Setenta y tres años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

Columnas 10 de diciembre de 2021 Por Jorge Barrera
Sobre finales de 1948, después de varios meses de discusión se proclamada la referida Declaración por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, en su Resolución 217 A (III), “como un ideal común para todos los pueblos y naciones”.
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Foto: Amnistía Internacional

Antes de eso, a principios de 1945, algunos países que habían participado en el conflicto se reunieron en San Francisco para crear un organismo internacional que actualizara a la fallida Sociedad de Naciones. Fue así que el 26 de junio de 1945, 50 países firmaron la carta de creación de las Naciones Unidas

La segunda guerra mundial había desnudado la incapacidad de la racionalidad técnica para resolver los problemas de la humanidad, es más, mostró como sin un andamiaje ético detrás, se corría el riesgo de caer en las mayores barbaridades contra la especie humana.

Esa guerra trajo consigo, de forma aún más grave que la primera, la devastación general: países destruidos, economía mundial arruinada, cientos de miles de refugiados y sesenta millones de muertos. La mayoría, a diferencia de la Primera Guerra, eran civiles, entre ellos seis millones de judíos desaparecidos en campos de exterminio.

Las terribles imágenes de los campos de concentración, junto con los Juicios de Núremberg, sacaron a la luz las atrocidades cometidas durante el conflicto y propiciaron un sentimiento general acerca de la necesidad de un cambio en el rumbo que el mundo había tomado.

“La lucha por lograr el reconocimiento de los DDHH ha sido ardua y compleja, el siglo veinte vio, como, al tiempo que la ciencia y la técnica obtenía logros no soñados, los sistemas políticos más bárbaros, lograban imponerse en las naciones que se consideraban más civilizadas. Las barbaridades más cruentas tuvieron al nazismo como protagonistas y Auschwitz se convirtió en el símbolo de las mayores atrocidades” (Barrera 2021)

Después de la tormenta esta declaración, como el sol que vuelve a asomar, despertó un atisbo de esperanza.

En el preámbulo se decía:“Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias.”

Debieron transcurrir ciento setenta y dos años desde la declaración de la independencia de los Estados Unidos, y ciento sesenta y nueve de la Declaración de los Derechos del Hombre francesa en 1789, pero sobre todo, fue necesario el derrumbe del pensamiento hegemónico y una profunda transformación de la sociedad.

La declaración expresa un enorme esfuerzo por conciliar las diversas fuentes del pensamiento: jusnaturalistas y contractualistas, creyentes y no creyentes, liberales y comunitaristas; fueron capaces de enunciar principios comunes y fundamentales, capaces de asegurar una vida en armonía, mas allá de las diferencias ideológicas.

“Los derechos humanos son una construcción histórica, fruto de las luchas sociales por el reconocimiento de las condiciones de la dignidad humana que deben ser garantizadas para todas las personas y frente al horror de las atrocidades cometidas en diferentes momentos de la historia de la humanidad. Por tanto, son una parte de la cultura que debemos valorar, proteger y defender en su cumplimiento, para ofrecer a las nuevas generaciones y garantizar su perduración a través de ellas.”(Plan nacional de derechos humanos, 2017).

La aprobación de la declaración de 1948, no puede ser vista como el final de un proceso, sino como el inicio de un nuevo camino en busca de la paz, la justicia y las igualdades universales, basado en el reconocimiento de los derechos inherentes del otro. El cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se nos presenta hoy como un acto de profunda empatía y la única vía para garantizar la dignidad humana.

“Los Derechos Humanos son un cuerpo dinámico, después de la declaración del 48, han surgido nuevas generaciones de derechos admitidos por la comunidad de naciones, éstos expresan un conjunto de valores compartidos que avanzan en el sentido de la emancipación de los hombres y la profundización de la democracia.” (Barrera 2020)

Hablar de Derechos Humanos nos evoca a Felipe Michelini.

No puedo dejar de mencionar en este artículo los aportes realizados por Felipe Michelini a la vigencia de los derechos humanos no sólo en nuestro Pais, sino también, a nivel internacional.

“Felipe Michelini dedicó veinte años de su vida a la implementación del Estatuto de Roma y al fortalecimiento de la justicia penal internacional. En un primer momento, a través de la diplomacia parlamentaria, junto con la organización Parlamentarios para la Acción Global. Su incansable labor fue clave en la ratificación del Estatuto de Roma en la región, y el resultado es claro. Desde 2009 todos los países sudamericanos son parte del Estatuto. Felipe fue también uno de los principales impulsores de la Ley 18.026, aprobada en 2006. Uruguay pasó a ser el primer país latinoamericano en contar con una ley de implementación del Estatuto de Roma. Esta ley reformó el Código Penal para incluir los crímenes internacionales reconocidos en el Estatuto (genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crimen de agresión), estableció la obligación de Uruguay de juzgar estos crímenes, así como su imprescriptibilidad. La ley fue utilizada como modelo en países dentro y fuera de la región.” (Banfi Vique, 2021)

Felipe Michelini ejerció ininterrumpidamente la docencia en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, en la asignatura de derechos humanos, sus estudiantes recuerdan sus clases por su claridad y compromiso.  Participó de numerosas conferencias dentro y fuera del país,  publicó en diversos formatos asuntos vinculados al derecho de las personas; Basta recordar el Estatuto de Roma, la Corte Penal Internacional y el Fondo Fiduciario en Beneficio de las Víctimas. Su incansable trabajo para develar el pasado reciente, la búsqueda permanente de verdad y memoria, su militancia a favor de la justicia e impunidad; su sensibilidad frente a migrantes y movilidad humana, integró en forma honoraria el Grupo de Trabajo por Verdad y Justicia, ejerciendo como Coordinador del mismo, al igual que coordino la Cátedra UNESCO de Derechos Humanos de la Universidad de la República. También presidió honorariamente el Consejo de Dirección del Fondo Fiduciario de la Corte Penal Internacional en Beneficio de las Víctimas.

Tuve el honor de que visitara mis clases de Educación en Derechos Humanos, en el IFD de San José y en el IFD de Trinidad, compartimos juntos el panel en el seminario organizado por ISODE sobre la situación de niños y adolescentes migrantes.

Nos conocimos luchando juntos en la misma trinchera política, en favor de la justicia y la igualdad. Su presencia física se extraña, porque Felipe es uno de esos imprescindibles. Con su prudencia y humildad, siempre estaba señalando el camino certero.

El lema para este año 2021 del Día de los Derechos Humanos es “la Igualdad”, que hace referencia al primer artículo de la Declaración Universal y que se encuentra en la misma línea de los postulados de la Agenda 2030 con la perspectiva de la ONU de “no dejar a nadie atrás” (igualdad, inclusión y no discriminación). Una de sus aspiraciones más sentida.

Quiero terminar con una breve reflexión personal. En un tiempo en el que los derechos están retrocediendo en nuestro país, esperemos que esta conmemoración no sea un simple acto protocolar, sino que busquemos, las alternativas para construir más igualdad, más justicia y podamos retomar la senda que nunca debimos dejar.

Bibliografía

Anep, 2017 Plan Nacional de Derechos Humanos SNEP.pdf (anep.edu.uy)

Banfi Vique, Analía. Felipe Michelini: los derechos humanos como forma de vida | la diaria | Uruguay

Barrera, Jorge. Los Derechos Humanos son un cuerpo dinámico (mediomundo.uy)

Barrera, Jorge. La importancia de incorporar los Derechos Humanos en la ley de Educación (mediomundo.uy)

 

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