Filosofía y doxografía para profanos

Columnas 11 de enero de 2021 Por Jorge Barrera
En esta primera entrega de la serie vamos a referirnos al comienzo de la filosofía. La primer pregunta que debemos realizarnos es ¿Dónde se originó la filosofía?
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La escuela de Atenas

Mientras la Filosofía hace referencia a un saber racional, que utiliza el análisis y la reflexión como herramientas y que podemos decir, además,  que es radical en su búsqueda, ya que no da nada por supuesto y se dirige a la raíz de los problemas, la doxografía se apoya en la opinión, en los relatos y  la tradiciones biográficas de personajes destacados, algunos de los cuales, además fueron filósofos. Parece interesante ilustrar con algunos datos biográficos el pensamiento, que por si solo, podría resultar árido al no iniciado en esta disciplina. Por lo tanto, considero que filosofía y doxografíá componen un buen binomio que ayudará  a recordar a los pensadores más importantes, por eso, es que me pareció un buen nombre para un espacio donde, además de tratar de aportar algunas informaciones y reflexiones filosóficas, se pueda condimentar con algunas anécdotas y leyendas sobre los filósofos. Espero que sea de vuestro agrado.

La filosofía, su comienzo.

Los historiadores dan variadas respuestas que se  pueden agrupar en dos vertientes:

1) Los que atribuyen a la filosofía un origen oriental.

2) los que consideran que la filosofía surgió en Grecia.

La primera hipótesis es cuestionable, en tanto los conocimientos que poseían los pueblos orientales, no se distinguían del mito y  la religión y no se apartaban de una finalidad instrumental. Por ejemplo la geometría en Egipto tenía la finalidad de medir las parcelas de tierra y  la astronomía babilónica se confundía con la astrología. Por tales motivos, parece más consistente la teoría de que la Filosofia surgió en Grecia.

Entre quienes aceptan esta segunda  posición, sin intentar abarcar todas las respuestas, podemos distinguir, a su vez, tres posturas.

1.    La explicación de J. Burnet. Este autor habla de lo que el llamó “el milagro griego”, postura que prescinde de las condiciones materiales y también de la evolución progresiva del pensamiento,  en resumen explica el surgimiento de la filosofía por la genialidad griega y la genialidad griega por la filosofía, cayendo, a mi juicio,  en “la falacia de petición de principios” .

2.    La explicación de F. M. Cornford. Este estudioso parte de la hipótesis de que el desarrollo del pensamiento filosófico,  surge  a partir del pensamiento mítico y religioso. La filosofía se encontraba “avant la lettre” en Hesiodo y en Homero. analiza también cómo algunos de los conceptos que serán fundamentales posteriormente en la filosofía, tales como,  [ moira (hado, destino), diké, (justicia), physis, (naturaleza), ley, dios, alma, etc.] proceden directamente del pensamiento mítico-religioso griego.

3.    Por último la explicación de J. P. Vernant, quien incorpora en su análisis,  importantes factores  derivados del contexto sociocultural, político y económico de la época para explicar cómo se produjo  este paso “del mito al logos”; la racionalidad fue posible debido a un conjunto de condiciones ideológicas y materiales. Se produjo en Grecia,  en lugar de en otra civilización de la época, debido a las condiciones particulares del pueblo griego, como por ejemplo: la inexistencia de una casta sacerdotal, la figura del sabio, el predominio de la ciudad, la transmisión pública del saber, la libertad individual y el desarrollo de la escritura. Estas condiciones son las que  hacen posible la puesta en entredicho de las explicaciones cosmológicas y su sustitución por una forma de pensamiento que no entrañe la creencia y la superstición propias de los pensamientos mítico y religioso.

Podemos decir que lo que hoy  llamamos “Filosofía” surgió en la antigua Grecia.

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Mileto – hoy en ruinas-  es una ciudad de Asia Menor, actual Turquía, situada en la costa de Anatolia, cerca de la desembocadura del río Meandro en la antigua Caria.

Este lugar estuvo habitado desde la Edad de Bronce y constituye uno de los lugares más importantes de la antigua Grecia. Esta ciudad operaba como una “factoría” o  lugar comercial, donde se reunían diversas civilizaciones a traer sus productos, seguramente,  el tráfico de mercanías abrió la posibilidad al tráfico de ideas, convirtiéndose en un lugar fermental donde confluían diversas cosmovisiones.

