El penoso papel de picador que se usaba en el toreo, que el director del semanario Voces se ha atribuido para iniciar los ataques a Gustavo Salle, −“Este año tenemos a un bufón con megáfono que va a hablar de todo un poco…”− ingresado al ámbito parlamentario, deja ver los recursos de que se van a valer para quitar del medio al recién ungido parlamentario.
La responsabilidad social de las empresas en el ámbito de los DDHH y el rol del Estado
Es muy importante marcar claramente la diferencia que existe cuando hablamos de derechos humanos en el entendido de que es sabido que los DDHH no son opcionales, son una garantía social común y colectiva.
Columnas14/08/2020 Víctor Da CostaExisten numerosas diferencias entre un modelo empresarial basado en la responsabilidad social empresarial y otro que base su plan estratégico empresarial en responsabilidad en DDHH. Cuando hablamos de responsabilidad social empresarial lo hacemos desde una óptica que particularmente tiende a sustentar la importancia de posicionar adecuadamente a la empresa a través de acciones comprometidas voluntariamente. Acciones comprometidas con su entorno, con relación al medio social y económico de los lugares donde operan. La motivación aparente podrá ser la colaboración al desarrollo de estas comunidades, pero también esto va muy próximo a aspectos como el impacto social, medioambiental e incluso político, y también a la licencia social para operar. Para dimensionar lo anterior, podemos efectuar un ejercicio de imaginar la dimensión entorno a, por ejemplo, el impacto social, medioambiental y político en el ámbito de la minería empresarial; y/o poner como ejemplo la licencia social que sostenga una inversión en industria extractiva.
En esas formas que las empresas encuentran para contribuir voluntariamente en el desarrollo de sus comunidades y particularmente en Latinoamérica, es observable, un mecanismo que tiende a: por un lado acciones de alguna manera casi filantrópicas, y por otro, cierto posicionamiento social en un mercado determinado. En muchos países podemos ver relatos, anuncios y campañas que hablan de las buenas causas, de las buenas acciones que apoyan tales o cuales empresas; desde luego no existe nada malo en ello. No hay nada erróneo, equivocado y menos siniestro en el hecho de que una empresa decida voluntariamente cooperar para satisfacer necesidades de sus comunidades, de su entorno de acción. En definitiva, toda contribución al desarrollo también es contribución a la consolidación, de una forma u otra, de derechos.
Lo que distrae en todo esto y que no puede pasar desapercibido en el murmullo, es que la colaboración proactiva y voluntaria, no sustituye nunca la garantía que existe en el marco del cumplimiento de los derechos. Los DDHH existen y han sido reconocidos por los Estados a nivel internacional, y no dependen necesariamente de la buena voluntad del sector privado, o de actores privados, para ser respetados o cumplidos. No es posible pensar y menos concebir acciones reales en las que la empresa tenga la opción de decidir si respeta o no los DDHH; no existen ritmos trepidantes ni aristas disímiles en este sentido.
La posibilidad de poder ensamblar todas las piezas radica en que, justamente, es cuestión de integrar esta visión en la lógica de modelo de negocio empresarial, es un debate necesario para poder situar colectivamente esta cuestión. Se deberá pasar de aquellas manifestaciones declarativas de apoyo a ciertas causas, que muchas veces queda en la acción verbal o incluso en acciones prácticas pero aisladas, a un concepto más digno de organización para el desarrollo con cooperación a través de una conducta empresarial responsable que genere un concepto distinto, pero también una mecánica de acciones distintas.
Cuando hablamos de responsabilidad de las empresas en materia de DDHH debemos comprobar esa responsabilidad mostrando acciones para cumplir y respetar; con un enfoque sustancial en la prevención y no simplemente en acciones declarativas de buenas intenciones, contribuciones a causas sociales aisladas o actos de reparación.
