50 años del golpe: parisina Place de l’Uruguay en “Estado de sitio”

Columnas 28 de junio de 2023 Por Adolfo “Fifo” Guidali
Este martes, decenas de personas tomaron por asalto la pequeña plaza del Uruguay en el distrito 16º de París para después desplazarse al cercano Théâtre de la Ville, donde tuvo lugar una proyección del filme “Estado de sitio”, de Costa-Gavras, clausurando las actividades por el cincuentenario del cruento golpe de Estado cívico-militar.
espaciotriangular

Por la tarde hubo una concentración en el pequeño espacio triangular muy cercano al Arco de Triunfo de l’Étoile, en el que destaca un busto de José Gervasio Artigas, obra del escultor José Luis Zorrilla de San Martín. Allí se dieron cita numerosos compatriotas y representantes de colectivos latinoamericanos y franceses, en particular activistas por los Derechos Humanos.

Comenzó la oratoria un representante del Frente Amplio en Francia, quien contextualizó el golpe de Estado, destacando la dura e histórica Huelga de 15 días repudiándolo, que fue duramente reprimida. Haciendo un balance de la situación actual en Uruguay, reclamó “Memoria y Justicia”, advirtiendo sobre el auge de la extrema derecha.

Asimismo, un integrante del colectivo de ex presos políticos chilenos presentó su “apoyo y solidaridad”, trazando un paralelo entre “los sueños frustrados” en ambos países. 

En términos similares se manifestó un delegado argentino, llamando a la “unidad”. Aprovechó la ocasión para denunciar la represión contra la comunidad indígena (kolla) en Jujuy, en aras de intereses macro-económicos, como la extracción del litio en su región.

También tomó la palabra el embajador uruguayo ante Francia, Jorge Jure, quien se expresó con gran ecuanimidad.

“Esta manifestación enorgullece a todos los uruguayos de buena fe (…) La embajada no representa a ningún partido político, sino a una diversidad, eso es la Democracia (…) El Uruguay es democrático o no es”, se puede resumir su intervención.

La Asociación ¿Dónde Están?, organizadora de todas las actividades vinculadas a la efeméride, estuvo representada por José “Pipi” Muñoz, quien evocando a Artigas tras la batalla de Las Piedras señaló: “Clemencia para los vencidos, curad a los heridos … Proteged a los prisioneros”, todo lo contrario a cómo actuaron quienes dieron el golpe del 27 de junio de 1973, “cuando comenzó una noche de tristeza”.

France Amérique Latine también se hizo presente, y Genèvieve Garrigos acercó el saludo de la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, al igual que en las actividades anteriores. 

Espontáneamente se cantó el himno nacional uruguayo, con lo que se dio por finalizado el acto.

Ya sobre el atardecer parisino, a pocas cuadras de allí, en el gran teatro del Espace Cardin, tuvo lugar la actividad cúlmine de la efeméride, la proyección de la película “Estado de sitio”, del consagrado director griego Konstantinos Gavras, más conocido como Costa Gavras, con la presencia del veterano cineasta, que acaba de cumplir 90 años y participó en el debate programado para el final, demostrando su enorme lucidez y una increíble forma física

En su extensa y galardonada carrera, con una larga veintena de filmes en su haber, quien fuera director de la Cinemateca Francesa, ha destacado por los contenidos socio-políticos de sus obras. 

Antes de esta película, una producción franco-italiana filmada en el Chile de Salvador Allende, en 1972, con guion de Franco Solinas, destacó por “Z” (1969, co-escrita con el español Jorge Semprún), sobre el asesinato perpetrado por parapoliciales de un médico y diputado de izquierda, Grigoris Lambrakis, en 1963 en su país, lo que desencadenó un macro-juicio previo a la “Dictadura de los coroneles” (1967-1974), protagonizada por uno de sus actores fetiche, Yves Montand, quien encarnó al personaje del estadounidense Dan Mitrione (con un nombre ficticio) en “Estado de sitio”.

Posteriormente filmó “Missing” (1982), cuya temática es la desaparición de un joven estadounidense bajo la dictadura de Augusto Pinochet y los esfuerzos inútiles de su padre (interpretado por Jack Lemon, junto a Sissy Spacek) por encontrarlo en el país andino.

La realidad en el Cono Sur latinoamericano de los años ’70 captó en especial la atención del realizador. La narración del secuestro y posterior ejecución en nuestro país del agente estadounidense, especialista en métodos de tortura, Mitrione, por parte del MLN-Tupamaros, pese a algunas pequeñas imprecisiones cuenta con un gran rigor documental.

