Elecciones Nacionales

Lo prometido es deuda. Les dijimos que íbamos a hablar sobre los resultados de las elecciones nacionales de los últimos 35 años del Frente Amplio. Y aquí van. Recordar que el Frente Amplio no creció en 20 años y que siempre que llegó al gobierno le fue mal electoralmente es un “sapo difícil de tragar”. Por eso hay que mostrar muy bien los datos, aunque sean muchos.

18/11/2025 José Ramos
Figura (1)

Si anda con poco tiempo no siga leyendo, deje para más tarde o mañana o pasado mañana. El artículo tiene bastantes números, pero solo están puestos para que usted los pueda verificar y no diga después que todo está basado en datos “sacados de la manga”.

Por algo les decíamos en el artículo anterior: “va a ser conveniente leerlo cómodamente sentados, con la espalda apoyada sobre un respaldo bien firme” y nos faltó decir: … “y con tiempo”.

Presentación de los resultados de los períodos electorales 

Y vamos a entrar en forma directa con los datos, porque de escuchar “versos” han de estar aburridos.

Empezamos mostrando los 7 períodos electorales desde 1989 hasta 2024. En cada presentación se registran los votos obtenidos por el FA, el total de habilitados para votar y el porcentaje obtenido por el FA.

Tabla 01

 En este primer período, 1989 – 1994, la adhesión electoral al Frente Amplio creció más de 8 puntos porcentuales.

Tabla 02   

En el período 1994 – 1999, crecimos algo más de 9 puntos porcentuales en la aceptación al Frente Amplio.

Tabla 03


 Entre las elecciones de 1999 y las del 2004 creció la proporción de frenteamplistas en un 9,4%.

Tabla 04


 Pero en el período 2004 – 2009, el entusiasmo por el Frente Amplio disminuyó un 2,1%.

Tabla 05


 Desde la elección del 2009 hasta la del 2014 presentamos un crecimiento del 0,16%, es decir que crecimos la sexta parte de un 1%. Eso significa aumentar 16 votantes por cada 10.000 que ya nos habían votado.

Tabla 06

En el período 2014 – 2019, tuvimos una pérdida del 8,1% en la proporción de frenteamplistas a nivel de todo el país

Tabla 07


 Y más reciente, desde el 2019 hasta el 2024 presentamos un crecimiento de algo más del 4% en la adhesión al Frente Amplio.

Para facilitar el análisis vamos a resumir los datos en una gráfica y después comentaremos.

Grafico 01


 Lo que surge a primera vista es que desde las elecciones de 1989 hasta las elecciones del 2004 el Frente Amplio creció.

En el período 2004-2009 disminuyó la proporción de frenteamplistas entre los habilitados para votar.

El color de la gráfica no es ingenuo: al verde se lo asocia como “color esperanza” y al rojo lo asociamos como “peligro” y el naranja un color a medio camino entre crecimiento y caída.

Desde el 2009 al 2014 hay un leve crecimiento menor al 1% y en el período 2014 al 2019 se produce un descenso de algo más del 8%.

Esos son los números crudos, los datos en frío.

Si este es el “texto” ¿en qué contexto se dan?

El color verde, que indica crecimiento, se dio en los períodos en los cuales el Frente Amplio fue oposición antes del 2004. Y eso se repitió, en grandes términos, en el período que fue desde 2019 hasta el 2024 donde nuevamente no estuvimos en el gobierno.

El Frente Amplio creció cuando fue oposición. En cambio, cuando fue gobierno descendió en dos períodos y en otro se mantuvo a flote: 2,1%, 8,1% y 0,16%.

Vamos a poner los datos ya vistos con otra gráfica y los presentamos en números crudos, sin porcentaje ni nada.

La línea naranja muestra el número de habilitados para votar en cada una de las elecciones y la línea azul muestra los votos obtenidos por el Frente Amplio en cada elección.

 Grafico 02

La aproximación, cercanía de la línea azul a la línea naranja indica que hay una mayor proporción de votos al Frente Amplio en esa elección.

Nos hace acordar a la gráfica del poder de compra durante el gobierno de la “colorinche coalición”, aquel tan mentado “salario real” como dirían los economistas.

La línea azul sería la plata que nos entra y la línea naranja el costo de las cosas que tenemos que comprar. Cuanto más se acerquen, más se junten, significa que nos va mejor, ya sean pesos o votos. Cuando se alejan nos muestran un panorama complicado.

Hasta ahora hemos visto que el panorama electoral no viene “pintando” lindo.

Profundizando el análisis

Vamos a entrar en los números sobre crecimiento y descenso de los votos del Frente Amplio a lo largo de estos 35 años analizados.

