La educación y la modernidad

Columnas 02 de mayo de 2023 Por Jorge Barrera
La educación como la conocemos actualmente es un producto de la modernidad, su finalidad central es la formación del ciudadano. Los términos modernidad., moderno y modernismo, si bien están emparentados entre sí, tienen diferentes significados.
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Así mismo, el concepto de ciudadano, como la mayoría de las categorías sociales, es multívoca, no es lo mismo el concepto moderno de ciudadano, universal y  sujeto de derechos, que esa categoría en la antigüedad. Si bien, también tienen puntos de contacto. En este artículo trataré de caracterizar y delimitar estos conceptos, en relación con la educación,.

Si buscamos en el diccionario de la lengua española, la palabra “moderno”, encontraremos las siguientes opciones: significa: moderno, na Del lat. modernus 'de hace poco', 'reciente'. 1. adj. Perteneciente o relativo al tiempo de quien habla o a una época reciente. 2. adj. Contrapuesto a lo antiguo o a lo clásico y establecido.

Pero para una mejor comprensión se impone abordar -aunque de forma sucinta y esquemática- la modernidad o condición moderna y el modernismo. Estos conceptos  han sido en los últimos años motivo de discusiones acerca de su designación y demarcación,

Según Ocaño (2018):

Generalmente se aplica el término “modernidad” para designar cierta condición social con componentes sociales, culturales y económicos, un proyecto humano occidental que tiene ciertas características que lo definen. La modernidad “surge con la extensión del imperialismo occidental en el siglo XVI; el predominio del capitalismo en Europa del norte (...) a principios del siglo XVIl; la aceptación de los procedimientos científicos con la publicación de las obras de Francls Bacon, Newton y Harvey y, sobre todo, con la institucionalización de las prácticas y creencias calvinistas en el seno de las clases dominantes de la Europa septentrional. (p.28)

La modernidad busca sustituir la autoridad religiosa por una nueva, fundada en la ciencia y en la razón. Por eso son varios los pensadores que creyeron que era necesario dotar a los seres humanos de un método infalible que les permitiera conducirse acertadamente.

Barrera (2022) escribe en mediomundo.uy que Descartes : “Tenía la preocupación de poder encontrar un método, superador de la lógica aristotélica y que le diera la posibilidad no solo de no cometer errores, sino también, de construir conocimiento verdadero.”  Precisamente, a través del método, se  podría transformar la realidad. A partir de esta creencia se  llegó a considerar que la ciencia iba a eliminar todos los problemas de la vida humana.

Esta preocupación fue compartida por casi todos los pensadores de su época. Se partía del supuesto que si la razón era bien dirigida llevaría a la verdad y que el error no era “culpa” de la razón sino del modo de conducirla.

Sin embargo, la autoridad de la ciencia, reconocida por muchos filósofos de la época moderna, es algo muy distinto de la autoridad de la Iglesia, puesto que es intelectual, no gubernativa. Ninguna pena recae sobre los que la rechazan; ningún argumento de prudencia influye en los que la aceptan. Prevalece únicamente por su apelación intrínseca a la razón.

Hay aún otra diferencia respecto a la autoridad eclesiástica; ésta declara que sus afirmaciones son absolutamente ciertas y eternamente inalterables; las de la ciencia se hacen a modo de ensayo, sobre una base de probabilidad, y se las considera sujetas a modificación. Esto crea una disposición de ánimo muy diferente a la del dogmático medieval. Los conocimientos científicos son provisionales y están sujetos al progreso permanente. El inmovilismo de la edad media ha sido sustituido por una movilidad permanente y progresiva.

Kant ilumina con sus reflexiones este punto: “En la modernidad se vivía una tensión entre el dogmatismo y las nuevas ideas que habían puesto en duda todo,  el filosofo de Konigsberg, pasó por todas esas etapas en la constitución de su propio pensamiento, es así que expresó: “leyendo al David Hume, me desperté de mi sueño dogmático,” (Barrera, 2022)

Un segundo supuesto es la idea del progreso, atada a la concepción del sentido lineal y progresivo de la historia, concibiendo el futuro como dato “dado” de la realidad o como evento inexorable y no problemático (idea del progreso subsidiario de la tecnología).

