Paulo Freire, un educador comprometido con la educación liberadora

Columnas 21 de enero de 2021 Por Jorge Barrera
Este año se cumplen cien años del nacimiento de Paulo Freire, sin lugar a dudas el más brilante pedagogo latinoamericano y uno de los principales referentes de la pedagogía liberadora a nivel mundial.
Paulo Freire
Paulo Freire (1921-1997)

Paulo  Reglus Neves Freire nació el 19 de septiembre de 1921 en Recife, capital de Pernambuco, provincia brasileña de la región noreste del Brasil. Fue un educador y experto en temas de educación, siendo uno de los más influyentes teóricos del siglo XX. En 1947 inició sus esfuerzos para la alfabetización de adultos, que durante los años sesenta trataría de llevar a la práctica en el nordeste de Brasil, una de las regiones más pobres, donde existía un elevado índice de analfabetismo. Con la ayuda del obispo Helder Cámara, promovió en 1961 el denominado «movimiento de educación de base»,  fue director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social de la Industria. Estudió letras y se doctoró en 1959 en Filosofía e Historia de la Educación con la tesis «Educación y actualidad brasileña», en la que se sientan las bases de su doctrina y su método, alllí expresaba que todo proceso educativo debe partir de la realidad que rodea a cada individuo. Uno de los supuestos fundamentales de su pensamiento.

En los años 50, perteneció al primer Consejo Estatal de Educación de Pernambuco. En 1961, fue nombrado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife. En 1963 puso en práctica su primer experiencia educativa de grupo, dentro de la Campaña Nacional de Alfabetización, consiguiendo la alfabetización de 300 trabajadores rurales en mes y medio.

Desde sus creencias profundamente cristianas, Paulo Freire concibió su pensamiento pedagógico, que es a la vez un pensamiento político. Promovió una educación humanista, que busca la integración del individuo en su realidad nacional.  no obstante, debido a ello,  fue acusado por la oligarquía y por ciertos sectores reaccionarios de la Iglesia de agitador político.

Como consecuencia del golpe militar de 1964, debió abandonar su actividad, para los dictadores de derecha  su pensamiento y su acción resultaba peligrosa y subversiva.  buscó refugio en Chile, donde participó en diversos planes del gobierno democristiano de Eduardo Frei, como el programa de educación de adultos del Instituto Chileno para la Reforma Agraria (ICIRA). Es precisamente en Chile que escribe; Pedagogía del oprimido, una nota interesante, que muestra el avance de la pedagogía en nuestro País a mediados del siglo pasado es que  la primera edición en español  fue publicada en Uruguay, (Tierra Nueva, 1970), Carlo Federico Brugaletta, catedrático de Ciencias de la educación en la Universidad Nacional de la Plata,  informó que obtuvo copia de la carta que Paulo Freire envió al entonces editor uruguayo. A través de la carta, la hipótesis de que la Pedagogía del Oprimido se publicó por primera vez en español, en Uruguay, es muy contundente, en los términos que el propio Paulo Freire explica en Pedagogía de la esperanza.

Posteriormente fue Profesor de la Universidad de Harvard, colaboró con los grupos dedicados a la reforma educativa en los ámbitos rurales y urbanos. En 1970 se trasladó a Ginebra (Suiza), donde trabajó en los programas de educación del Consejo Mundial de las Iglesias.

Después de dieciséis años de exilio, en 1980 volvió a Brasil, impartiendo docencia en la Universidad Estadual de Campinas y en la Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, ciudad esta última de la que fue Secretário de Educação. En 1986, recibió el premio internacional «Paz y Educación» de la UNESCO. Le fue entregado  el título  doctor «honoris causa»por una veintena de universidades de todo el mundo.

La lucha y el sufrimiento junto a los más desposeídos.

El contexto del noreste brasilero en la primera mitad del siglo XX presentaba una situación desesperante,  gran parte de la población se encontraba en la pobreza extrema. Es allí que se oyen voces que claman por justicia, es allí donde Paulo Freire, en contacto con  “los desharrapados”, descubriéndose en ellos, sufriendo con ellos comienza a gestar su pedagogía del oprimido.

Principales conceptos de la pedagogía freiriana:

Trataré de presentar, en unos pocos pincelazos, algunas ideas capitales del pensamiento de este  pedagogo latinoamericano.

La educación es una praxis liberadora y profundamente política.

