La Educación Pública orgullo de nuestro País

Columnas 27 de diciembre de 2021 Por Jorge Barrera
En este último artículo del 2021 quiero dirigirme, fundamentalmente, a aquellas personas que les interesa la educación.
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Foto: MPP

Para comenzar es bueno recordar que nuestro sistema educativo fue, durante muchos años, ejemplo en Améria y el mundo.

Una de los principales motivos, a mi juicio, fue que el desarrolllo de la educación en el Uruguay comenzó con la universalización de la Escuela Pública.

Allá sobre finales del siglo XlX José Pedro Varela ponía los cimientos de este modelo educativo:

“No puede desconocerse que el sistema escolar uruguayo -que en el siglo XX fue considerado casi como ejemplar- surgió en el siglo XIX de sus impulsos de (José Pedro Varela) joven inteligente y trabajador, que supo interpretar adecuadamente las necesidades de una sociedad que se enfrentaba a un proceso de modernización, y supo también aprovechar las capacidades de un núcleo de jóvenes -como él, inteligentes y emprendedores- que deseaban transformar la sociedad en que vivían” (Jorge Bralich, 2011)

Sin caer en reduccionismos, los pilares de la Educación Publica quedan perfectamente osdefinida por los principios que la animaron: Una educación “Laica, Gratuita y Obligatoria.”

Una educación Laica es aquella en la que la injerencia de los partidos políticos tiene el límite del interés común y de los profesionales de la enseñanza,  es aquella que prioriza las cuestiones pedagógicas, por encima de los intereses partidarios.

Una educación gratuita, es la que asegura el acceso a todas las personas a la misma, independientemente de las posibilidades sociales, económocas o familiares. Que permite el avance en el sistema educativo formal, a todo el estudiantado  por igual, compensando las diferencias de origen y permitiendo la equidad en el egreso.

Y una educación obligatoria es garantía para los niños de poder ingresar al sistema educativo desde temprana edad, independientemente de su origen económico,  social, cultural  o su localización geográfica.

Muchos de estas afirmaciones parecen de “perogrullo”, porque Uruguay es su educación pública. Está en el adn de nuestra nacionalidad, es la esencia de la “uruguayez”.

Basta con mencionar el santo y seña del día del 26 de mayo de 1815, del ejercito artiguista: “sean Los orientales tan ilustrados como valientes”. En esa célebre frase está reflejado el ideario de nuestro procer y su preocupación por la educacción de su pueblo.

Con la modernización del país, un puñado de  jóvenes comprendieron que sólo a través de la enseñanza podiamos construir una nación sin excluidos. La sociedad “hiper integrada” que nos caracterizó.

José Pedro Varela en el célebre artículo los gauchos escribía: “No necesitamos poblaciones excesivas, lo que necesitamos, es poblaciones ilustradas.

El día en que nuestros gauchos supieran leer y escribir, supieran pensar, nuestras convulsiones políticas desaparecerían quizás. ..Y las inmensas riquezas nacionales movidas por el brazo del pueblo, trabajador e ilustrado, formarán la inmensa pirámide del progreso material. La ilustración del pueblo es la verdadera locomotora del progreso. “ (Varela, Jose Pedro, 1865)

En estos días tuvimos una reunión de algunos compañeros con Rafael Michelini.  En la misma surgió, naturalmente el tema de la LUC y las razones por las que era importante la derogación de los 135 artículos impugmados. Rafael abordó distintos ámbitos en los que la ley de urgente consideración rompe con las mejores tradiciones cívicas de nuestro país, fundamentando “porque la Luc no es Uruguay”.

Yo me voy a detener en el hilo argumental que expuso referido a la educación.

Expresó en esa oportunidad, “con la ley de urgente consideración, la educación va a ser menos laica, menos gratuita, menos obligatoria.”

Como me pareció muy potente el planteo, se lo pido prestado y pretendo retomarlo en este artículo.

Una educación laica es constructora de ciudadania democrática.

“Nuestro sistema educativo se caracterizó históricamente por su independencia de los avatares de la política partidaria. Se construyó un sistema sui generis, que asombró al mundo durante muchos años. Cuando un extranjero entraba en conocimiento de que en nuestro País el Ministerio de Educación y Cultura, tenía poca incidencia en la educación, quedaba absorto e impresionado. Seguramente, entre los motivos que hicieron que fuéramos vanguardia en la educación, este no fue el menor.” (Barrera 2020)

Con la nueva Ley todo esto ha cambiado, la autonomía de los órganismos conductores de la educación quedó muy erosionada y con la perdida de autonomía del poder político, la educación queda atada a los abatares electorales, eso siginifica menos laicidad, más influencia del gobierno de turno.

“Según el Art. 202, “la Enseñanza Pública Superior, Secundaria, Primaria, Normal, Industrial y Artística, serán regidas por uno o más Consejos Directivos Autónomos”, sin embargo esta nueva norma sujeta al Codicen al MEC.”  (Barrera, 2020)

Ya no tendremos ese sistema que nos permitió despegarnos en el desarrollo de la educación y nos caracterizó como una nación culta, porque: “La autonomía de la ANEP resulta erosionada, dependiendo del Ministerio de Educación y Cultural tanto en las políticas educativas como en los recursos necesarios para concretar las mismas.” (Barrera, 2020).

¡Que lejos queda el principio valeriano, qué lejos esa educación modelo en américa y el mundo!

