El Helenismo. Las escuelas pos aristotélicas

Columnas 03 de mayo de 2021 Por Jorge Barrera
El Profesor Jorge Barrera continúa con la serie "Filosofía y Doxografía para profanos" y en esta ocasión abordará a los Estoicos.
Estoicos

Para muchos, con Aristóteles la filosofía griega llegó al último ápice de su desarrollo, las escuelas posteriores se limitaron a interpretar y a contextualizar las ideas del filósofo. Si embargo, cada filosofía es la respuesta a su tiempo y la presencia de Alejandro Magno en el espectro político, marco una nueva concepción, también en la filosofía: “el helenismo”.

“El helenismo se caracterizó por el hecho de que se borraron las fronteras entre los distintos países y culturas, Surgieron nuevas religiones que recogían los dioses y las ideas de algunas de las antiguas naciones. Este sincretismo, o mezcla de religiones, pautó este nuevo tiempo. Para algunos, la filosofía helenística fue poco original. Por una parte no surgió ningún Sócrates, Platón ni ningún Aristóteles,  por otra,  los tres grandes filósofos de Atenas fueron fuente de inspiración para las nuevas corrientes filosóficas.

Para Aristóteles existía una profunda diferencia entre los griegos y los bárbaros, a tal punto que justificó la esclavitud, apoyada en una presunta superioridad racial. El nuevo tiempo derribó ese prejuicio, aunque  creó nuevas categorías discriminatorias, ahora, la cuestión estaba  entre “el sabio” y “el vulgo”.

La primera escuela que trataremos es la de los estoicos, su nombre deriva de la palabra griega Stoa ”Στοά”, que significa puerta, debido a que Zenón de Citio, su fundador, nacido en el año 334 a.C y fallecido en el 262 a.C.,  enseñaba al lado de la “Stoá poikile”, es decir, un «pórtico pintado», donde se reunían sus miembros, los estoicos.

Bertrand Russell expresa en su Historia de la Filosofía: “Podemos decir de un modo amplio, que la filosofía griega hasta Aristóteles expresa la mentalidad apropiada a la Ciudad-Estado; que el estoicismo es apropiado a un despotismo cosmopolita.” (Russell, Bertrand, 1946)

Según relata Diogenes Laercio, Zenón fue  hijo de Mnaseo o Demeo, nació en la ciudad  de  Citio, también conocida por su nombre latino Citium, una ciudad-reino en la costa sur de Chipre; establecida en el siglo XIII a C por colonos griegos, después de la guerra de Troya, según el texto encontrado en una  placa cercana a una excavación del sitio de Kathari. Chipre fue hogar del rey Cíniras, Teucro y Pigmalión. El primer asentamiento humano en la isla es Aetokremnos, en la costa sur, con restos que datan del 10000 a.C., y hay indicios de poblados organizados desde el 8000 a.C. Hubo movimientos de población continuos durante el Neolítico y migraciones procedentes de Asia Menor, alternando con terremotos , sobre todo en torno al 4000 a.C. También fueron encontrados  hallazgos valiosos, de la Edad del Bronce.

Volvamos sobre Zenón, se cuenta que habiendo comprado una porción de púrpura, la conducía de Fenicia a Atenas, pero resultó que su embarcación naufragó junto al puerto de El Pireo. Debido al percance, subió a la ciudad (tenía a la sazón unos treinta años de edad), se sentó en la tienda de un mercader de libros y se puso a leer el libro II de los Comentarios de Jenofonte. Como la obra le gustó mucho, exclamó diciendo: ¿Dónde, dónde se hallan ahora estos hombres? Pasaba por allí Crates, y señalándoselo el librero, le dijo: Sigue a ése;  desde entonces fue discípulo de Crates; y aunque aptísimo para la filosofía, era demasiado honesto para el descaro cínico. Así, queriendo Crates curarlo de ello, le dio una olla de lentejas para que la llevase por el Cerámico; mas viendo que se avergonzaba y encubría, hirió y quebró la olla con el báculo. Como Zenón echose a correr, cayéndole las lentejas por las piernas, le dijo Crates: ¿Por qué huyes, fenicillo? No has padecido daño alguno. Se cuenta que caminaba torcido, debido a que  tenía la cerviz inclinada hacia un lado, lo cual provocaba la burla de alguno de sus contemporáneos,  Apolonio de Tiro,  escribe que era  alto de estatura y delgado de cuerpo, su piel era de color moreno, su origen no era griego, sino semita.  Diógenes también relata que hubo quien lo llamara “el sarmiento egipcio”. Con la palabra sarmiento se designa a los tallos de la vid, el apelativo suele aplicarse a las personas delgadas, altas y huesudas, el nombre proviene de el latín; “sarmentum” que significa: “vástago de la vid que se poda”. Crisipo en el libro I relata que tenía las piernas gruesas y duras, pero de poca fuerza. En tanto, Perseo, en sus Comentarios sobre los convites, relata  que se excusaba muchas veces de reunirse y  que le gustaba mucho  los higos frescos y estar al sol.