Otra diferenciación necesaria podrá ser y, creemos de utilidad práctica, interpelar conceptos como responsabilidad y filantropía, responsabilidad y generosidad. No pueden ser validadas socialmente como iguales las donaciones altruistas, la filantropía corporativa, o la solidaridad empresarial. Ámbitos tan diferentes que, curiosamente, pueden generar confusión; una confusión muchas veces interesada. A escala mundial, las organizaciones y sus partes interesadas son cada vez más conscientes de la necesidad y los beneficios de un comportamiento socialmente responsable, y la importancia de contribuir al desarrollo sostenible. A modo de ejemplo, el ISO 26000, que es un estándar de una organización privada de organización internacional de la estandarización, distingue claramente entre responsabilidad y generosidad, incluso de ello se desprende por añadidura que la responsabilidad no debe estar enmascarada por la generosidad. Por consiguiente, las acciones, justas y validas de solidaridad o filantropía corporativa, no deben enmascarar un discurso contaminado de opacidad en cuanto a que acciones de responsabilidad y que comportamientos empresariales responsables se llevan acabo. Y mucho menos generar dicotomías para la planificación estratégica de un plan en responsabilidad de las empresas en DDHH.
Tampoco pasa este tema por una oposición entre libertad y responsabilidad de la empresa, no se sustentan estos principios en la incompatibilidad irresoluble de globalización y DDHH, de libertad y responsabilidad social, o incluso de responsabilidad individual y compartida, todo lo contrario. Muchas voces de las escuelas liberales podrán llevar, y más hoy día al extremo más purista el concepto de la libertad, cuestión que nos llevaría a descartar cualquier idea de prevención, invalido absolutamente ya que no sólo la realidad coyuntural nos lo imprime a diario, sino que también el modelo social contemporáneo nos asume como tal; a esto, hoy en cualquier reglamento jurídico la prevención no deja de estar presente, en especial en materia de DDHH. Se avanza a diario en la especificación de los componentes preventivos del derecho internacional de los DDHH. La prevención, al fin y al cabo, es ese filtro práctico por los que deben necesariamente pasar los conceptos jurídicos al articularse con la realidad material de las cosas.
Es así entonces que creemos necesario un diálogo social sobre estos temas, que no pretenda otros fines que aquellos que harán posibles la sostenibilidad de los recursos nacionales, del poder de trabajo de nuestra gente y de la generación de fuentes de empleo genuino. Un diálogo que sin lugar a dudas necesita muchas partes, y en ellas, sin lugar a dudas también a la educación técnica y tecnológica. El rol del Estado será entonces el perseguir estas políticas que perduren y trasciendan a los gobiernos, y será responsable del llamado a la construcción de las mismas con participación social, transparencia y ética pública.
Desde finales del siglo XX, el concepto de comunicación estratégica ha estado presente a lo largo de la historia llegando a obtener con el tiempo un papel relevante en las distintas guerras, desde la Primera Guerra Mundial hasta el final de la Guerra Fría.
Tal vez demostrando cierta predisposición a la solidaridad, a la piedad, a la justicia, muchas personas y de muy variado origen y situación condenan las atrocidades con que Israel, su gobierno y dirección política y religiosa –con enorme apoyo popular–, llevan a adelante la masacre del pueblo palestino.
Se dice, desde hace mucho tiempo, que el gran problema del Frente Amplio es que vota mal en el Interior. Se dijo, se dice, se repite y se vuelve a decir. Es una “cantarola” que aburre. Pero, ¿será verdad que pasan los años y todo sigue igual?
Uruguay ante el genocidio ISRAELÍ cada vez más “a la vista deL PÚBLICO”
Es sumamente penoso ver el grado de abdicación y sumisión mental (no sabemos si también material, pero con el primero ya tenemos motivos de preocupación) de los referentes y líderes de todo el espectro político principal de nuestro país
Si usted quiere saber dónde ganó, por cuanto, cómo o lo que sea, ya fuese Orsi, Cosse o Lima, cuáles fueron las 10 mejores, las 5 peores listas o algo por el estilo no pierda tiempo. Deje de leer porque de esos temas no vamos a decir nada. Levantemos la mira: hablemos del Frente Amplio que es la única esperanza del pueblo uruguayo para lograr su bienestar.