Muchas veces, cuando comentábamos sobre los resultados que mostraban un descenso en el número de votos que recibía el Frente Amplio nos decían: “eran votos prestados”. No negamos, pero parece que, cuando vinieron a buscar los “prestados” no sólo se los llevaron, sino que además se llevaron algunos miles de votos de los que creíamos que eran nuestros.

Es una muestra que no los tratamos muy bien y que tampoco aprovechamos la oportunidad para llegarles en forma directa, para mostrarles nuestro pensamiento, para convencerlos. Electoralmente, se fueron sin pena ni gloria,

En la elección del 2019 tuvimos la misma proporción de frenteamplistas que en la elección de 1999, en el entorno del 35%.  Hablando en crudo no se movió, electoralmente, la aguja frenteamplista.

Y cuando volvimos a ser oposición, en el período 2019 al 2024, volvimos a repuntar y crecimos un 4,14%.

Cuando los gobiernos frenteamplistas florecieron el Frente Amplio se fue marchitando.

Pero el análisis no termina ahí. Veamos cómo nos fue en los períodos que crecimos.

 Tabla 08     

Antes de ser gobierno crecimos en todos y en cada uno de los períodos en el entorno del 9%. En cambio, después de ser gobierno, en el período pasado, el crecimiento fue menor a la mitad: un 4 y algo por ciento.

No sabemos si se ha ido perdiendo el entusiasmo por el Frente Amplio, si son secuelas de haber sido gobierno o que el “prestamista de votos” ya no nos tiene confianza y tiene miedo que se queden con nosotros o no le están sobrando más votantes para prestar. Necesita conservar a sus más fieles seguidores para seguir existiendo.

Mientras, ¿quiénes gobernaban?

Los números vienen mostrando que, en los períodos de gobierno frenteamplista, al Frente Amplio, fuerza política, no le fue bien. Gobernar y crecer no fueron buenos amigos.

Pero eso es el “desgaste del poder” nos decían. Exactamente siempre hay un desgaste por ejercer el gobierno y ahí está el nudo del problema. Eso es lo que nos complica, nos ensombrece el futuro. Si a la ausencia de mayorías parlamentarias en este período le sumamos el desgaste por gobernar… mal futuro le esperaría al pueblo uruguayo.

El desgaste del Frente Amplio ocurrió con gobiernos nacionales frenteamplistas y también cuando gobernamos las intendencias, ya sea en zona Metropolitana como en el Uruguay de+ Adentro. (1)

Y si el problema se da con diferentes gobiernos nacionales frenteamplistas y con diferentes intendencias frenteamplistas el problema, mal que nos guste, muy probablemente ha de estar en el Frente Amplio.

De chico nos enseñaban que, si teníamos problemas con “varios”, el problema no estaba en “varios” sino en nosotros. Lo mismo lo aplicamos para el Frente Amplio: ¿el problema será exclusivamente de los gobernantes, de los gobiernos nacionales y/o de los gobiernos de las intendencias?

Bien y ¿el futuro?

Todo esto es ya conocido dirán ustedes y tienen razón. Pero lo usamos como base para mirar el futuro.

La situación es conocida por todos. Hoy, en 2025, somos gobierno, pero no tenemos mayorías parlamentarias.

Un gran programa de gobierno sin mayorías parlamentarias solamente se aplica “diluido”, “aguado”, “pasado por agua”. Por más que se grite y se grite, la realidad no cambia, no podemos llevar adelante lo que nos habíamos propuesto. El que negocia por necesidad cede por obligación dice un conocido dicho en política.

Un gran programa de gobierno sin mayorías parlamentarias queda transformado en una linda pancarta para mirar y aplaudir, nada más.

¿Qué pasó en la elección de octubre de 2024?

Mostraremos los votos que obtuvo el Frente Amplio, los votos a los lemas, el porcentaje de esos votos que consiguió el Frente Amplio para la adjudicación de bancas a senadores y diputados.

Recordemos que las bancas se reparten según los votos válidos a los lemas.

La diferencia entre habilitados para votar y votos a los lemas está en los votos en blanco, votos anulados y los que no fueron a votar.

En la elección de octubre del 2024 el Frente Amplio obtuvo 1.071.000 y los votos válidos a los lemas fueron de 2.324.000.

Tabla 09  

Logramos el 46% de los votos válidos a los lemas y por eso no obtuvimos las mayorías parlamentarias.

Vamos a mostrar, solamente a título de ejemplo, los datos del 2014, que fue la última elección en la cual obtuvimos mayorías parlamentarias. Recuerdan que obtuvimos 50 diputado/as y 15 senadore/as, lo justo.