Es en ese contexto es que debemos situar la figura de Thales. Matemático, astrónomo físico. Thales de Mileto se preocupó en primera instancia por buscar  lo que los griegos llamaron “arjé”. Este término hace referencia a un principio activo, presente en todas las cosas, que explica la generación, la permanencia y la continuidad de la materia. Para Thales el “arjé” era el agua. Quizás debido a la importancia de este elemento para una civilización de cara al mar, o  por que lo húmedo genera vida como el semen o las semillas.  Este principio explica el cambio y la permanencia, otra novedad del pensamiento griego, al descubrir que las cosas se modifican pero, sin embargo,  hay algo que permanece y le da continuidad a la realidad.

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Los griegos introdujeron el concepto de “cosmos” (orden) , oponiéndose al “caos” (desorden) . Esta forma de explicar el mundo da origen al pensamiento científico tradicional, que parte del supuesto de que se pueden “descubrir” leyes en la naturaleza;  el estudio de tales regularidades permite, no sólo explicar los fenómenos, sino también, predecirlos. El otro concepto fundante del pensar filosóficos es el de “logos”, oponiéndose al “mito”. El logo permite la construcción de un pensamiento en el que otro descubrimiento griego: “la razón” juega un papel fundamental en la comprensión de la realidad. La razón renuncia al recurso a entidades sobrenaturales para explicar el origen, y a la  lógica ambivalente, que es la que  permite que el mismo elemento o la misma entidad se comporte ya sea como un dios, ya sea como un elemento natural.

En resumen, podemos hablar de pensamiento filosófico en la medida que existe un fundamento  lógico, que no admite la contradicción; un lenguaje que le quita ambigüedad y vaguedad a los discursos y evita caer en el pensamiento anfibológico y una epistemología que fundamenta la realidad en la observación.

¿Qué nos puede contar “la doxografía” de Thales?

 Thales, según Diógenes Laercio nació en el año 640 A.C., durante la Olimpiada 35. Es considerado uno de los siete sabios de Grecia,  según Herodoto sería de ascendencia fenicia, quizás debido a que atrajo la atención de los milesios sobre la importancia de  la    “Osa Mayor” para la navegación, de la que antes se valió ese pueblo navegante en sus incursiones marítimas.

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Son muchas las proesas que se atribuyen a Thales, entre otras,  descubrió las propiedades de la piedra imán, quizás debido a ello, decía que el universo estaba lleno de “dioses”. Cuando Creso llegó al río Halis, no sabiendo como pasar el río su ejercito, Thales, presente en el ejercito, hizo que el río que corría a la izquierda del ejercito, fluyera también a la derecha; y lo realizó de la siguiente manera: hizo cavar una zanja profunda, de modo que el río comenzó a correr por detrás  del ejército y que una vez pasado el campamento volviera a su cauce original. De ese modo el río quedó dividido en dos brazos, ambos vadeables.

 Midió la altura de la  pirámide de Keops, aplicando el principio de la proporcionalidad. Para ello, calculó la longitud de una vara y la proporción con la sombra que proyectaba,  luego mididendo la longitud de la sombra de la pirámide, dedujo con exactitud su altura.

Predijo con notable exactitud un eclipse, según Plinio en la olimpiada 48, el día 28 de mao del 585 A.C.

Diogenes Laercio cuenta que cuando le reprochaban la inutilidad de la filosofía, debido a su pobreza, observando los astros pudo vaticinar que se avecinaba un año muy favorable para la producción de aceitunas, Thales rentó todos los molinos de la zona, cuando la cosecha fue abundante, volvió a alquilarlos a terceros, obteniendo grandes ganancias.

Se cuenta también que cierto día, mientras observaba el cielo, cayó en un pozó que pasó inadvertido, viéndolo una sirvienta Tracia, se burló del sabio diciendo: “Quiere ver lo que está más lejos y no ve lo que está más cerca.”

A cargo del lector, quedan las conclusiones.

Bibliografía.

Burnet, J. (1930), Early Greek Philosophy. Londres

Francis M. Cornford. Antes y después de Sócrates. Editorial Ariel.  
Diogenes Laercio. Vida de los filósofos más ilustres. Luarna Ediciones. España
Mondolfo, R. (1983), El pensamiento antiguo., 2 vols. Buenos Aires: Editorial Losada

Kirk G. S y Raven, J.E. (1981).  Los filódofos presocráticos.Gredos. Madrid.

Vernant, J. P.  (2013): mito y pensamiento en la grecia antigua, Ariel.

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