La guerra y la propaganda

Columnas 14 de marzo de 2022 Por William Marino
¿La guerra comienza con el primer disparo? NO. Toda guerra tiene un comienzo más “silencioso y callado”, es el comienzo de la información y propaganda. Es el comienzo de la contra información y la contra propaganda.
Guerra-Ucrania

Podríamos afirmar que la propaganda es tan vieja como la propia humanidad. Seguro que la misma se va afirmando y cambiando con el transcurrir del tiempo y la aparición de los medios masivos de difusión, como lo son la prensa escrita, cine, radio y TV. Sobre el final del siglo XX surgirán otros medios y tipos de comunicación como lo es, el internet y las redes sociales.

    También podemos decir que en un principio las comunicaciones jamás fueron pensadas para el ámbito familiar, si lo eran para el comercial y por lógica para la guerra. Mucho creen que la estrategia y la propaganda es lo mismo, cuando no lo son. La primera, la estrategia, busca engañar al enemigo, al mejor estilo del caballo de Troya. La segunda busca atraer para conquistar a su propio bando, a sus propios “seguidores”,  convencerlos de que van por buen camino y las atrocidades las está cometiendo el bando contrario. Los militares vieron en esto allá por 1900, que también existía algo que llamaremos la contra información, la contra propaganda. Los americanos, en especial los Yankis, a aplicaron mucho, pero aún muy incipiente, en la guerra civil, en la guerra contra México, con los “indios” en su conquista del lejano Oeste, luego contra España el 1899, en el auto atentado del acorazado Maine en el puerto de la Habana, aunque tampoco nos olvidamos de la guerra del Té en su lucha por la libertad de las 13 colonia americana, de yugo Ingles.

   Todos los que salieron a conquistar el mundo conocido y desconocido, siempre tuvieron sus propagandistas. Aunque esta terminología, si se quiere, la impondrá el Papa Gregorio XV en su lucha para detener el avance de Protestantismo en Europa allá por 1622, lo que el denomino como “la Sagrada Congregación para la propagación de la Fe”, (La Congregatio de Propaganda Fide). Pero recién en setiembre de1914, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, los británicos crearan, el Buro de Propaganda de Guerra, para combatir propagandísticamente a los alemanes. En abril de 1917, el presidente de los EE.UU. creará el “Comité de Información Pública”. Es aquí que aparecerán “los famosos líderes locales para que difundieran la verdad”.  El estilo de ingleses y americanos serán “casi” idénticos, pero en sí, bastantes diferentes.  Los ingleses reclutaran a escritores de renombres de la época, que escribirán sobre atroces  crímenes cometidos por los alemanes, que eran ilustrados por dibujantes. Todo inventado, eran las mentiras repetidas mil veces. Esto era para ser publicados en los “periódicos serios” como: The Time, el Daily Express, el Chronicle y otros. Los americanos, no solo lo realizaron en la prensa, sino que realizaron lo mismo en la radio y el cine pues ya mostraba que con eso se podía manipular a las grandes masas.  Los americanos ya no reclutaron a grandes escritores. Reclutaron a sociólogos y periodistas, en torno a dos personajes Walter Lippmann y Edward Bernays que eran los ideólogos de inventar diariamente las más atroces historias sobre el momento que se vivía, eso sí siempre cumpliendo un patrón, unas “reglas científicas” que se podían corregir en cualquier momento si el resultado no era el esperado. Eran mentiras que se transmitía y ponía a disposición de los grandes medios de comunicación a lo largo y ancho de todo los EE.UU. y el mundo por medio de las agencias de información periodística. También podemos decir que los alemanes, con el advenimiento de los Nazis, comienzan una nueva era en la propaganda.  La Propaganda moderna, en la que participa la gente, el propio pueblo. Donde el lenguaje esta creado en las bases del propio pueblo.  Gebbels decía “que la propaganda es un arte, donde debe de primar lo colectivo sobre lo individual” 

   Pasada la segunda guerra mundial, los EE.UU., Francia e Inglaterra, la lucha contra el comunismo, traerá un arma casi imperceptible, pero que estará las 24 horas del día avista y oídas de su población de quien es su enemigo. El cine, la radio, la T.V., todo servirá, escudos con la esvástica llevados por los pieles rojas. Frase en películas del lejano oeste como: “los rojos son todos asesinos hay que matarlos a todos”. Rambo peleando en Viet Nam y ganando la guerra los EE.UU., son películas todas creadas en Hollywood para ser distribuidas entre sus propios aliados. Pero también se crearon radios, como “Free Europe” o Cuba libre. La primera dedicada a los soviéticos y países socialistas, la segunda a Cuba.  Muchos de estos hechos serán realizados por la CIA y/o sus colaterales, con verdaderos ejércitos de creativos en propaganda, comunicación e información. Esto es parte de la guerra sicológica, “que se elaboran y desarrollan en los laboratorios de ideas donde están los tanques pensantes, siendo aquí donde se fabricaran los argumentos para desarrollar en cada sitio en el momento oportuno”.

    En los últimos 30 años algunas cosas siguen cambiando y otras se afirman más. Los “mensajes” -hoy videos y fotos por celulares- por TV y lo informático. Como ejemplo  en 1990 durante la guerra de Kuwait el gobierno de los EE.UU. contrato la agencia de relaciones públicas y publicidad Hill & Knowlton para la realización de un video sobre un supuesto robo por parte del ejercito Iraquí de 312 incubadoras de un hospital, dejando morir a otros tantos niños. La agencia contrata una supuesta enfermera que en el video decía haber visto todo, paso el tiempo y ella dijo que le habían pagado para que dijera lo que dijo.  En 1999, la guerra de Kosovo comienza por un plan –plan herradura- elaborado por el entonces Ministro de defensa Rudolf Scharping para que la OTAN tuviera vista legal para invadir Yugoeslavia. Otro gran espectáculo creado por, aun no se sabe quién, será el 11 de setiembre del 2001, dos aviones impactan contra las Torres Gemelas, se incendia la oficina del vicepresidente de los EE.UU., uno o dos misiles impactan contra el pentágono, cae otro  edificio. El parlamento de los EE.UU. no sale de su asombro y vota un “Patriot Act”, que era una declaración de guerra contra Afganistán. Aunque ya se sabia que todos los supuestos terrorista que viajaban en los aviones eran de nacionalidad Saudita.  

    Hoy los seguidores de los EE.UU. dicen que temen una guerra bacteriológica por parte de Rusia. Pero según declaraciones de la vice presidenta ante la Cámara de Representantes eran los EE.UU que manejaban más de 20 laboratorios en Ucrania. Las mentiras tienen patas cortas.            

                                                     WILLIAM  MARINO    

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