En esa elección obtuvimos el 49,45% de los votos a los lemas. Quizás se obtendrían mayorías parlamentarias con algunos decimales menos, no somos expertos en el tema. Pero este es un dato verificable, aunque no parece que nos hayan sobrado muchos votos…

Tabla 10 

¿Qué se nos viene?

Utilizamos esos resultados para mirar el pasado y proyectarnos para el futuro.

Primero vamos a “calcular” cuántos votos nos “faltaron” para obtener las mayorías parlamentarias en el 2024. Es un ejercicio mental para mirar lo que pasó y que sirve para ver lo que se nos viene.

Si a los votos a los lemas que se registraron en el 2024 le “aplicamos” el porcentaje que obtuvo el Frente Amplio en el 2014, nos mostraría el número de votos con el cual hubiéramos obtenido las mayorías parlamentarias.

Tabla 11 (1)


 ¿Y cuánto nos faltaron?

       Tabla 12 

 Nos faltaron algo más de 77.000 votos para obtener las mayorías parlamentarias. Eso es pasado, no se obtuvieron.

Pero nos sirve como base para ver lo que se viene…

 Pensando en el 2029…

Ya vimos que nos faltaron 77.000 y pico de votos. Para el 2029, con el crecimiento del padrón electoral, vamos a necesitar ese número de votos y algo más.

Hablamos que serán necesarios más de 80.000 votantes nuevos, por lo menos, partiendo de la base de no perder ningún voto de los que conseguimos en octubre del 2024.

Pero hay buenas noticias. En el balotaje del 2024, la fórmula frenteamplista obtuvo 140.000 votos más que los votos que obtuvo el Frente Amplio en octubre de ese año.

 Tabla 13

Esos 140.000 votantes nuevos, en noviembre hicieron algo diferente a lo que habían hecho en octubre. Quiere decir que ya movieron un pie para acercarse al Frente Amplio, ya superaron por una vez “el miedo” a cambiar. Les falta mover el otro pie y votarnos en octubre del 2029.

Necesitamos 80.000 nuevos votos y ya hay 140.000 que dieron el primer paso para acercarse al Frente Amplio votando a nuestra fórmula presidencial en el balotaje.

Hasta acá todo muy lindo, pero ¿quién los va a buscar?

 ¿Quién los va a buscar?

Repasemos la historia de los últimos años 10 años.

Tabla 14 

Entre octubre del 2014 y octubre del 2019, más de 1.800 días, el Frente Amplio perdió por el camino 185.000 votos. Se “borraban” más de 100 votantes por día. (2)

Tabla 15


 En cambio, en 27 días, las bases cuando salieron a hacer lo que saben hacer muy bien (las y los militantes de comités y las/os adherentes) consiguieron más de 202.000 votos, algo así como 7.500 votantes por día.

Esa historia no tiene dos lecturas. Son datos de la realidad. No es necesario ir a buscar explicaciones en libros publicados en 1800, ni en Cuadernos escritos en el 1900, ni en PDF del 2000. Basta mirar la historia del Frente Amplio del siglo 21.

Las bases ya dimos examen en el balotaje del 2019: prueba superada. No sólo se recuperaron los votos que a la dirigencia se les escapó, sino que se consiguieron más votantes.

A los dos años del balotaje del 2019, el 5 de diciembre de 2021, más de 129.700 adherentes del Frente Amplio fuimos a votar en las elecciones partidarias para elegir presidencia nacional y de cada una de las departamentales. Les llamamos los “frentistas de fierro” porque para ir a votar por un mejor Frente Amplio después del mazazo de octubre del 2019 había que ser guapo o guapa. El análisis electoral de esa elección, número y proporción de votantes por departamento, lo publicamos en un artículo de diciembre del 2021. (3)

Los adherentes somos una fuerza distribuida a lo largo y a lo ancho del país, estamos presentes en todos los departamentos. Con ganas y con posibilidades de hacer muchas cosas por el Frente Amplio, “…una gota con ser poco con otra se hace aguacero…” dice una conocida canción.

Queremos y podemos hacer mucho por el Frente Amplio… si nos tienen en cuenta. Y si no nos tienen en cuenta… también podemos y hacemos mucho por el Frente Amplio, pero con menos fortalezas, con más incertidumbres.

El artículo 28 del Estatuto del Frente Amplio dice: “Los Comités de Base se integran con todos los adherentes de una misma zona, especialmente determinada…”. Sin adherentes no hay comités de base, clarito.

En el documento de Balance y Autocrítica del año 2021 hay tres menciones a los y las “adherentes” en las 48 páginas del documento:

  • página 16. “… mostraba dificultades crecientes para convocar o entusiasmar a nuestros propios militantes y adherentes como había ocurrido en ocasiones anteriores”. 