Con la modernidad aparece el concepto de historicidad que aceptamos hoy.

A partir de esta creencia se elaboraron diferentes “Utopías”. En cada una de ellas se describía un futuro feliz, que inexorablemente llegaría.

Esta mirada positiva sobre lo moderno se puede considerar como modernismo,

Según Ferrater Mora (1984):

El vocablo 'modernismo' se entiende en dos sentidos: uno amplio y otro estricto. En un sentido amplio 'modernismo' designa toda tendencia a acoger y aun a exaltar lo moderno, sea éste lo que corresponde al período histórico llamado "moderno", o bien todo lo más nuevo y reciente de cualquier época. (p.217)

La educación se desarrolló con la modernización y en ese sentido fue parte de esta corriente modernista. En su versión más funcionalista estuvo al servicio de la democracia burguesa y el desarrollo del sistema capitalista.

En un celebre artículo llamado los gauchos José Pedro Varela decía:

No necesitamos poblaciones excesivas; lo que necesitamos es poblaciones ilustradas. El día en que nuestros gauchos supieran leer y escribir, supieran pensar, nuestras convulsiones políticas desaparecerían quizá. Es por medio de la educación del pueblo, que hemos de llegar a la paz, al progreso, y a la extinción de los gauchos. Entonces, el habitante de la campaña, a quien hoy embrutece la ociosidad, dignificado por el trabajo, convertiría su caballo, hoy elemento de salvajismo, en elemento de progreso, y trazaría con él, el surco que ha de hacer productiva la tierra que permanece hasta hoy estéril. Y las inmensas riquezas nacionales, movidas por el brazo del pueblo, trabajador e ilustrado, formarían la inmensa pirámide del progreso material. La ilustración del pueblo, es la verdadera locomotora del progreso

Como se lee en el artículo,  otro elemento central del pensamiento moderno es el valor del ciudadano en la esfera de lo político. Si el ciudadano debe elaborar las normas a las que se someterá, es necesaria la ilustración de los sujetos. Es así que surge la concepción, desarrollo y consolidación de un modelo ideal de organización política: la democracia burguesa, basada en la idea del ciudadano ilustrado y autónomo. La educación, entonces cobra un valor fundamental.

Por supuesto que no todas las voces coinciden en cantar loas a la modernidad,. Hay quienes han resaltado los problemas e injusticias que esta trajo, desde el control como nueva estrategia del poder, hasta la alienación producto de las nuevas formas de producción. Así mismo, también, desde el cine películas como “Metrópolis” o “Tiempos modernos”, mostraron sus discrepancias con las consecuencias de esta nueva organización social, desde la literatura las distopías como “el mundo feliz” de Huxley, desde la pedagogía las teorías críticas, son respuesta a estos nuevos tiempos. Pero eso es harina de otro costal...


Bibliografía

Abbagnano, N. (1994) Historia de la filosofía. Hora.

Barrera,J (28 de Noviembre de 2022 ). Descartes, la búsqueda del método. Mediomundo. Descartes, la búsqueda del método (mediomundo.uy)

Barrera, J. (21 de febrero de 2023 ).Kant. Mediomundo.KANT (mediomundo.uy)

Russell. B. (2014). Historia de la filosofía occidental.AlNoah

Ferrater Mora, J. (1984). diccionario de filosofía editorial sudamerican a

Ocaño, J. (2010).  Teorías de educación y modernidad. Grupo Magro

Parra, F (2004). Modernidad y Postmodernidad: Desafíos. Pharos . 11,  (1). 5-22

Varela,J (1abril de 865). Revista Literaria. LOS GAUCHOS (geocities.ws)

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