La memoria pudo más

Mediateca 12 de junio de 2023 Por Agustín Courtoisie
Ante el medio siglo del golpe criminal del 27 de junio de 1973 y sus horrores previos y posteriores, nada mejor que revisitar el relato de Nicolás Mederos junto a las ilustraciones de Federico Gallardo: La carta de un ausente.* Publicado en 2021 y una segunda edición en 2022, la lectura fluye, duele y a la vez genera esperanzas. Justo en estos días en que las excavaciones del Batallón 14 también las alientan.
Tapa-La-carta-de-un-ausente

“Ha sido un laburo hermosamente intenso el del libro. Vos me preguntás esto de cómo surgió la idea. En realidad surgió para el concurso literario de 2020 que sacó SINTEP, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación Privada, que llamó a homenajear a Mario Benedetti e Idea Vilariño, por los cien años de ambos”, responde Nicolás Mederos ante mis interrogantes.

Continúa Nicolás:

“Viendo que no había nada por parte de las autoridades oficiales, me pareció hermoso plasmar en una narrativa algo que les rindiera homenaje. En ese momento estaba pensando por dónde llevarla, y justo coincidió que Manini Ríos en el Parlamento, reivindicaba a los torturadores, a los llamados por él ‘presos políticos’ de Domingo Arena. Honestamente me movilizó mucho. Era la primera vez que en el Parlamento veíamos, atónitos y sin poder dar una respuesta clara por la situación de la pandemia, un avasallamiento como ése”.   

“Así que digamos que el proyecto, el cuento, nace como una contraofensiva también, de poder reivindicar desde otros lenguajes. Con una perspectiva vinculada a las juventudes, pero también con la sensibilidad de las infancias, poder abordar desde otros lugares la discusión del golpe de Estado. Eso es lo que generó la idea”.

Nicolás es uruguayo y su relato ensambla realidad y ficción porque sintetiza muchas cosas que podrían haberle pasado a muchas familias. La letra manuscrita de la carta ensobrada al final la hizo un colombiano. La ilustración es de un argentino. El proyecto del libro se presentó en el Teatro Por la Identidad de La Plata, edición 2022, y se llegaron a tejer redes con las Abuelas de Plaza de Mayo. 

Tuvieron un vínculo con el Club Gimnasia y Esgrima de La Plata y su área de DDHH. Hoy ya se está dialogando con Chile, para poder presentarlo en Santiago, Valparaíso y en la región de Los Lagos. Sin olvidar jamás el interior del Uruguay.  

El libro posee un hermano audiovisual en YouTube, producido por Kajamarca y realizado por Colectivo Catalejo, cuyo link puede encontrarse en las referencias**. Las lecturas estuvieron a cargo de un elenco integrado por Mariano Solarich, Nuria Fló, Camila Vives, Gabriela Iribarren, Roberto Suárez, Gabriel Calderón, Walter Rey y Gloria Demasi. Es imperdible también. Y similar por lo breve.

En cuanto al relato, de escritura despojada pero de constante carga emotiva, comienza con este párrafo formidable (que de paso rinde homenaje a los escritores de la convocatoria, Mario e Idea):

“Mario era mi abuelo. O lo es. La verdad, no es algo que tenga muy claro. Mi abuela Atenea me dijo que él no se fue, que a él se lo llevaron y que donde sea que esté, seguro nos extraña mucho. Y lo sepa o no, nosotros a él también. Idea, que ahora es una niña tan sólo de seis años, le contaba este secreto a su querida maestra de primer año de escuela, Mabel” (p. 13).

Después de esas primeras líneas no pude parar de leerlo. Al terminar el libro, le pregunté al autor si todas estas páginas, que recuerdan fragmentos de muchas otras  historias que conocimos, las escribió pensando en cierto caso concreto. Me responde Nicolás:

“No. No es un caso concreto. Pero sí es una historia que teje mil anécdotas o detalles reales que fui ensamblando  para llegar, dentro de la historia, al momento cúlmine del relato, para mí, que es la carta de Mario”.

Y explica:

“La narrativa en ese sentido no es inocente en su razón de ser: busca generar desde sus recursos la empatía, necesaria para mí, de dimensionar en la sensibilidad (y ya no solo en lo teórico y racional) la consigna ‘todos somos familiares’...”.

Para finalizar con una recomendación entusiasta, las ilustraciones de  La carta de un ausente son estupendas: el color oscuro, verde musgo, de las fuerzas del terrorismo de Estado, empuñando armas contra una familia, se alterna con los tonos pastel, propios de ciertas pinturas decorativas. Dados sus contenidos, por contraste, despiertan con fuerza la memoria: una mascota de juguete, manos consoladoras con pocillos de café a los lados, el mapamundi del exilio, los puños bajo la pancarta “Nunca más”.   

Treinta y ocho páginas para despertar la memoria de otra manera, con una ficción que logra condensar mil historias de verdad.


REFERENCIAS

* La carta de un ausente  (libro). Nicolás Mederos Turubich (textos) y Federico Gallardo Gierez (ilustraciones). Primera edición: 2021. Segunda edición 2022. Montevideo: Tradinco. 

** La carta de un ausente (audiovisual):  https://www.youtube.com/watch?v=ppb8PKHw1WU 

Produce: Kajamarca. Realización audiovisual: Colectivo Catalejo. Apoyan: Institución Nacional de DDHH, Madres y Familiares, Crysol, Sitios de Memoria UY, Sala Camacuá, AEBU.


Para solicitar ejemplares: +598 99 534 760
Instagram: @apuuniversos, @fedegallardo.arte 


 

Te puede interesar

La Semana en Medio Mundo

Suscríbete al Boletín SEMANAL

Te puede interesar