La pedagogía liberal, se presenta como neutral, en realidad esa neutralidad es tomar partido por el “status quo” establecido. Es la pedagogía dominante, pero más que eso,  es la pedagogía de las clases dominantes,  que utilizan a la educación como uno de los aparatos ideológicos del estado. En esa pedagogía el docente toma el papel del opresor y el “alumno” el papel del oprimido, reproduce la lógica que Hegel le llamó  “del amo y el esclavo” . Todo esto queda oculto a través de una pantalla de neutralidad y de prescindencia política, que lo que busca es naturalizar las relaciones sociales injustas. La pedagogía liberadora que propone Freire, parte de la concientización, el oprimido se reconoce como tal, van descubriendo “su puesto en el cosmos”. Él debe descubrir, por un proceso similar a la mayeútica socrática, que ha sido despojado  de su humanidad, que las estructuras de la sociedad son esencialmente alienadoras y que la única esperanza  emancipatoria,  es la de poder cambiar la realidad.

“La violencia de los opresores, deshumanizándolos también, no instaura otra vocación, aquella de ser menos. Como distorsión del ser más, el ser menos conduce a los oprimidos, tarde o temprano, a luchar contra quien los minimizó. Lucha que sólo tiene sentido cuando los oprimidos, en la búsqueda por la recuperación de su humanidad, que deviene una forma de crearla, no se sienten idealistamente opresores de los opresores, ni se transforman, de hecho, en opresores de los opresores sino en restauradores de la humanidad de ambos. Ahí radica la gran tarea humanista e histórica de los oprimidos: liberarse a si mismos y liberar a los opresores.” (Freire, Paulo, 1984, pág 39).

Otro riesgo  patológíco es que el oprimido se convierta en opresor de otros oprimidos, que en lugar de intentar cambiar la miseria y la opresión del sistema, tomen el papel de los opresores, creyendo que un pequeño cambio en su situación los ubica dentro de la clase dominante y que entonces, por sus méritos, puede oprimir al prójimo. Esta falsa conciencia, síndrome del joven rico ( Mateo 19:16-30), los lleva a despreciar a sus hermanos, culpabilzándolos de su pobreza, tildándolos de vagos o ineptos, sin comprender que lo importante es romper el circulo vicioso de miseria y opresión que excluye a la mayoría de las personas . La opción evangélica de Paulo Feire es la opción por los pobres, no se trata de liberarlos a ellos, se trata de encontrar la liberación con ellos.

La concepción bancaria de la educación como instrumento de opresión.

La concepción bancaria de la educación considera al estudiante como una vasija que hay que llenar de contenidos, memorizar fechas, datos, fórmulas. Es fundamentalmente de naturaleza narrativa, discursiva, disertante, donde existe un único discurso legítimo, el del educador. Éste reconoce en la ignorancia de los educandos su razón de ser. Será siempre el que sabe, en tanto que los educandos son quienes no saben;  la rigidez de este posicionamiento imposibiita el proceso de búsqueda y de investigación.

“La narración, cuyo sujeto es el educador, conduce a los educandos a la memorización mecánica del contenido narrado. Más aún, la narración los transforma en “vasijas”, en recipientes que deben ser “llenados” por el educador. Cuando más vaya llenando los recipientes con sus “depósitos”, tanto mejor educador será. Cuanto más se dejen “llenar” dócilmente, tanto mejor educandos serán.” ( ibid, pag 76).

Esta educación aliena,  e impide la superación de la relación entre el educador que posee el conocimiento y el educando, que se supone, que  sólo posee su ignorancia.

 

La concepción problematizadora de la educación, camino a la liberación.

Freire considera que es  posible llevar a cabo la educación problematizadora, que rompe con los esquemas verticales característicos de la educación bancaria. Para ello es necesario, ante todo  realizarse como práctica de la libertad, para lo cual es necesario  superar la contradicción entre el educador y los educandos. El único camino  posible para  realizarla es el diálogo. A través de éste se opera la superación,  de la que resulta un nuevo término: “no ya educador del educando; no ya educando del educador, sino educador-educando con educando-educador. (Ibid, pág 90).

La educación para Freire es un camino que transitan juntos educadores y educandos, es ir descubriendo juntos el mundo, es reconocerse en el otro, es superar juntos las multiples adversidades de la vida, pero sobre todo es crear los cimientos para la construcción de una sociedad más humana, más justa y más solidaria. Si hay una frase que identfica plenamente el pensamiento freiriano es la que reza:

“ Nadie educa a nadie – nadie se educa a sí mismo- los hombres se educan entre sí mediatizados por el mundo”

Este año, al cumplirse cien años del nacimiento de este ícono de la educación, tenemos los educadores la oportunidad de rendir el mejor homenaje a Freire, hacer que nuestras prácticas pedagógicas ayuden a despertar las conciencias de nuestros estudiantes.

 

Bibliografía

Freire, Paulo, 1984,  Pedagogía del oprimido, Siglo XXl, España.

http://otrasebe comprender voceseneducacion.org/archivos/348362

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