Tras bromear por algún problema técnico en la sala, explicó: “es cierto, y puede parecer un poco extraño; yo hasta entonces había realizado películas en Europa y, de golpe, en América Latina, siguiendo un recorrido algo particular”.

la esposa de Gavras, la periodista francesa Michèle Ray, viajó a Uruguay en dos ocasiones a fines de los ’60 para recabar información. Por entonces se alojaba en casa de su colega María Ester Gilio y, durante su segunda estadía montevideana, aparte de entrevistar a personalidades políticas y actores sociales de todos los ámbitos y diferentes tendencias, fue secuestrada por el movimiento anarquista OPR-33 (Organización Popular Revolucionaria 33 Orientales), con el objetivo de lograr relevancia internacional. Ray, de 28 años entonces, pero ya fogueada como reportera en Vietnam, debe haber disfrutado con este episodio. 

Sin embargo, quizás con algo de picardía, Gavras negó el rol de su mujer en la documentación para el filme. “Michèle había estado en Uruguay mucho antes de que se hiciera la película. Por entonces, ella trabajaba para L’Observateur y otros medios de comunicación europeos, y esa fue la razón, la película salió mucho más tarde...”, explicando que él mismo, junto al guionista, se instalaron en un apartamento de un funcionario internacional en Montevideo, donde recibieron a numerosos personajes que dieron su testimonio, que su anfitrión transcribía con una rapidez pasmosa.

La elección de Montand para el papel de Mitrione daba lugar a una contradicción. El encanto y empatía, así como muchas reflexiones particularmente incisivas del actor ítalo-francés podían decantarse del lado del norteamericano nacido en Sicilia. Quizás, la intención del tándem Gavras-Solinas fue precisamente evitar un sesgo parcial previo al desenlace por parte de los espectadores ajenos a la historia.

Gavras explicó sobre la atracción que ejercía para él América Latina, y el caso concreto de Uruguay. 

“Entre fines de los años ’40 y comienzo de los ’50 hubo una terrible guerra civil en Grecia. Entonces llegó a la embajada estadounidense un consejero que estableció un nuevo régimen, una especie de pequeña democracia, un poco particular, que aún continúa (…) Investigué al personaje y lo busqué. Después estuvo en Guatemala donde puso en marcha por 1956 una dictadura…”, resumió

“Entonces constaté que en toda América Latina había ese tipo de consejeros y me enfoqué en Uruguay pues entonces estaban los tupamaros, que seguramente todos ustedes conocen, un movimiento cuyas acciones eran al estilo de Robin Hood, con acciones no violentas. Eso me interesó”, prosiguió.

“Después cambió (su metodología) y se volvió un movimiento revolucionario (condenado al fracaso). Ambas cosas me interesaron y comencé a investigar. Así caí sobre el caso Mitrione. Viajé en una primera etapa a Uruguay para obtener testimonios algo clandestinos y luego a Washington, donde en la biblioteca del Congreso encontré todo sobre Mitrione, hasta su salario y todo tipo de detalles”, aseveró.

Posteriormente, regresó a nuestro país y viajó a Chile, donde conoció a Salvador Allende, así fue que se dieron las condiciones para filmar la película. 

“Era el único país en el que podía hacerse. Fuimos muy bien recibidos por Allende y su gente. Aunque hubo otros que no, siempre hay gente en contra que quiere impedir una filmación. Pero, pudimos rodar sin problemas en Santiago y junto al mar”, aclaró.

En su relato destacó la importancia para el mundo del Mayo del ’68.

Una perla: “Bueno, para filmar sobre Uruguay tuve que hacerlo en Chile. Y, sobre Chile en México”, y así sucesivamente…

La charla, plagada de anécdotas, estuvo moderada por dos uruguayos, el cineasta Gonzalo Arijón y el sociólogo Denis Merklen.

Además, en esta misma jornada, tuvo lugar en Grenoble (Ródano-Alpes, sureste de Francia), donde residen numerosos uruguayos, la inauguración de la plaza Nibia Sabalsagaray, en homenaje a la profesora de literatura y militante de la UJC torturada y asesinada por los esbirros del régimen a mediados de 1974, en ceremonia presidida por el alcalde local, Eric Piolle.

So pena de resultar recurrente, en este cincuentenario de la mayor tragedia socio-política y humana acaecida en el siglo XX en nuestro país, sólo queda insistir: ¡NUNCA MÁS! -

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