Trescientos años del nacimiento de Immanuel Kant. Primera entrega

Columnas 31 de marzo de 2024 Por Jorge Barrera
Este año se cumplen trescientos años del nacimiento de Kant símbolo del proyecto ilustrado de la modernidad. Este primer artículo pretende enmarcar el tema sobre el que investigaremos este año con motivo del aniversario.
Immanuel-Kant

Immanuel Kant nació en Königsberg, lo que ahora es Kaliningrado, Rusia, el 22 de abril de 1724. Fue el cuarto de nueve hijos de Johann Georg Kant, un fabricante de arneses, y Anna Regina Kant. Más tarde en su vida, Immanuel cambió la ortografía de su nombre a Kantto para adherirse a las prácticas de ortografía alemanas. Ambos padres eran devotos seguidores del pietismo, una rama de la Iglesia Luterana del siglo XVIII. Al ver el potencial en el joven, un pastor local organizó la educación del joven Kant. Mientras estaba en la escuela, Kant ganó un profundo aprecio por los clásicos latinos.

La modernidad filosófica comienza con Descartes, el gran aporte del filósofo de La Haye de Touraine, fue la jerarquización del yo. A partir del planteo cartesiano es el pensamiento propio, la evidencia lograda personalmente, quien fundamenta la búsqueda de la verdad y el conocimiento. Este planteo es revolucionario, ya no se trata de lo que diga ni la tradición filosófica, ni el dogma religioso, es el propio yo y su pensamiento el que conduce racionalmente al estudioso en su camino hacia el saber. Ya en el primer filosofo moderno estaba, avant la letre, el “sapere aude” lema que informa el famoso artículo kantiano: ¿qué es a ilustración? donde desarrollaría con mucha claridad estos principios.

Pero, volvamos sobre Descartes, éste al referirse al discurso del método lo considera una obra autobiográfica y más que pretender indicar el camino para llegar al conocimiento, expresó que lo que intenta era mostrar el camino seguido por él mismo. Es decir es un trabajo en el que el filósofo se atreve a pensar con sus propias ideas, desechando toda la tradición anterior. E invita al resto de los pensadores a seguir ese mismo camino, el de la independencia intelectual.

“Más cuando hube pasado varios años estudiando en el libro del mundo y tratando de adquirir alguna experiencia, me resolví un día a estudiar también en mí mismo y a emplear todas las fuerzas de mi ingenio en la elección de la senda que debía seguir; lo cual me salió mucho mejor, según creo, que si no me hubiese nunca alejado de mi tierra y de mis libros” (Descartes, 2010)

Descartes nació en 1596, tuvieron que pasar ciento veintiocho años para que naciera Kant, quien  tomó la antorcha de la ilustración. De cualquier modo,  en ese tiempo se desarrollaron grandes progresos en la filosofía, como por ejemplo el desarrollo del empirismo en Inglaterra: Locke, Berkeley y Hume hicieron aportes fundamentales en ese sentido. “La modernidad, desde Descartes en adelante,  utilizó los argumentos escépticos, como recurso metódico, para demostrar la posibilidad del conocimiento. Hume, en cambio,  lleva el empirismo hasta una conclusión radical: la experiencia no puede fundar la plena validez del conocimiento. De ese modo arremete contra todo dogmatismo, concluyendo que el conocimiento, encerrado en sus límites, no es cierto, sino solamente probable. La posición de Hume renueva, así, en el espíritu del empirismo creando el probabilismo académico. La importancia del pensamiento de este filósofo quedó inmortalizada en la famosa expresión de Kant: “Leyendo a Hume, me desperté de mi sueño dogmático”.” (Barrera, 2023).  El  pensamiento de David Hume, con los elementos escépticos alimentó la desconfianza en la tradición. El camino para el pensamiento Kantiano, estaba preparado.

El pensamiento kantiano aborda todos los temas de su época, realizando aportes muy originales tanto en filosofía teórica como en la filosofía práctica

En ”la crítica de la razón pura” postula las bases del criticismo, una posición epistemológica que sintetiza los aportes del racionalismo y del empirismo. El ser humano no tiene un contacto con el ser en sí, el conocimiento es una construcción donde nosotros ponemos las categorías a priori del entendimiento y la experiencia  nos aporta los que nos falta. Igual que la abeja que elabora la miel, se construye el conocimiento.

Pero se necesitan ambos elementos para construir el conocimiento humano. “Los pensamientos sin contenidos son vacíos; las intuiciones sin conceptos son ciegas.” Por ello es tan necesario hacer sensibles los conceptos (es decir, añadirles el objeto de la intuición) como hacer inteligibles las intuiciones (es decir, someterlas a conceptos).

Pero no solo en materia de conocimiento teórico Kant realiza una verdadera revolución, también en la filosofía práctica, postulando una moral universal.  Esta, necesariamente debería ser formal, para eludir los particularismos. Su moral se funda en la buena voluntad, el ser humano se enfrenta a un imperativo ético categórico: “Obra siempre de tal modo que la máxima de tu obrar se convierta en ley universal de la naturaleza”. La moral kantiana privilegia la intención sobre las consecuencias. El bien se identifica con la buena intención y este es el resultado de la ley moral que tenemos interiorizada.

“Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes cuanto más reiterada y persistentemente se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado que está sobre mí y la ley moral que hay en mí.” 

Par terminar este primer artículo voy a recordar algunos aspectos de su vida que lo hacen un sujeto particular y pintoresco.

“Kant era muy puntilloso con sus obligaciones, su rígida educación le impulsaban a cuidar todos los detalles, pasaba largas horas leyendo en la biblioteca y llevaba una vida muy rutinaria. Se cuenta que en su pueblo todos conocían la característica de su vida. Todos los días, como si fueran ritos, repetía las mismas acciones. Se levantaba a la misma hora, comía  al misma hora, leía a la misma hora. Quedó para la historia que los vecinos de Konigsberg medían el tiempo  del día por las rutinas del filósofo. Se inmortalizó la frase: “son las cinco, pasa Kant”.

Dice la leyenda que el único día en que Kant se retrasó en su paseo fue cuando recibió por correo El Emilio de Rousseau. Al margen de la veracidad  de esta anécdota, da cuenta de la influencia ejercida por Rousseau que fue calificado por el mismo Kant como el “Newton de la moral”” (Barrera. 2023)

Bibliografía

Barrera, Jorge, (2022), Descartes, la búsqueda del método (mediomundo.uy)

Barrera, Jorge, (2022). https://mediomundo.uy/contenido/5746/john-locke-el-padre-del-liberalismo-politico-y-el-fundador-del-empirismo

Barrera, Jorge, (2022). https://mediomundo.uy/contenido / 5759/george-berkeley-ser-es-ser-percibido

Barrera, Jorge, (2022). David Hume: la culminación del "Empirismo inglés" (mediomundo.uy)

Barrera. J. (2023). KANT (mediomundo.uy)

Descartes, René. (2010).  El discurso del Método. Austral. Espasa Calpe. Madrid, España.

Kant, Immanuel (1977). Crítica de la razón práctica. Losada, Buenos Aires

Kant, Immanuel (2003). Crítica de la razón Pura. Losada, Buenos Aires

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