La LUC: Colonización; la traición a Artigas y la vuelta de Sarratea

Columnas 21 de marzo de 2022 Por Ismael Blanco
En próximas horas todos los compatriotas definiremos a través de nuestra libre voluntad, de qué forma, con qué valores, con cuántos derechos y cuántas garantías se habrá contar en nuestra patria por los próximos años.
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Artigas dictando a su Secretario

Decidiremos entre todos -como mujeres y hombres libres- cómo continuará nuestro presente, en diversos temas, todos ellos sensibles para la sociedad, pero en particular, cómo será el futuro de nuestra sociedad.  Decidiremos si estos artículos sobre los que nos pronunciaremos plasman o no, reglas iguales para todos; si el Uruguay seguirá siendo el que soñaron y construyeron nuestros padres y nuestros abuelos, criollos e inmigrantes; campesinos y labradores, obreros de los más diversos oficios, madres y abuelas que templaron familias enteras por generaciones. 

Entre esos temas decidiremos si estamos de acuerdo o no en la forma en que se fija el reparto de la tierra; sí tal como se legisló en la LUC, es la patria del hacendado; del “malla oro” -copyright presidencial-; “del aire libre y la vaca gorda” pero siempre ajena, o, si por el contrario, el Uruguay es una patria de todos y con todos.

Resolveremos si esta sociedad seguirá o no, manteniendo el rumbo de una patria orgullosa por sus normas de avanzada: “la suiza” como antes, o la “nórdica” como se referencia ahora, ninguna de las cuales se refleja en la LUC.

Y una de las tantas plagas que se volcaron en la pérfida norma se distingue por su sentido, contenido y razón de clase; me refiero a uno de los capítulos cuyo contenido jurídico refleja la más rancia y la más feudal de todas acepciones, en concreto al acceso, manejo, propiedad y acumulación de la tierra. 

Y en esta materia, nunca antes y de la peor manera, se expresa en una norma jurídica el retorno de los “Realistas” a la tierra de Artigas. 

Para hablar de la tierra y sus repartos en la LUC, no voy a usar mis palabras. Consecuente con lo que vengo diciendo, el Uruguay se fue construyendo por muchas generaciones; con victorias y derrotas por las que se pagaron un alto precio, y se expresan en la impronta de ilustrísimos representantes de nuestra historia; de ahí que me basaré en las palabras de Luis Batlle Berres sobre la necesidad y la creación del Instituto Nacional de Colonización, para lo cual citaré dos fragmentos en los que queda plasmada nítidamente la visión republicana del mismo.  

Dijo así: “El instituto de Colonización, va a llegar a ustedes y a todos los Departamentos, y fundamentalmente lo van a ver llegar ustedes a este Departamento de trabajadores, donde todavía hay Latifundios, donde la tierra no se a roturado, porque los propietarios no necesitan romperlas.  Ya lo dije yo en mi rápido y agradable trayecto de las Estaciones que me llevaron hasta la ciudad de Mercedes. Tuve el gusto de parar en todas para ponerme en contacto con todos los pueblos de todas las Estaciones. Sólo pasé velozmente por delante de la Estación de Bizcocho. Allí no había nadie que me esperara. ¿Opositores? NO. Lo que había eran dos propietarios que rodeaban la Estación. No habían rotulado sus tierras, y no había lugar para los campesinos. Lo que habían era, sin duda, atraso; lo que había era la expresión arbitraria de la riqueza, pero eso con el nuevo Instituto que hemos creado pronto se va a borrar, y yo aspiro, y puede ser que no esté muy lejano el día en que pueda llegar hasta la estación de Bizcocho para rodearme de los campesinos de los alrededores, propietarios de sus tierras,  para aplaudirme o para reclamarme pero será siempre expresión de trabajo y esperanza de la República” 30 mayo de 1949  (Discurso pronunciado en “El Pintado” Departamento de Artigas) 

 “La Ley de desalojos rurales se viene prorrogando desde hace varios años. Año a año se trata de resolver ese problema que ustedes sienten está aquí. Esta es una región donde hay mucha gente de pueblo que desean trabajar la tierra y no la tienen, a pesar de las inmensas extensiones que hay sin dedicarlas absolutamente a nada. Esto es verdad, no tiene explicación y el gobierno debe buscar encontrar solución a esta cuestión”…  y luego añade…”para que no sean esclavos, para que sean respetados por la autoridad, por los ricos”…. ( 7 de diciembre de 1963. (Discurso pronunciado al finalizar el Congreso de Concejales y Ediles de toda la República). 

