Una identidad plausible

Columnas 29 de julio de 2020 Por Víctor Da Costa
Hoy, y como es sabido, más de mil millones de personas encuentran cambios sustanciales en sus vidas por la afectación de la COVID-19. El Coronavirus protagoniza una pandemia que está batiendo todo tipo de cifras y pronósticos en lo que refiere a lo sanitario, biológico y económico, pero por sobre todo, en lo social y emocional.
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Una identidad plausible Por Victor Da Costa

En tan solo meses las escalas de afectación han sido de magnitudes globales difícilmente preconcebidas; hoy por hoy transitamos épocas que nos deberían permitir alimentar listas propias y comunes, de buenos propósitos, como mecanismo instrumental y de reflexión para la acción posterior necesaria.

En materia educativa, y desde nuestra humilde perspectiva, nos es de imprescindible vitalidad reconocer y destacar a todas las comunidades educativas de nuestro territorio nacional, en el entendido de que, una vez más los trabajadores de la educación todos, demuestran a diario su basta capacidad de respuesta a las necesidades sociales y principalmente su inagotable compromiso ético y profesional. Ante la adversidad coyuntural de toda esta situación, la visión sigue siendo apostar a los procesos colectivos de construcción, con participación responsable y validación de las capacidades propias y colectivas; hechos que nos fortalecen y nos mantienen juntos apostando, como siempre, a seguir construyendo educación pública, democrática, estatal y liberadora.

Quedó ya en evidencia absoluta la presencialidad vincular, como ámbito central e insustituible desde donde se desarrolla el proceso de enseñanza y aprendizaje. Proceso único, que se sostiene gracias al vínculo pedagógico, afectivo y socio-emocional con los estudiantes, las familias, las comunidades, etc. No podemos, y menos debemos, hablar solamente de igualdad de oportunidades educativas sin tener en cuenta la desigualdad de condiciones de nuestros estudiantes, ya que no solo estaríamos poniendo en peligro la gratuidad sino también el libre acceso a la educación, y por ende el derecho a la misma. Asimismo nadie podrá desconocer las ventajas y posibilidades que nos generan las tecnologías. Las nuevas formas de acceso, los diferentes medios, las plataformas, todo ello coexiste en nuevas formas que seguirán en construcción permanente; su pertinencia complementaria también seguirá siendo construida y validada a medida que las partes involucradas, justamente, así lo entiendan.

“Hay que prestar a las actividades cotidianas la misma atención que a los acontecimientos extraordinarios” Harold Garfinkel

La crítica de Adam Ferguson al capitalismo y al mercantilismo, que en circunstancias fue rechazada por pensadores como Hume y Smith, pero que influyó más tarde en las ideas políticas de Hegel y Marx; nos centra en el abordaje desde una perspectiva social, en lugar de únicamente, desde la política o desde una visión económica. Ferguson abogaba por promover un espíritu cívico que animara a la gente a actuar por el interés de la sociedad en lugar del propio. Hoy, a excepción de pocos casos que confirman la regla, queda demostrado una vez más el pueblo uruguayo de la solidaridad, los trabajadores comprometidos y conscientes de ser partícipes activos en la transformación social, y en particular, en los trabajadores de la educación como creadores y creativos en innovación constante. A través de un cúmulo de ideas que yerguen ágilmente ante la adversidad, logran anteponerse y seguir constantes ante el desafío próximo.

“Ni la vida de un individuo ni la historia de una sociedad se pueden comprender, sin comprender ambas” Charles Wright Mills

Queda claro así, la existencia de una sociedad que se reconoce dentro de un Estado de Derecho, una sociedad uruguaya de normas y regulaciones sustentada en una institucionalidad propia que valora y que construye a diario; que estuvo y está dispuesta a defender y reivindicar. Una sociedad tan particular como cualquiera, pero que de forma natural lo considera justo y necesario, que también reconoce y aplica sus diversas formas de participación para la transformación social.

He aquí muestras que surgen a diario; estudiantes y docentes que trabajan juntos en la búsqueda de nuevas formas, en desarrollo de tecnologías y en la concreción de hechos que demuestran y reflejan los rasgos característicos que enaltecen la rica historia de la educación pública uruguaya. La UTU, la UTEC, la UDEALR con marcados ejemplos en este sentido, sin menoscabar otros.

Uno de los principales énfasis a futuro, estará entonces en determinar cómo interactúa, afecta, cohabita y condiciona la utilización masiva de internet y el paradigma de auge de las redes, plataformas y otros. Necesariamente, nos encontraremos a mediano plazo, con un apartado especial para lo relacionado con estos mecanismos y formas de participación y comunicación; también en cuanto a lo que a educación refiere, condición sine qua non para poder mejorar nuestras perspectivas nacionales con autenticidad y criterio.

Nuestra post-realidad, tiene cambios notorios pero seguirá incambiable en cuanto a que mantendrá pilares tan históricos como sólidos en: la solidaridad, fraternidad y calidez de nuestras costumbres; allí está la clave para seguir avanzando en una sociedad de derechos con justicia y sin postergados. Por lo tanto, toda decisión de gobierno ha de estar sujeta a procedimientos regulados por ley y guiados por el absoluto e irrestricto respeto a los derechos de las personas; por lo tanto el papel del gobierno ha de ser cuidar a su pueblo, y el del pueblo es construir músculo en herramienta social de raíces más profundas que permitan defender los derechos conquistados y generen un marco de pensamiento para la acción y el movimiento para seguir avanzando.

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