Las direcciones de los distintos subsistemas y los consejos queda supeditados al ministerio de Educación y cultura, un organismo parte del poder ejecutivo de naturaleza política, por si esto fuera poco deberá responder a este en materia de proyecto educativo, ya que:  “el inciso D, del artículo 51, postula la elaboración de un Compromiso de Política Educativa Nacional, que acompañará la solicitud de venias. Es decir la autonomía técnica es desconocida y se transfiere a los decisores políticos cuestiones propias de los docentes. “ (Barrera, 2020)

Por otra parte se sustituyen consejos por direcciones, eso implica, no sólo, la pérdida de la riqueza de oir diversas opiniones, sino también un aumento de la concentración del poder en las estructuras políticas. “Los consejos son (eran) un ámbito de discusión donde participan (participaban) consejeros electos por el cuerpo docente, las resoluciones son (eran) consideradas y existe (exiatía) en ese espacio la posibilidad de realizar planteos sobre los temas relevantes. En el proyecto de Ley sólo queda e Consejo de Formación en Educación, como una especie de premio consuelo ya que sigue sin constituirse la Facultad de educación,que si bien esta prevista en la anterior ley, nunca fue acompañada por la oposición al gobierno del Frente, naufragando en las instancias parlamentarias.” (Barrera 2020)

La disminución de la  autonomía y de la participación de los profesionales de la educación es evidente, al haber trasferido las decisiones a los políticos. Los nuevos conductores estarán midiendo siempre, sus propuestas en función de un supuesto rédito electoral. Pero, además, hemos perdido identidad nacional.

 

La obligatoriedad de la educación es defensa de los más desprotegidos

Las principales modificaciones instituidas por la LUC en la obligatoriedad son las siguientes:

La LUC sustituye la expresión precisa “educación media básica y superior” por el término “educación media” propio del artículo 70 de la Constitución para definir el alcance de la obligatoriedad. El conjunto de estas sustituciones y persistencias configuran un panorama adverso a una integración llana de los preceptos. La Educación Media no tiene excepción legal expresa y directa, sino que debe inferirse que por tal se comprenderán los dos niveles (educación media básica y superior).

Se establece una diferencia significativa en la definición de la Educación Media Técnico- Profesional. Esta es definida en una versión más restrictiva por su duración y ya no por sus orientaciones o modalidades curriculares.

 Se realizan modificaciones referidos a la redacción de la obligatoriedad de la educación inicial en dos aspectos; sustituyendo la enumeración de “los cuatro y cinco años de edad” por una más breve: “desde los cuatro años” y eliminando la referencia a “niños y niñas”.

Se eliminan párrafos de la Ley General de Educación referidos a las obligaciones específicas del Estado referidas al tiempo pedagógico y la actividad curricular en educación primaria y media básica.

Se elimina totalmente la determinación de las obligaciones familiares y expresamente deja en la indeterminación cuál sería el comportamiento consistente con la obligatoriedad. La falta de inscripción y la falta de asistencia, pilares del paradigma vareliano, han sido retirados del texto legal desarmando uno de los principales andamiajes fiscalizadores que tuvieron el Estado y el magisterio para hacer cumplir con la obligatoriedad de la enseñanza.

En resumen, menos obligatoriedad. La luc deja al dejar al libre arbitrio gran parte de la educación pública, abre las puertas para que el estado se retire y quite el apoyo a quienes más lo necesitan. Eso implica: menos grupos, menos docentes, menos becas; en resumen, menos recursos para la educación pública.

La perdida de la gratuidad limita la equidad en educación.

Con la luc tenemos una educación menos gratuita, el estado que es quien asegura este principio se retira paulatinamente, transfiriendo a los privados el poder y el control.

“El proyecto de Ley de Urgente Consideración (LUC) introduce modificaciones de 57 artículos de la LGE y deroga otros 12 además de las 11 disposiciones transitorias y excepcionales del título VI.”

El proyecto de LUC, en el artículo 143 cuando propone modificaciones a la definición de educación en la primera infancia en el artículo 38 de la LGE, elimina expresamente en el texto que «constituirá la primera etapa del proceso educativo de cada persona, a lo largo de toda la vida. Tendrá características propias y específicas en cuanto a sus propósitos, contenidos y estrategias metodológicas, en el marco del concepto de educación integral»

En pocas palabras, con la luc estamos resignando los principios varelianos. Por eso afirmamos que la LUC no es el reflejo del pensamiento nacional, arrea las banderas de todos aquellos principios que nos enorgullecen como uruguayos, rompe con la tradición artiguista, con el modelo batllista y con la educación vareliana.

Por eso debemos votar si, para impedir que se pierda  todo ese rico legado,

Bibliografía

Barrera, Jorge (2020). Ley de urgente consideración: el pasado y el futuro de la educación (mediomundo.uy)

Barrera, Jorge (2020) "Todo parece indicar que con esta ley de emergencia tendremos un profundo retroceso en la autonomía de la educación" (mediomundo.uy)

Fernández, Tabaré. (2020). Análisis de la obligatoriedad de la enseñanza y los cambios introducidos por la ley 19.889 (ley de urgente consideración) FCS

Udelar (2020) Microsoft Word - Aportes análisis Ed. LUC_ CD I. ED. FHCE-UdelaR, 5 de mayo 2020-nap00-subir.docx (fhuce.edu.uy)

VARELA, J.P. (1865): “Los gauchos” en: La Revista Literaria. Nº 13, p. 207.

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