Argentina: ¿Mercado de órganos?

Opinión 03 de noviembre de 2023 Por Medio Mundo
¿Mercado de órganos o venta de órganos? ¿No es todo lo mismo?
Victor-Moriyama
Foto: Victor Moriyama

Argentina, Argentina otra vez. La política argentina vuelve a ser centro de atención en la región y quizás en el mundo. Esta vez, por una controversial propuesta que sugiere la creación de un "mercado de órganos". Quien la planteó fue el candidato a la segunda vuelta Javier Milei, líder del partido La Libertad Avanza (LLA), ya hace tiempo, cuando su candidatura era vista como algo exótico y casi que pasó desaperciba; o no tuvo la envergadura que tiene hoy, frente a otras propuestas hechas en aquel tiempo por el propio candidato, como la dolarización de la economía o terminar lisa y llana con la mitad de los ministerios. Ante tanto desvarío, este era uno más. 

Aquel Milei exótico, fue el candidato más votado en las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), y fue el segundo candidato en las elecciones nacionales del 22 de octubre pasado. Compite ahora con el candidato oficialista Sergio Massa, para la segunda vuelta del 19 de noviembre próximo. Entonces, todos los archivos de prensa toman importancia. 

¿Qué ocurrió para que aquella idea excéntrica, mercado de órganos, ocupara los titulares de los principales medios de hoy con tanta fuerza en Argentina y no en aquel tiempo? Simple. El llamado efecto Macri. El ex presidente de Argentina (2015 al 2019) una vez derrotada su opción, la de Patricia Bullrich, hizo que se abrazara decididamente a Milei y redujo, o lo obligó a reducir, todas las excentricidades (¿locuras?) económicas. ¿Por qué? Para que el candidato de ultra derecha pudiera tener un atisbo de posibilidades de ganar en la segunda vuelta. Por ello Macri, impuso a economistas “tradicionales” o de la “casta” y así  se tranquilizaron en algo los mercados.  Ocurrido ello, saltaron a la luz, todas aquellas propuestas excéntricas o locas, ultra libérales, sin ningún rigor técnico como la del mercado de órganos.

Y cuando uno habla de mercado, enseguida salta la idea de una feria donde todo se vende y todo se compra. No solo fruta y verduras, ropas y electrodomésticos, también animales para su consumo e incluso animales excéntricos. En ese mercado, ahora también, podría haber una oferta de órganos, con funcionarios de diferentes clínicas, donde le expliquen a los necesitados de órganos, porque su hospital ofrece mejores garantías de éxito, o mejores órganos ya que son de personas sanas, en los trasplantes a contratar y cuanto sale dicha transacción. Parece de broma, pero no lo es.

Nadie hablaría de esta propuesta, si el efecto Macri no hubiera existido. Se estaría hablando de la economía, de la dolarización, de la inflación y del crecimiento. Pero frente a tal borrón y cuenta nueva, ordenado por Macri, trayendo la antigua “casta”, muy profesional, por cierto, para encausar los temas económicos por la senda de la “sensatez”, aparecen y florecen de los archivos todas aquellas cosas por las cuales Milei es Milei. Y Milei es anti Estado, y según él, cuando se mete el Estado todo lo estropea.

Solución: dejemos que todo lo regule el mercado, incluido los órganos, y San se acabó. En el mercado todo se vende y todo se compra. Si una persona tiene dos riñones, puede desprenderse de uno, venderlo, por unos muchos (más bien pocos) pesos o dólares y vivir con un riñón menos, si así esa persona lo desea. Para Javier Milei es simple.

Entonces la polémica estalló y fue un bumerán para Milei. Ahora no afirma enfáticamente lo que afirmaba antes, da evasivas, y no quiere que le recuerden su otro perfil. Pero ante la pregunta si él cree que se deben o no vender órganos, muy a pesar suyo, le sale el Milei que tiene adentro y pregunta “¿por qué no? Si el estado lo hace peor.” 

Su eventual canciller, Diana Mondino, en su defensa, ha reafirmado esta postura del “mercado de órganos” pero diciendo que “no es venta de órganos”, contradiciendo esa primera ley de la sabiduría popular que, si un animal tiene cola de gato, cabeza de gato y cuerpo de gato, es un gato.

Bueno, Diana Mondino afirma que en el mercado de órganos no se venden los órganos, y como si fuera una maestra que no entiende porque sus alumnos no aprenden la lección, explica que hay una gran diferencia entre "mercado de órganos" y "venta de órganos". Según ella, el mercado de órganos se refiere a un sistema donde, si alguien necesita un órgano y no tiene un donante compatible cercano, podría encontrar variantes a través de una cadena de compatibilidades.

La propuesta fue discutida en un programa televisivo argentino, donde Mondino intentó aclarar la diferencia, hasta ahora no entendible, entre “mercado” y “venta” de órganos.Su justificación se basa en el trabajo del economista Alvin Roth, quien en 2012 fue reconocido por un algoritmo que facilita las donaciones cruzadas de riñones en Estados Unidos. Independiente que esta propuesta ha sido vista con escepticismo por muchos en Argentina. (Incluido el padre de Justina Lo Cane, una adolescente que falleció esperando un trasplante de corazón) .

El economista Alvin Roth nunca habló de mercado de órganos, sino de donaciones cruzadas o donaciones en cadena. Todas hechas el mismo día y en el mismo hospital. Y si un donante está enfermo o se echa para atrás, entonces no se realiza ninguna de las cirugías. Son donaciones, con vínculo familiar de por medio, que supera la barrera de la incompatibilidad biológica. No hay dinero de por medio, no hay mercado ni hay venta. ¿Por qué Milei o Mondino no hablaron de donaciones cruzadas o donaciones en cadena? ¿Por qué cambio la palabra “donación” por el término “mercado”? Por la simple razón que en el mercado participa el dinero. Hay una transacción de bien o servicio y un pago acorde a ello. Y si hay dinero entonces no es una donación.

Diana Mondino, sintiéndose acorralada también mencionó, de manera confusa, un caso hipotético donde una madre podría haber donado el corazón de su hija fallecida a través de este "mercado", sugiriendo que podría haber beneficiado a Justina. Estas declaraciones han sido rechazadas por el padre de la joven, quien defiende la Ley Justina, que lleva el nombre en honor a su hija, como una solución efectiva al problema de los trasplantes en Argentina. Esta establece que todos los mayores de 18 años son donantes presuntos, a menos que indiquen lo contrario.

La polémica está planteada en toda la Argentina sobre el mercado de órganos y ahora que los temas económicos bajan en intensidad, ya que de ganar Javier Milei las elecciones del 19 de noviembre próximo, los que estarían a cargo de la misma economía, serian gente de la “casta”, puestos por Macri. Estos temas de principios, que tocan sentimientos profundos, tanto éticos, morales, religiosos y de igualdad, toman mucha más intensidad. 

Mientras tanto Sergio Massa guarda silencio. Sabe que el tiempo juega a favor de su propuesta, no exenta de riesgos. Pero los argentinos tendrán que elegir entre una figura con larga trayectoria de dialogo, articulador político y busca de consensos y por otro lado un hombre excéntrico, lleno de ideas locas y generador de enormes incertidumbres. 

Para todos los latinoamericanos, sorprendidos por esta polémica del mercado de órganos, más que nunca recuerdan el estribillo de la famosa canción que crearon los británicos, Tim Rice y Andrew Lloyd Weber, en homenaje a Evita y que, con mucho sentimiento, entona: No llores por mí Argentina; Mi alma está contigo; Mi vida entera te la dedico; No te alejes, te necesito…

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