"Arbeleche debería tener presente que no es solamente Ministra de Hacienda, sino también de Economía"

Opinión 09 de febrero de 2021 Por Pablo Ferreri
Ayer, asistimos a una larga conferencia de prensa de la ministra. En su extensa comparecencia demuestra con orgullo el cumplimiento de los objetivos fiscales, los cuales son su prioridad desde la campaña electoral de 2019...
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Pablo Ferreri, ex Subsecretario de Economía

Y esto en si mismo es un grave error, no se puede tener en 2021 los mismos objetivos que en materia económica que se tenían en 2019, ignorando por completo que en el medio ocurrió (y aún ocurre) una pandemia global  con efecto gravísimo en materia social y económica.

No incorporar este brutal cambio de contexto en el análisis y por lo tanto cambiar las respuestas desde la política económica es de por sí muy preocupante. 

En segundo lugar es muy alarmante el enfoque reduccionista, de la ministra preocupada solamente por la variable fiscal, debería tener presente que no es solo ministra de Hacienda, sino también, y fundamentalmente, de Economía.

Hablar de déficit fiscal sin incorporar la dimensión de la producción, del empleo, del consumo, del ingreso de los hogares y demás variables económicas fundamentales es un profundo error y demuestra que no hay un plan integral en materia económica. 

Por ejemplo, festejar el deficit fiscal cuando hay entre sesenta y cien mil uruguayos comiendo en más de 200 ollas populares y faltan respuestas para apuntalar a las pequeñas y medianas empresas (lo cual es reclamada incluso por los socios de la colación que gobierna), o un rumbo claro para reactivar la economía (que en 2020 caerá casi un 6% y no un 3,5% como previó la ministra) como reclaman quienes proponen planes de inversión pública en infraestructura, implica una mirada hemipléjica y un tanto desconectada de la realidad que sufren miles de uruguayos.

El gobierno se enfoque en ese enfoque reduccionista, a contra pelo de lo que se está haciendo en todo el mundo,  tan es así que según el monitor fiscal del FMI de enero de 2021, el déficit fiscal del mundo en su conjunto pasó de un 3,8% del PBI en 2019 a un 11,8% en 2020, esto incluyendo a gobiernos más o menos liberales, más o menos promotores de lo público.

No solo no se puso dinero para afrontar la pandemia, sino también se redujo drásticamente la inversión pública, la cual en el Gobierno Central-BPS cayó un 7,7% en 20, en términos reales. 

Urge conocer cuál es el rumbo de la política económica que seguirá el gobierno para hacer crecer la economía y sostener a los más afectados por la pandemia, la ausencia de la misma solo genera incertidumbre, en los agentes económicos que toman decisiones de inversión y generan empleo. La ausencia de rumbo no le sirve a nadie ni siquiera a los malla oro.

La Semana en Medio Mundo

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