Vaz Ferreira visto por Jesualdo Sosa

Columnas 05 de octubre de 2022 Por Jorge Barrera
Para valorar la importancia pedagógica de Vaz Ferreira, nada mejor que leer directamente sus obras. Su claridad conceptual y la profundidad de sus trabajos, son la imagen viva de su discurso en materia de educación. Tal es así, que aún sus críticos le reconocen esas virtudes.
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Jesús Aldo Sosa

En este artículo me voy a referir al pensamiento, de nuestro principal filósofo, a partir, fundamentalmente, de la obra de Jesualdo Sosa: “Vaz Ferreira pedagogo burgués”  sin pretender abordar todos los temas del referido trabajo, y aclaro, que el comentario no está exento de mis propias opiniones, ya que es a través de la lectura personal del libro del maestro Sosa que he redactado este artículo.

El título, anuncia reprobación. El autor juega con la significación del término “burgués”. Palabra que  evidentemente,  está “contaminada ideológicamente” y eso hace que suene a nuestros oídos peyorativamente, quitarle esa connotación sería un acto de ingenuidad, porque, tampoco fue un calificativo inocente en boca de Jesualdo.

De hecho, ya al comienzo de su obra, el maestro de Canteras de Riachuelo, al referirse a la posición política de Vaz Ferreira,  la define como “centrista y ecléctica”: “de tendencia ideológica más bien centrista (o equidistante), moderado y cauto, como cuadraba a esta pequeña burguesía gobernante, de la que provenía, que ahora tenía — o comenzaba a tener el— el timón de la cosa pública nacional en la mano.” (Jesualdo, 1963). Esa es la imagen que dice poseer del filósofo, en cuanto a su posicionamiento ideológico, o al menos así nos lo presenta.

En la presentación del libro escribe el editorialista: “Vaz Ferreira, “el Maestro”, siempre elogiado, siempre transcripto, nunca analizado, es aquí sometido por Jesualdo a una prolija disección ideológica, en sus afirmaciones y acciones pedagógicas” (Ibid)

No obstante, no es tan reprobatoria, como podría pensarse, por tratarse de un autor que se ubica, políticamente,  en las antípodas del filósofo. Sino que, si bien,  por una parte,  realiza agudas críticas al pensamiento de Vaz  Ferreira; no deja de reconocer sus importantes aportes al pensamiento y  la educación nacional.  

“La obra educacional en esta etapa social, que vive el país, y en la que ha de intervenir Vaz Ferreira desde sus cargos sucesivos, fue sin duda eficaz y decisiva para impulsar la adecuación formal necesaria de nuestra cultura, fundamentalmente en cuanto a métodos, prácticas e instrumentos, a las exigencias del nuevo período constructivo.”

En cuanto a sus ideas educativas, nos dice  que: “El pensamiento pedagógico de Vaz Ferreira, se sitúa entre el posicionamiento empírico de Varela y el cientifismo practicista de Berra.”(ibíd.)

Lo ubica como deudor del idealismo subjetivo, poniendo distancia con las  creencias filosóficas del autor del ensayo: “Entre estas dos actitudes: la practicista y empírica de Varela, y la cientificista teórico-práctica de Berra — si astillas del mismo palo como que ambas proceden del idealismo subjetivo…preocupaciones metodológicas diferentes— , Vaz Ferreira, de estos años de 1900, en adelante, tratará de situar sus conceptos”

Jesualdo, con honestidad intelectual,  junto a las críticas señaladas, reconoce la originalidad del pensamiento de nuestro filósofo, valorando la importancia de Vaz Ferreira, “por el hecho especial de ser él quien (primero) intenta la adecuación de las corrientes filosóficas últimas a nuestro modo y necesidad nacionales” . Al comparar su tarea con  la que, realizaron en nuestro continente, pensadores como Korn e Ingenieros; en Argentina, entre otros precursores, le otorga un enorme reconocimiento como  pensador original.