  • página 23. “… proliferación de listas con compañeros/as que en muchos casos no participan de la estructura y tampoco son adherentes de los comités de base…”

  • página 43. “… se convoca a las y los adherentes de todo el país a participar en la elección de las nuevas autoridades del Frente Amplio el próximo 5 de diciembre”.

Eso es lo que dice el documento de Balance y Autocrítica. Más bien diríamos, balance y autocrítica sobre el tema “adherente” bastante pobre para no usar otro calificativo. Son una mención los dos primeros y una invitación a votar el tercero. Eso es todo.

El estatuto del Frente Amplio dice que a los Comité de Base les compete, entre otras cosas, explicar y defender la acción del Frente Amplio, según el artículo 31.

¿Y qué podemos hacer los adherentes cuando tenemos dudas con respecto a las informaciones que nos llega desde arriba, desde la dirigencia? ¿Con quién podemos confrontar, dialogar para aclararlas?

Se necesita poder dialogar, compartir nuestra opinión con alguien del Comité, con alguien que esté más “empapado” en los temas políticos, se necesita tener una o un referente entre la militancia.

¿Y qué vamos a hacer?

Esto no es nada nuevo. No estamos inventando el agujero del mate.

En 1971, en nuestro comité, la visita a cada adherente era una actividad programada y controlada. Cuando un/a compañero/a de la militancia no podía hacer las visitas, otro u otra lo sustituía. El encuentro mensual con el o la adherente no solo es una acción política, sino que es un reconocimiento al adherente del comité.

Nuestra última discusión en el comité de base en el año 1973, antes de cerrar las puertas del local físico, fue cómo mantener en las mejores condiciones de seguridad posible la lista de adherentes con todos sus datos identificatorios.

Los adherentes eran y son fundamentales para la existencia de un comité de base y sin comité de base no hay Frente Amplio.

En la época de los 90 también era una realidad la visita mensual a los adherentes. El presidente del Frente Amplio dijo en una nota periodística, hablando sobre su militancia en el comité, que cada militante tenía que visitar mensualmente a los adherentes de una o dos manzanas.

La nota periodística está en la web, vale la pena escucharla y como siempre es interesante, conveniente y productivo leer y escuchar al compañero presidente. Y el Frente Amplio crecía y crecía por aquella época.

La función de la visita era establecer un vínculo de confianza con el/la adherente, llevarle información (en aquella época era formato papel), dialogar sobre política, cobrar la cuota mensual. 

Cada vez que el o la adherente iba al Comité tenía un referente con quien comunicarse, con quien establecer un vínculo persona a persona.

Solo así, los y las adherentes podremos difundir mejor la línea política, explicar y defender la acción del Frente Amplio porque estaríamos más capacitados.  Somos agentes multiplicadores del Frente Amplio.

Que quede claro: los gobernantes se dirigen a todo el pueblo uruguayo: frenteamplista y no frenteamplista. El mensaje específico frenteamplista nos debe llegar por la dirigencia del Frente Amplio, además de todo lo ella tenga que aportar a la población en general.

Dijimos que hay que llegar a los 140.000 votantes que ya se arrimaron al Frente Amplio votando la fórmula en el balotaje del 2024 y que hay que conseguir por lo menos 80.000 votos más.

De los 129.000 “frentistas de fierro” (12.000 a 15.000 militantes de comité y los más de 115.000 adherentes), ¿qué conjunto de compañeros tienen más posibilidades reales de tiempo, de contacto social, de estar más cerca de esos 140.000 nuevos votantes del balotaje:

  • los 12.000 a 15.000 militantes de los comités de base, o
  • los más de 115.000 adherentes que no concurren al comité de base?

No son contrapuestos. Son complementarios. Tienen un perfil y un accionar diferente, por eso se complementan.

Surge inmediatamente la gran duda: ¿cuándo, en qué momento, los y las militantes de los comités de base van a poder establecer contacto con los adherentes si ya están trabajando, militando “al mango” y no tienen más tiempo: reunión de esto, reunión de aquello, además de su vida familiar, trabajo y/o estudio, etc.

Una “fuerza electoral” de 129.700 adherentes (a los cuales les llamamos “frentistas de fierro”) no puede ser dejada de lado. No puede “ser desperdiciada” como fuerza para una campaña electoral. Hay que alimentarla políticamente.

Sin formación ni información política no hay futuro. Después no nos asustemos si aparecen “los Bolsonaro”, “Cabildo Abierto en el 2019”, “los Milei”, etc. Les estaríamos dejando un campo fértil para su accionar si no actuamos.