En el marco de los seminarios de Educación en Derechos Humanos del IFD de San José se desarrolló, el día Miércoles 26 de junio, a la hora 18, en el salón de actos, un conversatorio con el título: “Eutanasia, un enfoque médico, histórico y filosófico”. La actividad estuvo a cargo de la Doctora Esther García y quien escribe este artículo: Prof. Mag. Jorge Barrera.
Hoy no es una fecha más en las efemérides de nuestra historia contemporánea, recordamos el comienzo de un período extensamente lóbrego para el pueblo uruguayo: 27 de junio de 1973, fue el día en que las libertades dejaron de existir; en que los derechos fueron pisoteados por el feróz atropello cívico-militar; un día impune, en el que todos los derechos legítimos de los ciudadanos fueron borrados; un día que consignó la prepotencia del poder de Estado en manos de los dictadores, y también, estableció quienes desde el poder alimentaron de forma progresiva a los conspiradores, que terminaron consumando la traición a la República.
Voy a comenzar como en todas mis intervenciones políticas, celebrando la Unidad, parafraseando a mi referente político, Felipe Michelini, ”Les pido el voto para el Frente Amplio, para cualquiera de los candidatos a diputados de esta fuerza política, porque todos los votos al frente son buenos”, cualquiera de los compañeros que tenga el privilegio de ser electo legislador va a cumplir una tarea excelente.
La Urgencia del Regreso del Frente Amplio: Una Necesidad para la Economía y la Realidad Social Uruguaya
El próximo domingo se vislumbra como un momento crítico para el futuro de Uruguay. La posibilidad de que el Frente Amplio obtenga un gran triunfo con mayoría parlamentaria no es solo un anhelo político: es, en realidad, una necesidad imperiosa para devolver a la economía y la realidad social del país el rumbo que ha perdido bajo la gestión del actual gobierno.
Son para hablar cara a cara, cuando hay buena fe de ambos lados. Con el vecino, la amiga, el primo, los compañeros de trabajo, los padres de la escuela o la abuela. Claro que existen mucho más que diez motivos para votar al Frente Amplio, en cualquiera de sus listas. Pero acá compartimos suficientes para acercarse a quienes no deciden hasta último momento y todavía están dispuestos a escuchar.
La meta está a la vista. Llegada dice el cartel en la esquina. Aunque es una llegada muy diferente a otras elecciones. Ningún partido político logró conquistar, como en otras ocasiones, a su electorado para ganar con ventaja sobre su oponente. No recuerdo una elección con tantos partidos políticos.
“La vida solo se puede entender hacia atrás, pero debe vivirse hacia adelante”. Søren Kierkegaard
Ya pasaron las elecciones generales del 27 y salieron electos los legisladores del periodo 25-30. ¿Y ahora qué? No es el poder, ni político ni el económico, el que ganará el Frente Amplio, pues solo ganó una rama del legislativo. El Senado. La coalición de gobierno, perdió sus amplias mayorías en ambas cámaras.
Quién iba a pensar que se lograrían 16 senadores, 48 diputados, ser la primera fuerza en 12 departamentos, Durazno y Tacuarembó haciendo historia y saber que hay 80.000 votantes que ya apoyaron a la fórmula frenteamplista en el balotaje del 2019 y hoy están esperando que los vayamos a buscar para darnos el triunfo!
En octubre de 2024, el gobierno del Reino Unido anunció la devolución del archipiélago de Chagos, bajo la jurisdicción de Mauricio. La devolución del archipiélago es reclamada por Mauricio, desde su independencia del imperio británico en 1968. Chagos fue escindido de Mauricio en 1966 violando el Derecho Internacional. La usurpación británica se debió al arrendamiento a EEUU para la instalación de una estratégica base militar en la isla Diego García, que es operada conjuntamente por ambas potencias.
La situación mundial se presenta ominosa. La humana, más problemática, si cabe.
El penoso papel de picador que se usaba en el toreo, que el director del semanario Voces se ha atribuido para iniciar los ataques a Gustavo Salle, −“Este año tenemos a un bufón con megáfono que va a hablar de todo un poco…”− ingresado al ámbito parlamentario, deja ver los recursos de que se van a valer para quitar del medio al recién ungido parlamentario.