Como hemos dicho al referirnos a los cínicos, Zenón  fue primero discipulo de Crates y  luego de Estilpón, posteriormente fue seguidor de Jenócrates por espacio de diez años.  Dicen algunos, como Timócrates, que también oyó a Polemón, Apolonio y a  Hecatón.

Se relata que  habiendo consultado el oráculo, acerca de lo que debía practicar para conseguir una vida feliz; la deidad le respondió que se asemejase a los muertos; por esa razón, se entregó al estudio de los libros antiguos.

En el estoicismo se puede distinguir tres épocas: El estoicismo antiguo, el medio y el nuevo, extendiéndose desde el siglo 300 a.C., hasta el siglo ll de nuestra era.

Las figuras principales del estoicismo antiguo, aparte de Zenón fueron: Cleantes de Asos, un púgil de mente tosca y nada teórica, y sobre todo el tercer jefe de la escuela Crisipo, verdadero ideólogo de este pensamiento como doctrina.

“Los estoicos             concibieron la vida virtuosa más como  una relación  del alma con Dios que como una relación del ciudadano        con el  Estado. De esta manera prepararon el camino al cristianismo que, como el estoicismo, fue en su origen apolítico, puesto que durante los tres primeros    siglos sus partidarios carecían de influencia en            el gobierno” (Ibid)

Su filosofía.

Según Julián Marías, la escuela estoica tiene una íntima relación con las llamadas escuelas socráticas menores, en especial con los Cínicos, aunque con “personalidades superiores intelectualmente y una mayor elaboración teórica” (Julián Marías, 1958), así mismo Bertrand Russell opina que : “Lo mejor   de la  doctrina cínica pasó al estoicismo, que fue una           filosofía más compleja y formada. ” (Russell, B. 1948)

En el estoicismo antiguo se Iniciaron  las bases de esta importante corriente filosófica y se dividió la filosofía en ética, física y lógica.

La Ética

En ética sustentó que la naturaleza está regida por un orden  natural inconmovible, razón por la cual es absurdo querer resistirse al destino marcado por la providencia El sabio  debe, pues, seguir su destino y no inmutarse ante los acontecimientos que nos depara la existencia. La dignidad del hombre proviene de que posee un chispazo del Nous, la divinidad.  A diferencia de Aristóteles, donde Teos era trascendente,  los estoicos eran panteístas.

La física Estoica.

En física, defendieron un monismo materialista. Según los estoicos, todos los procesos del conocimiento se producen en el alma, que es una substancia de tipo especial, el “pneuma”, combinación del aire y del fuego. Los estoicos fundan su física, en lo esencial, en principios materialistas, y desarrollan su doctrina inspirados en Heráclito de Efeso.

La lógica Estoica.

Se interesó por las relaciones entre pensamiento y lenguaje. Zenón conocía perfectamente dos idiomas, por lo que por primera vez se pudo profundizar en dicha relación. Profesaban el sensualismo, y afirmaban que las sensaciones constituyen la fuente de todos los conocimientos. Antes de producirse ninguna experiencia, el alma es sólo una tabla rasa. Las representaciones son imágenes de las cosas que se reflejan en el alma. Los datos de los sentidos sufren de inmediato la acción del pensamiento; es así como se forman las ideas generales, los juicios. Otro de los  aportes importantes  de los Estoicos a la Lógica fue la introducción de los “tropos”; que constituyen un punto de referencia para todo aquel que pretenda demostrar, alcanzar alguna verdad o justificar alguna creencia . Crisipo, en el  cultivo de la lógica,  elaboró una interesante teoría del silogismo hipotético o disyuntivo.  Si bien antes lo había hecho Teofrasto y Eudemo, aunque, de otra manera.

 Presentó los “tropos” de la siguiente forma:

1)    Si es de día hay claridad, es así que es de día, luego hay claridad.

2)    Si es de día hay claridad, es así que no claridad, es así que no es de día.

3)    A y B no existen al mismo tiempo, existe A, entonces no existe B.

4)    O existe A o B, existe A luego no existe B.

5)    O existe A o B, es así que no existe A, entonces existe B.

 De tal modo, con ejemplo sencillos, se explicaban diversas relaciones lógicas, aplicó estos silogismos tanto en el dominio de la física como de la ética y definió  el concepto de prueba científica de la siguiente forma:

“prueba “apodeixis” es un proceso conclusivo que basándose en suposiciones ya conocidas llega hasta a lo desconocido (epiphorá)”

 

Bibliografía

Capelle, Wilhelm, (1981). Historia de la filosofía griega. Gredos. Madrid.

Diogenes Laercio. Vida de los filósofos más ilustres. Luarna Ediciones. España.

Gigon, Olof. (1985). Los orígenes de la filosofía griega. Gredos. Madrid.

Mondolfo, R. (1983), El pensamiento antiguo., 2 vols. Buenos Aires: Editorial Losada

Russell, Bertrand, (1946). Historia de la filosofía Occidental. Austral. España.

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