De poco y nada sirve escribir autocríticas cuando el rumbo ya está torcido y se podrían haber hecho las cosas a tiempo, sabiendo que íbamos mal.

Atención: en el 2021 fuimos 129.700 “frentistas de fierro”. Para las elecciones partidarias del 2026 seremos más de 150.000, sin lugar a dudas.

¿Cómo lo podremos hacer?

Y acá viene el gran problema a resolver.

Más dedicación no se le puede pedir a la militancia de los comités. Es tiempo de acción de la dirigencia. No nos olvidemos que hay 35 (sí, treinta y cinco) sectores dentro del Frente Amplio, según dice nuestra web. Y ahora se han estado juntado firmas para el ingreso de otro grupo…  Cartón lleno: “tres docenas” de sectores políticos. Dirigentes… no faltarían, según dicen los números.

En nuestro comité en el año 71 estaban “los bolches”, “la corriente”, “los latas”, “los pedecé” y “los independientes”, nada más. Todos íbamos a trabajar por el crecimiento del Frente Amplio. Nadie iba a pescar en esa pecera y el Frente Amplio, en ese tiempo, crecía y crecía.

Para que la militancia pueda establecer conexión persona a persona con las y los adherentes seguramente será necesario disminuir, cortar con el “reunionismo” que tanto tiempo ocupa y que en la práctica resta tiempo para cumplir con la función de difundir el programa, la línea política, explicar la acción del Frente Amplio, conseguir más adherentes, etc. Esto es simplemente una propuesta.

El “reunionismo” es improductivo, cansa y aleja a la gente de los comités. Será necesario que la dirigencia asuma nuevos roles, deje de pedirle muchas cosas a los comités y así darle oxígeno a la militancia.

Dentro de lo nuevo que tendrá que hacer la dirigencia será actuar en todo el país, militar fuera de los períodos electorales. Es una forma de militancia no muy desarrollada por la dirigencia en los últimos tiempos.

Hablamos de militar: ir cuando no se va a cosechar votos y solamente se va a sembrar confianza, a escuchar problemas y a recibir “cachetadas”.

Así como no estamos de acuerdo con que la dirigencia, en su enorme mayoría montevideana, no vaya al interior del país, tampoco compartimos que la dirigencia de las capitales departamentales  no vaya a todas las localidades del interior de  su departamento.

Ir solamente en período electoral cuando hay probabilidad de conseguir votos para el Senado, para quedar en puerta para un cargo en un ministerio o de confianza, no es visto con buenos ojos por parte de  los y las frenteamplistas comunes y corrientes que la “reman” día a día y año a año en su entorno social.

Tenemos claro que “es una locura hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes” como dice una frase popular.

Quedan menos de 1500 días para la próxima elección y hay que hacer algo distinto, muy distinto porque está complicado el futuro.

El crecimiento del Frente Amplio no es de total responsabilidad de los y las compañera/os del Poder Ejecutivo y Legislativo. La fuerza política tiene que cargarlo sobre sus hombros.

Que no ocurra lo que pasó en los primeros 15 años de gobierno frenteamplista cuando la fuerza política quedó paralizada y electoralmente nos vinimos abajo.

Queremos volver al Frente Amplio del 71 adaptado al mundo del siglo 21.

No hablamos de introducir cambios programáticos ni ideológicos.

El problema es grande y el Frente Amplio necesita un gran cambio sustentable en el tiempo. Hoy estamos en el gobierno y sin mayorías parlamentarias.

Si a los votos que tenemos le restamos los votos que se nos van por el “desgaste” del ejercicio del gobierno y le restamos “la devolución de los prestados” mal futuro le espera al pueblo uruguayo después del 2029 si no hacemos algo diferente.

No sabemos cuál es la mejor solución. Solamente hacemos un aporte.

Hay un millón de uruguayos y uruguayas en situación de vulnerabilidad social, económica, laboral y generacional, que nos miran a través de la ventana con la nariz pegada contra el vidrio.


REFERENCIA

1. En 8 Departamentales. Agosto 2025.
https://mediomundo.uy/contenido/6727/en-8-departamentales

2. Aquellas cifras todavía pueden decir algo. Setiembre 2021.
https://mediomundo.uy/contenido/4707/aquellas-cifras-todavia-quieren-decir-algo

3. La coalición multicolor y los frentistas de fierro. Diciembre 2021.
https://mediomundo.uy/contenido/5067/la-coalicion-multicolor-y-los-frentistas-de-fierro

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José Ramos. veterano, frenteamplista desde 1971, no sectorizado, del interior. 
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