Rousseau

Columnas 23 de abril de 2023 Por Jorge Barrera
“Según la buena opinión de Rousseau, La República de Platón no representa una obra política, pero si lo más bello tratado sobre educación, que jamás fue escrito. Probablemente, también es el libro pedagógico sobre el cual hay mayor número de comentarios, siendo considerado, hasta hoy, uno de los marcos inquebrantables de la filosofía y pedagogía occidentales.” (Winfried, Böhm)
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Juan Jacobo Rousseau nació en Ginebra el 28 de junio de 1712. Su familia no venía del campo académico, sino de pequeños artesanos, era hijo de un relojero, la mayor parte de su educación no fue sistemática sino que fue  desordenada y caprichosa. Su madre muere a los pocos días de haber dado a luz y su padre lo educa en casa leyendo con él novelas sentimentales y las Vidas de Plutarco. Es abandonado por éste a los diez años de edad, siendo acogido por su tío y enviado a vivir en casa de un clérigo. Por primera vez, recibe, entonces, una educación escolar. Vuelve a Ginebra y trabaja como aprendiz de escribano y de grabador,  pero,  pronto abandona la ciudad, a los dieciséis años. Fue entonces que huyó de Ginebra, y después de numerosas peripecias y ocuparse en varios empleos (entre otras fue camarero en Turín) encontró refugio en casa de Madame de Warens, que le sirvió de madre, amiga y amante. Ella ejerció un importante influjo,  que fue decisivo en su vida. Probablemente en esos años leyó a los principales filósofos de su tiempo.

En 1741 se domicilió en París, donde años más tarde entró en relación con los filósofos, especialmente con Diderot. Fue, precisamente,  al dirigirse a visitarlo, cuando Diderot había sido encarcelado arbitrariamente, que Rousseau leyó (1749) en el "Mercure de France" el tema propuesto por la Academia de Dijon para un concurso: "¿El progreso de las ciencias y de las artes ha contribuido al mejoramiento de las costumbres?. Esto para  significo para él,  su “camino hacia Damasco”. Lo inspiró para la escritura del libro: “El Discurso sobre las ciencias y las artes”, publicado un año después (1750). Está obra constituyó un gran éxito y le abrió las puertas y el reconocimiento de los intelectuales de su tiempo.

En París en 1744  colabora con artículos para la Enciclopedia.

En 1745 conoció la la compañera de su vida, Teresa Levasseur, una mujer analfabeta, considerada “ordinaria e inculta”. Más tarde la tomará como su esposa y  no se separó de ella hasta su muerte. Con ella tendrá cinco hijos que serán depositados en la Maternidad pública.

Después de permanecer algún tiempo en Ginebra, donde sus rarezas y carácter retraído le acarrearon muchos enemigos, fijó nuevamente su residencia en París, en una casa que Madame d'Epinay puso a su disposición, junto al bosque de Montmorency; más adelante   fue huésped del Mariscal de Luxemburgo, en su castillo de Montmorency (1758-1762). En este período escribió y publicó sus obras fundamentales: la Nueva Eloísa, el Contrato Social y el Emilio. Luego de la publicación de esta última obra (1762), que fue condenada por ser considerada impía. Motivo por el cual, Rousseau se vio obligado a huir de Francia. Expulsado de varios sitios, aceptó en 1765 la hospitalidad que Hume le ofrecía en Inglaterra; pero pronto chocó con el filósofo, al que acusó de conspirar con sus enemigos. Vuelto a París, llevó una existencia inquieta y atormentada que describió en los Sueños de un caminante solitario. Finalmente fue acogido en Erménonville por el Marqués de Girardin, y allí murió el 2 de julio de 1778.

En la Nueva Eloísa y en el Contrato social expone Rousseau las condiciones y el significado del retorno a la naturaleza de la sociedad familiar y de  la sociedad política respectivamente. En el Emilio, en tanto,  formula las mismas condiciones para la educación del individuo, está, en cambio,  es una obra de carácter filosófico y pedagógico .” Aquí todo depende de la educación. Por una parte la educación tradicional que oprime y destruye con una superestructura artificial la naturaleza primitiva, por la otra, intenta demostrar que  es menester sustituirla por una educación ”que se proponga, como único fin, la conservación y refuerzo de tal naturaleza.” (Abbagnano, Nicolás, 1994)

La obra de Rousseau tiene como finalidad el análisis  del contraste entre el hombre natural y el hombre artificial. En esa relación privilegia a la naturaleza y considera que la sociedad corrompe al hombre. El supuesto del filósofo es que el ser humano es por naturaleza “ bueno” y que los vicios y defectos se desarrollan al pasar del estado natural al estado social.

