"Querido padre hoy te recordamos con emoción y orgullo..."

Columnas 26 de junio de 2020 Por Isabel Allende Bussi
En el cumpleaños 112 de Salvador Allende, recorremos la vida de unos de los referentes políticos más importantes de la historia de América Latina a través de la mirada de una de sus hijas, la Senadora Isabel Allende Bussi.
EbcC_vdXgAMGtWg
Salvador Allende junto a sus tres hijas, Carmen Paz, Isabel y Beatriz. Estadio Nacional, 1950. Foto: Historia Política BCN

SALVADOR ALLENDE GOSSENS

Salvador Allende nació un 26 de junio, fecha que su familia, amigos y seguidores no olvidamos. Su vida estuvo dedicada a hacer realidad los ideales de justicia social que desde joven sostuvo. Así lo juró junto a su padre moribundo, consciente que asumía un reto que le daba sentido a su vida. Por ello estudió medicina convencido que podía aliviar a quienes padecían afecciones físicas y mentales. Tempranamente concluyó que existía un vínculo de causalidad entre pobreza y enfermedad, entre condiciones sanitarias y la salud de la población. La medicina, si bien era un aporte considerable a la salud, la causa fundamental de las patologías radicaba en las condiciones socioeconómicas del país. Frente a ello eran las decisiones legislativas y gubernamentales las que darían solución a los problemas que aquejaban al país.

En su libro “La realidad médico-social de Chile” hizo un certero diagnóstico de las condiciones de pobreza  y su impacto en la salud. El libro se sustenta en cifras oficiales como la mortalidad infantil de un 50,5%, 600 mil jóvenes analfabetos y el 42% de la población en edad escolar no concurría a la escuela. Agregaba como problema los bajos salarios, lo que determinaba la pobreza de las viviendas, del vestuario y la mala alimentación, a lo que sumaba la falta de condiciones sanitarias del país. Ante tal realidad correspondía al Estado asumir un rol activo y preventivo.

Para Salvador Allende la política tenía sentido si respondía a ideales de justicia cuyo norte era alcanzar el bienestar integral del ser humano, sin discriminaciones, con posibilidades reales de vivir con dignidad, detentando derechos y libertades, con acceso a la seguridad social y a una educación igualitaria en calidad, fundamentos para una vida más plena.

El liderazgo natural que ejercía hizo posible que fuera elegido diputado, ministro de Estado, Senador y Presidente de la República en una carrera ascendente caracterizada por la consecuencia con sus ideales, por la defensa inalterable de los más pobres y por la profunda convicción ética para darle sentido valórico a las responsabilidades que asumió.

Como senador tiene una extensa labor parlamentaria. Cuarenta de sus iniciativas de ley fueron aprobadas, entre ellas, la creación del Servicio Nacional de Salud, el Servicio de Seguro Social, la creación del Colegio Médico y la extensión de la Universidad de Chile hacia el norte del país. Como Presidente de la República impulsó un proyecto de cambios tendiente a modificar las causas de los problemas socioeconómicos que afectaban al país, las que encontraba en la estructura del sistema capitalista, el que era necesario transformar. Coincidía con Eugenio González, también senador socialista, en concebir que el socialismo es revolucionario por sus objetivos pero no dictatorial por sus métodos. El proyecto transformador que impulsó se sustentaba en los valores del humanismo “de todas las épocas” como lo definió. Repudiaba las dictaduras por ser contrarias a los valores y  derechos inherentes a la vida y a la dignidad humana que exige un régimen de libertad.

La aplicación del programa de Gobierno alcanzó importantes logros en educación, salud, vivienda social, cultura, y estímulo de las artes. Para la niñez se creó una política integral bajo el concepto que el niño nace para ser feliz. De igual manera se implementó otra de redistribución del ingreso focalizado en los más desfavorecidos. La reforma agraria, iniciativa del Gobierno del Presidente Frei Montalva, se aplicó con mayor intensidad ampliándose a los pueblos indígenas a través de la recuperación de miles de hectáreas de tierra,  devolviendo así la dignidad a los campesinos y pueblos originarios sometidos a un régimen laboral de tipo feudal.  

Su política exterior fue exitosa, Chile amplió sus vínculos diplomáticos, tuvo buenas relaciones con los países limítrofes y acercó al Tercer Mundo. Las relaciones con el Gobierno norteamericano, no obstante, fueron tensas. 

La aplicación del plan de Gobierno fue exitosa particularmente en su primer año según demuestran los indicadores de la época, lo que se tradujo en mayor bienestar social y en el aumento de la producción y del comercio. Adicionalmente se planteó la supresión de los sueldos altos en la administración del Estado, la rebaja del precio de los medicamentos y mejorar las pensiones, iniciativas hoy demandadas por la ciudadanía, y más vigentes que nunca. Consciente del éxito, quienes detentaban el poder económico boicotearon la economía disminuyendo la producción, generando desempleo y ocultando productos de consumo, lo que creó desabastecimiento. Por su parte el Gobierno de Estados Unidos implementó un plan de desestabilización del Gobierno que presidía Salvador Allende para justificar el golpe de Estado junto con parte de la oposición.

No obstante, se cometieron errores, entre otros, no hubo un manejo cuidadoso de la economía, ni una estrategia única para cumplir con los propósitos del programa de Gobierno, el que si bien incrementó el apoyo social de un 36,2% el año 1970 a un 44% en las elecciones de marzo de 1973, no logró una alianza con el centro político ni con una mayoría importante de la clase media para ampliar la base social de apoyo a la nueva experiencia. Al contrario, se creó una importante polarización. Pero tales errores no justifican el golpe de Estado que truncó esta experiencia ni la dictadura cívico militar que le siguió, signada por una sistemática y grave violación de los derechos humanos y la implantación de un sistema económico cuyas bases explican de manera importante la crisis social que vive Chile en la actualidad. 

Hoy el país atraviesa por una pandemia que afecta la salud de la población y la economía, fenómeno que ha hecho más evidente las desigualdades que existen en la sociedad chilena, encontrando entonces las ideas y planteamientos de Allende más cabida que nunca. Anteriormente el “estallido social” develó falencias de nuestro modelo de desarrollo, de nuestra democracia y de las instituciones del Estado que es urgente resolver. Al respecto considero importante reflexionar críticamente sobre nuestra historia y recoger las experiencias que pueden servirnos para  construir un mejor país, sin pretender aplicarlas mecánicamente en contextos distintos. Por ello he traído a colación la figura de Salvador Allende y sus ideales recordando el día de su nacimiento. 

Salvador Allende ha trascendido las fronteras de Chile. En la gran mayoría de los países se le rinden homenajes, se levantan estatuas, se coloca su nombre a parques, plazas y calles. En Chile es respetado por la juventud y por amplios sectores del pueblo. 

Querido padre hoy te recordamos con emoción y orgullo, por todo lo que le entregaste a tu familia y a tu pueblo, que mantiene hasta hoy tu memoria y legado.

                                                                                                                                                 

   Senadora Isabel Allende Bussi        

Te puede interesar