Expusimos la clara visión de un demócrata, estas palabras tan claras y contundentes, fueron echadas por tierra 74 años después, con esta nueva legislación impuesta por la LUC, creando una realidad que constituye una afrenta a todos nosotros y en particular a las mujeres y hombres que trabajan la tierra sin derecho poseerla, instando a la acumulación de tierras en manos de unos pocos. 

Por estas horas, tomó estado público un informe del Instituto Nacional de Colonización en el cual se da cuenta de una Inspección realizada en un Latifundio; en tierras de los Senadores Manini, la Ministra Moreira y su padre, pero que en realidad son tierras de Colonización y por eso la Inspección del Instituto les exige el título.  

El descaro es tal, que en el lugar se encontraba a saber: un capataz, una cocinera que residen en “la casa del personal” y en otra construcción “muy modesta”, compuesta por un dormitorio y una sala comedor “viven” otros 5 asalariados rurales. Del baño no se sabe nada…será por aquello que a cagar al monte…

Ahora bien; los altos dirigentes Cabildantes son “arte y parte” en este tema, y votaron estos artículos que los benefician a ellos, como también al “ex colono” y hoy Secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, “pater noster” de la coalición gobernante. A fin de cuentas y con “la urgente consideración” del caso que el tema tiene para ellos; estos patrones de hacienda -que saben de chamuyo lo que es trabajar la tierra-, terminan destruyendo a fuerza de bala de cañón una hermosa construcción jurídica pensada para el campesinado. 

Por si esto no fuera demasiado, además de lo relatado, el artículo 358 de la LUC les saca la obligación a los colonos de residir y poblar la tierra, cambiando de esta forma la esencia misma del instituto, y todavía se agrava más el escándalo, porque habilita a tercerizar el trabajo del predio, es decir ni ser colono ya, si no patrón con tierras del Estado, que son tierras de todos y se utilizan para engrosar el patrimonio propio de unos pocos. 

Los padres de la LUC, destacados terratientes se jactan de ser buenos cristianos y ser pulcros concurrentes a las misas, confesiones y demás liturgias; sin embargo, les recordaría algún versículo Bíblico que seguramente se lo olvidaron en los reclinatorios de las iglesias: en los primeros versículos del Génesis …”Entonces Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara" (Génesis 2-15); “El labrador que trabaja la tierra debe ser el primero en recibir sus frutos” (Timoteo 2-6); también en El libro de  “Los Hechos” de los Apóstoles, en el que se relata la  vida de los primeros cristianos, nos dice:  “Nadie consideraba sus bienes como propios, sino que todo era común entre ellos; ninguno padecía necesidad, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían” (Hechos 4: 32-34); en igual sentido el Apostol Pablo a los Corintios, reafirma el criterio distributivo de la tierra y sus frutos: “No se trata de que ustedes sufran necesidad para que otros vivan en la abundancia, sino de que haya igualdad”… (2 Corintios 8: 13-14); En igual sentido,  Juan Luis Segundo, nos enseña que …”el derecho natural que tenemos sobre la tierra no se satisface cuando alguien, cualquiera, la posea..el derecho de propiedad, no es el derecho a que unos pocos individuos tienen sobre él, sino el derecho a que todos lo posean, en orden a ser plenamente humanos… es una condición  esencial para vivir una vida humana” (Antología del Pensamiento Crítico Uruguayo contemporáneo). 

Los hechos son contundentes; la vida siempre deja al desnudo a los oportunistas e inescrupulosos que se sirven de la buena fe de la gente. 

Estos dirigentes cabildantes como Manini y Moreira y otros coaligados fariseos “artiguistas” invocan a la patria y a su Procer para servirse de ella. Hablan de Artigas pero son como Sarratea

Tomen vosotros las mejores providencias para que marchen a mi Cuartel General con la distinción que no debe guardarse consideración alguna con aquellos que por su influjo y poder conservan cierto predominio en el pueblo. … “Este es el lugar destinado para su purificación… Por más que maquinen los descontentos hallarán en nuestra constancia el antemural de sus insidias y en nuestro heroísmo su último desengaño”.  General José Gervasio Artigas. Cuartel de Purificación enero de 1815.

 

 

 

  

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