“Todo es perfecto cuando sale de las manos de Dios, pero todo degenera en las manos del hombre. Obliga a una tierra a que dé lo que debe producir otra, a que un árbol dé un fruto distinto; mezcla y confunde los climas, los elementos y las estaciones, mutila su perro, su caballo y su esclavo; lo turba y desfigura todo; ama la deformidad, lo monstruoso; no quiere nada tal como ha salido de la naturaleza, ni al mismo hombre, a quien doma a su capricho, como a los árboles de su huerto.”(Rousseau, 1762)

El filosofo realiza un análisis crítico de los logros de la civilización. Considera que los bienes que la humanidad cree haber conquistado, los tesoros del saber, del arte, de la vida refinada no han contribuido a la felicidad,  ni a la virtud del hombre, sino que lo han alejado de su origen y extraviado de su naturaleza. Las ciencias y las artes deben su origen a nuestros vicios y han contribuido a reforzarlos.

“Muchos de los consejos prácticos de educación dados por Rousseau no son de él, pero hacían parte del patrimonio común de la Pedagogía inclinada a la reforma de su época.” (Bohm, Wiifred. 2010).

Sin embargo su pensamiento se diferencia de los iluministas por el valor que le asigna a la dimensión afectiva, el hombre no es solo razón, sino también es instinto.

 “Rousseau parece romper en este punto con el ideal iluminista. La naturaleza humana no es razón; es instinto, sentimiento, impulso, espontaneidad. La misma razón se extravía y se pierde, si no tiene por guía el instinto natural” (Abbagnano, 2010)

“Si queréis formaros una idea de la educación pública, leed la República, de Platón. No es, pues, una obra de política, como piensan los que juzgan los libros por su título, sino es el más excelente tratado de educación que se haya escrito.” (Rousseau, 1762)

El verdadero estudio que realiza el filosofo de Ginebra.  es el de la condición humana. Según Rousseau, aquel de nosotros que mejor sabe sobrellevar los bienes y los males de esta vida es, a su parecer, el más educado, de donde se deduce que la verdadera educación consiste menos en preceptos que en ejercicios. Considera que desde que empezamos a vivir, comienza nuestra instrucción, así mismo,  nuestra educación se inicia simultáneamente con nosotros; nuestro primer preceptor es nuestra nodriza. Hay que recordar uno de los significados que poseyó  la palabra educación,  antiguamente,  un significado que ha desaparecido; quería decir alimento.

Rousseau, probablemente por primera vez, tematiza la educación como objeto propio. Al contrario de sus predecesores, el no la trata más, desde el punto de vista teórico, como un anexo de la Filosofía o de la Teología, y, en términos de contenido y práctica, como una función religiosa o político social cualquiera, por lo tanto, no como " estando a servicio de cualquier cosa". La determinación del hombre se torna un factor determinante de la educación: "En el orden natural, siendo los hombres todos iguales, su vocación común es el estado del hombre; y quien quiere que sea bien educado para ésta, no puede desempeñar mal las que con ése se relacionen. ( ...) Vivir es el oficio que le quiero enseñar" (Obras completas, tomo IV, p.251).

En conclusión, para este breve artículo: Rousseau no desarrolló la idea pedagógica en forma de un sistema cerrado, pero él presenta los temas pedagógicos en un filosofar abierto, repleto de ideas fermentales y también de paradojas.

Bibliografía

Abbagnano, Nicolás.(1994).  Historia de la Filosofía.  Hora, S.A. Barcelona. España  

Bohm, Wiifred. (2010) . La Historia de la Pedagogía Desde Platón hasta la actualidad.- Eduvim. Cordoba, Argentina.

Ocaño, Joni Ramón. (2010). Teorías de educación y modernidad .Editorial Grupo Magro. Montevideo.

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