Jesualdo califica los aportes de nuestro principal filósofo expresando que: “el Dr. Vaz Ferreira fue el ideólogo, el pensador, el acomodador de nuestra educación a sus actuales exigencias pedagógicas, de acuerdo con las más felices novedades a la vista, la obra teórica de Vaz Ferreira, entonces, que podría señalar la primera etapa de su gestión pedagógica, se reducirá a artículos y conferencias a los maestros, dictadas sobre cuestiones generales de métodos más que conceptos, y en especial como crítica a los exagerados conceptos cientificistas de Berra”

El comentario del maestro Sosa denota un reconocimiento tácito al pensamiento pedagógico de Vaz Ferreira, no sólo por la advertencia de lo que significa la pedagogía para él: “arte complejísima derivada de muchas ciencias, ciencias que distan bastante de ser Acabadas” y que “no hay principios tan absolutos que puedan seguirse a ciegas deductivamente, como lo han podido creer algunos sistematizadores apresurados”  sino, también por el aporte   de “cierto número de ideas directrices más o menos fecundas, de las cuales se derivan reglas y procedimientos que desuelen limitarse mutuamente y que es necesario conciliar en los casos particulares” (ibíd.).)

Es que Vaz Ferreira comprende las dificultades de la pedagogía, no cree en la simplificación de la aplicación de un sistema.  Sus propuestas se alejan de las concepciones tecnicistas que consideran posible aplicar recetas, planificaciones y evaluaciones exhaustivas, preestablecidas y  estandarizadas:

“...el de artificializar un poco la enseñanza; demasiados procedimientos, demasiadas leyes; en general y so pretexto de pedagogía científica, cierta tendencia a la artificiosidad, traducida en multitud de detalle” (Vaz Ferreira, 1905)

Nuestro filósofo promueve, en lugar de la aplicación de un sistema, la posibilidad de poner en  juego ideas a tener en cuenta: “Ese rasgo, para sus alumnos y admiradores sin reticencia, no es más que consecuencia de su pensar no mediante ' posiciones hechas” y descubrimientos indirectos, sino directamente: uno de los pilares de su forma de pensar y de crear” (Jesualdo,1963)

No obstante, Jesualdo,  pone en tela de juicio esa estrategia, a partir de la crítica realizada por Pedro Ceruti Crosa, quien, en definitiva plantea que cuando Vaz Ferreira  deja de lado sistemas para seguir ideas a tener en cuenta lo que busca es fortalecer la ideología dominante:

"Como le ocurre en todas sus ideas, el pensar directamente no hace más que traducir ya sean fórmulas o bien elementos de la sociedad actual que, como buen idealista y defensor del régimen burgués, considera eterna” (Ceruti, 1933)

Vaz Ferreira insiste en que las dos ideas principales a tener en cuenta en la pedagogía son: la idea de escalonamiento y la idea de penetración. Este tópico lo trata en “moral para intelectuales”  expresando :

“En un estudio pedagógico que no puedo resumirles aquí, he procurado demostrar que la pedagogía puede considerarse como polarizada por dos grandes ideas directrices, que yo he llamado idea directriz del escalonamiento e idea directriz de la penetración. El significado de estos términos es el siguiente: Para enseñar, puede procurarse ir presentando a la mente del que aprende, materia preparada especialmente para ser estudiada, cuya dificultad, cuya intensidad, se iría acreciendo poco a poco, a medida que la fuerza asimilativa del espíritu crece también. Tal es el primer procedimiento. El segundo, consiste en presentar al espíritu no materia que haya sufrido una preparación pedagógica especial, sino materia natural, que el espíritu penetra como puede, sin más restricción que la de que no sea totalmente inasimilable” (Vaz Ferreira, 1956)

