obra no se agota allí. Por el uso de “documentación hasta ahora no considerada” en el tema del posible fraude, tanto como por la puntillosa reconstrucción histórica y la expresiva panorámica del mapa político de aquellos años, se trata de un libro imprescindible para incorporar al anaquel de los mejores sobre la historia reciente. 

Contexto histórico 

Por ejemplo, la obra dedica sendos capítulos a cada una de las propuestas de los partidos tradicionales y del emergente Frente Amplio, plenos de detalles que alguien debía rescatar de forma erudita y a la vez sintética, no abrumadora. Basta recorrer las páginas dedicadas al programa del Partido Nacional en 1971, “Nuestro compromiso con usted”, y a lo que significaba Wilson Ferreira Aldunate por entonces -que proponía la nacionalización de la banca, la estatización del comercio exterior y la reforma agraria- para comprender las opciones que estaban disponibles para las mayorías ciudadanas y qué chances únicas se perdieron en medio de aquella lamentable polarización política. 

El autor de Cómo hacer presidente… es Daniel J. Corbo Longueira (Montevideo, 1954) licenciado en Historia (Udelar) y ex diputado por el Partido Nacional. Corbo actuó como presidente del Consejo de Educación Secundaria y secretario general del Consejo Directivo Central de ANEP hasta el año 2005. Entre otras de sus obras figuran El plebiscito constitucional de 1980, La educación como práctica de la libertad y Libertad de enseñanza o monopolio de Estado. 

Según Corbo, después de las elecciones y durante diciembre de 1971 y enero de 1972, los delegados partidarios denunciaron la desaparición de urnas, el encuentro accidental de sobres, papeletas y documentación proveniente de mesas electorales, el hallazgo de “urnas de boca abierta” por la rotura del lacre, una entrada oculta sin sellar en el Cilindro Municipal donde se almacenaban las urnas, la existencia de circuitos con más votos que votantes y personas fallecidas que figuraban como votantes, entre muchas otras irregularidades. 

Al parecer todo se prestaba para un conteo erróneo de las listas de votación, porque había que sufragar por dos propuestas electorales a la vez: 1) por la reelección (candidato a la presidencia: Pacheco Areco), y 2) por el régimen vigente (candidato a la presidencia: Juan María Bordaberry). Ello tornaba muy probable que se computara dos veces un mismo voto en favor del Partido Colorado. Hasta el diseño gráfico de las hojas facilitaba la confusión. 

Por si fuera poco, Cómo hacer presidente… realiza un minucioso relato del contencioso planteado entre el Ministerio del Interior de Pacheco Areco y el Partido Nacional, y de las solicitudes de recuentos, anulaciones previas, la acusación de “fraude”, hasta llegar a la sentencia de la Corte Electoral en la cual no se hacía lugar al recurso del Partido Nacional de anulación parcial de las elecciones, recurso que no llevó adelante el Dr. Aparicio Méndez como suele sostenerse, según lo documenta el autor. 

Sobre el final del libro, Daniel Corbo afirma que de su investigación surgen “muchos indicios que apuntan a la posible existencia de una maniobra de fraude y un cúmulo tal de anomalías y apartamientos de los principios constitucionales y legales, esto sí probados sin controversia, que permiten afirmar, sin la menor duda, que en las elecciones de 1971 fueron afectados los mecanismos garantistas de la pureza y verdad del sufragio, encuadrando la situación en las causales determinantes de la anulación de las elecciones”. 

Las dudas persisten. No todos los testigos de la época coinciden con la descripción y las conclusiones que brinda Corbo. Pero los datos esgrimidos por el autor son, por decirlo con elegancia, muy descorazonadores, pues pone en duda la pureza en los escrutinios, y no deja bien parada a la Corte Electoral de la época respecto a su imparcialidad. 

Nixon y la intervención brasileña

No es tan persuasiva, aunque podría serlo ante nuevas evidencias, la apelación de Corbo a las genéricas afirmaciones del ex presidente de los Estados Unidos Richard Nixon sobre una presunta intervención del Brasil, desde el punto de vista de la manipulación de las elecciones uruguayas. Los fragmentos de archivos desclasificados en 2002 y transcriptos en la página 286, en realidad no explican si el intento de “ayuda” en la política interna uruguaya se debió a un apoyo logístico concreto o bien, por ejemplo, a la propagación intencionada de rumores acerca de “tanques en la frontera” como se decía en la época en alusión al “plan de las 30 horas” según el cual Brasil podía invadir y controlar todo el Uruguay en ese lapso para neutralizar un posible triunfo de la izquierda. Eso habría constituido, por cierto, un factor de presión sobre la ciudadanía, pero supondría otra categoría de intervención indebida, muy diferente a la adulteración del tipo de “circuitos con más votos que votantes”. Corbo incluye en la página 291 la dirección para encontrar en Internet la desclasificación de documentos de la administración Nixon, por si alguien decide examinarlos y formarse su propia opinión. 

En suma, y más allá de orígenes partidarios o de los inevitables sesgos políticos en trabajos de esta naturaleza, Cómo hacer presidente… es mucho más que una investigación rebosante de nuevas fuentes y documentos sobre el posible "fraude" del 71, o una organización significativa de datos que ya se conocían con anterioridad. Se trata, en realidad, de una de las reconstrucciones históricas más cuidadas y valientes sobre aquel triste período de la historia política del Uruguay.


REFERENCIAS

Cómo hacer presidente a un candidato sin votos. Las elecciones protestadas de 1971 y la operación reeleccionista, de Daniel J. Corbo Longueira. Editorial Planeta, Montevideo, 2009. Este artículo fue publicado originalmente con el título “Dudas razonables” en El País Cultural el viernes 27/11/2009,  Montevideo, Uruguay. Se reproduce aquí con mínimos ajustes.

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