Hipocresía Multicolor: la falsa empatía al desnudo

Editoriales 10 de enero de 2021 Por Medio Mundo
Las apariciones del Presidente Lacalle Pou disfrutando de sus vacaciones no son un hecho casual. Desnudan una realidad que se viene intentando disimular.
Lacalle Pou Rocha

La Sociedad del Espectáculo

El filósofo francés Guy Debord argumenta en su mundialmente célebre La Sociedad del Espectáculo, que la historia de las relaciones sociales puede llegar a entenderse como “la declinación de ser en tener, y de tener en simplemente parecer”. 

En esa simple frase, se representa con absoluta fidelidad la sociedad de consumo actual, devenida en un conjunto de apariencias como elementos fundamentales para la aceptación social. Y para el Gobierno no ha pasado desapercibido ese detalle.

En efecto, se ha empeñado, constantemente, en que sus principales figuras comparezcan en los medios con rostros distendidos, caras sonrientes, bien predispuestos a responder todas las preguntas, transmitiendo mucha preocupación y teñido de un pretendido compromiso social, para conectar con la audiencia.

Pero eso no han sido más que apariencias. Mientras la situación estaba bajo un relativo control, todo iba bien, con niveles de aceptación importantes bien aprovechados, que prepararon el terreno para votar una Ley de Urgente Consideración que recorta derechos, y un presupuesto que suprime recursos en áreas sensibles, tales como la Educación y la Salud.

En ese contexto, el rol de los medios de comunicación resulta clave para ejercer el control de la opinión pública. La influencia de los medios masivos, particularmente de la Televisión (y sus potenciales rebotes en redes sociales) es determinante en la percepción de los hechos y conservación del statu quo.

Por eso, han hecho el “coro” justificando los anuncios erráticos del Gobierno sobre las negociaciones por las vacunas, justificando que aunque no haya una fecha ni se sepa qué vacunas se van a utilizar, el plan de vacunación existe (!)… y han repetido incansablemente, que el aumento de las tarifas (vestido sutilmente de adecuación tarifaria), está por debajo de la inflación; lo que constituye una falacia, recurso típico del sofista para dar apariencia de verdad a algo que es falso.

Y la realidad es otra. Lo cierto de esta triste historia es que literalmente el Presidente y sus socios de la coalición “se borraron” varios días y mantuvieron un profundo silencio sobre los temas en los que la sociedad reclama soluciones, pasividad que solo puede explicarse por una falta de empatía absoluta con la población más afectada, debido a los efectos de la crisis sanitaria y económica que azota al país; aunque en los últimos días hayan tenido que volver a utilizar el recurso de la conferencia de prensa, de las que puede resumirse que han quedado más dudas que certezas...

Aunque hayan circulados videos en vivo a través de Instagram, reproducidos “in totum” en televisión, y se mostrara gran preocupación por las personas que la están pasando verdaderamente mal, y se anuncien "esfuerzos extraordinarios" para poder alimentar a miles de niños, la realidad es la que nos “rompe los ojos” a todas y todos los uruguayos: aumento de tarifas, rebaja salarial, desempleo y ausencia absoluta de medidas económicas dirigidas a los sectores más castigados.

Aumento de Tarifas por encima de la inflación

Conocido el dato final de Diciembre, y con el efecto del Plan UTE Premia que incide en el guarismo final, la inflación en el período Abril-Diciembre fue de 5,12%. Sin embargo, con excepción de la energía eléctrica, todas las tarifas públicas aumentaron en promedio por encima de ese rango.

 En efecto, estos los números reales:

  • Naftas 6.19% (Gasoil no sube)
  • UTE 5%
  • OSE 6.5%
  • ANTEL 6.4% (Internet sube 9,5%)

No hay mucho que explicar para desnudar la falacia que las tarifas aumentaron por debajo de la inflación… Pero, lo más difícil de asimilar es que Uruguay va a contramano del mundo, aplicando un aumento de servicios públicos en plena pandemia, que impacta directamente en la economía de los sectores más vulnerables. Se gobierna con absoluta prescindencia y llamativa auto suficiencia, provocando una gran incertidumbre en tiempos en los que un Gobierno debe dar certezas a su población. Y sobre todo tranquilidad hacia el futuro.

Peor aún, creen ser el centro del mundo e intentan mostrar que todo está previsto, que las voces que se alzan provienen de una especie de “chusma desenfrenada” que nada entiende, y solo busca réditos políticos.

También resulta curioso el silencio de los socios de la coalición gobernante en el peor momento del país desde el inicio de la pandemia. No se oyen voces batllistas del Partido Colorado, ni se encuentran los oportunistas videos de Manini inundando las redes. Y los socios más minoritarios? "Bien, gracias". Nadie asume ni se hace cargo. Tal vez todos sigan descansando, mientras miles y miles de compatriotas siguen sin certezas sobre el futuro inmediato. O tal vez, algunos ni sepan que decir ante semejante indiferencia y falta de orientación.

Seguramente, si el Presidente Lacalle Pou no hubiera tenido la desgracia de enterrar su camioneta en la arena, muchas de las imágenes que se viralizaron en medios sociales y revelaron su paradero en el momento en el que los casos aumentaban, no tendrían sentido. El hecho, más allá de la infortunada anécdota, es quién, cuándo y dónde. Porque aunque se muestre "tal cual es", habiendo elegido el camino de la apariencia: ¿Debió estar ahí en ese delicado momento? ¿Es necesario estar exhibiéndose cuando hay miles de uruguayas y uruguayos que la están pasando mal ? Preguntas que la sociedad uruguaya sabrá responder en el momento oportuno...

Para terminar de la misma forma en que se comenzó, bien vale una reflexión final de Debord, casi parafraseándole: No hay nada más natural que el considerar todo como a partir de uno mismo, elegido como el centro del mundo, porque uno se cree capaz de condenar el mundo sin siquiera querer oír su cháchara engañosa.

 

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