La pedagogía moderna (que ha de servir de 1900 en adelante); pedagogía ésta que, en cierto modo, piensa Vaz Ferreira “puede ser considerada como una vasta aplicación de la idea directriz de escalonamiento o ajustamiento de la enseñanza a la capacidad del sujeto” ;  ofrece el peligro de liquidar en él, las ventajas que el esfuerzo reclama para hacer a menudo verdaderamente eficaz el aprendizaje y definitivo el conocimiento. Porque al descender hasta el niño, “prepara, descompone, simplifica, emulsiona el conocimiento para hacerlo más fácilmente asimilable; convierte el aprendizaje en agradable y atractivo y, seguramente, pasa un poco la línea justa, y debilita, más o menos, la enseñanza”

No hay aprendizaje sin esfuerzo, no hay que entregar al estudiante los conceptos ya elaborados, hay que ponerlo en contacto con las ideas, intentar crear ese “vacío interior insoportable” que alienta a vencer las dificultades, de ese modo propone la lectura directa de las fuentes por parte del programa de estudio de los estudiantes. Muchos pedagogos, según nuestro pensador, caen en dos errores habitualmente. El primero es cuando se conciben ideas falsas, el segundo en cambio es cuando se pretende atribuir una precisión que no tienen. Se tiende a enseñar aquello que es controvertido, como si  se poseyera certeza. Cuando lo importante sería estudiar lo dudoso y problemático como tal.

“Sobre la exageración en pedagogía, Vaz Ferreira parte del principio, dijimos, de que hay dos maneras de equivocarse: “ la primera es concebir ideas falsas; la segunda, es concebir ideas verdaderas, pero llevarlas más allá del punto, del grado, del término justo en que son verdaderas y buenas” (Jesualdo, 1963)

Jesualdo dice que nuestro filósofo en  la tercera conferencia, se refiere a “un exclusivismo pedagógico” , relacionado con un “modo de enseñar” muy en boga, que se consideraba casi único y que consiste en que sea el alumno quien descubra la verdad. Vaz Ferreira, con toda propiedad señala que ése no es el, sino, uno de los modos que debe emplearse además de otros, “no en lugar de todos los posibles, que tiene ventajas e inconvenientes y que tal vez de no apreciarle más que en lo que se cree bueno, deriven males que se notan en la enseñanza.” (Ibid)

Vaz Ferreira reduce las maneras de enseñar a tres: hacer recordar, hacer entender y hacer descubrir. Descartando en exclusividad el último, ya analizado y desechado por las razones que vimos, y la aplicación de sólo el primero porque era el pésimo procedimiento de la escuela, antigua de la memorización abusiva, elije como su   preferencia en “hacer entender” , que es dar el conocimiento en la forma más Clara posible y ejemplarizar para que los niños comprendan.

Con respecto a la educación secundaria, Vaz Ferreira observa la tensión que se establece entre la amplitud de los conocimiento a aprender y la especialización:

“Esto es lo que Vaz llama "idea directriz de integralidad” , en contraposición con la otra tendencia, la "idea directriz de especialidad “ (Ibid)

Nuestro filósofo cree que es conveniente extender la educación general lo más posible.

"¿Cuál es el momento — se pregunta— en que se ha de terminar la cultura general y cuál el en que se ha de empezar la especialización?” Sobre esto sienta, entonces, como primer principio que, en general, la especialización no debe ser demasiado temprana; y como segundo, que en las sociedades de cultura ambiente escasa, los males de la especialización demasiado temprana han de ser mayores, cosa que demuestra en forma convincente.” (Ibid)


Bibliografía.

Barrera, Jorge (2022). La vigencia del pensamiento de Carlos Vaz Ferreira 

Barrera, Jorge (2022). Cuestiones pedagógicas y moral para intelectuales 

Ceruti Crosa, Pedro. (1933) Crítica de Vaz Ferreira, su ideología social y económica, Montevideo.

Sosa, Jesualdo. (1963),  Vaz ferrerira Pedagogo burgués. Editorial el siglo ilustrado. Montevideo.

Vaz Ferreira, Carlos (1956). Moral para intelectuales. Centro Cultural de España.Montevideo.

Vaz Ferreira, Carlos. (1905). Ideas y observaciones, Barreiro y Ramos. Montevideo

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