50 años en la vida de una país

Columnas 27 de enero de 2021 Por William Marino
William Marino nos acerca su mirada a tan pocos días del 50º aniversario del Frente Amplio.
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50 años en la vida de una país Por William Marino

“No es estoy dispuesto a aceptar cualquier solución, ni liderar algo apenas  tenga el rotulo de Frente Amplio. Yo creo en el Frente Amplio. Pero NO quiero un Frente bipolarizado, que conduce a enfrentamientos internos y a la ruptura. Yo quiero por el contrario, un Frente Amplio pluralista, equilibrado y enriquecido con el aporte plural  de sus fuerzas constitutivas”. (Líber Seregni 1988)

Dentro de 10 días el Frente Amplio cumplirá su medio siglo de vida. Los que ya peinamos canas, los que en aquel 5 de febrero de 1971 teníamos uso de razón, veíamos esto como una quimera, como una ilusión, como algo que estaba ahí pero era muy difícil de llegar: a eso de un país más justo, sin tanto pobrerío.

Qué días aquellos, donde eso nos parecía que estaba a la vuelta de la esquina. Creíamos que llegar a esa meta era fácil y la derecha bastante dividida no se iba abroquelar para defender sus intereses. Nosotros éramos la colcha de retazos. Éramos gente de izquierda, con una meta común: servir al pueblo. Allí se reunían, o mejor dicho convergían, Blancos como hueso de bagual; Colorados como sangre de toro; cristianos y ateos. Comunistas y socialistas. Gente sin partido, orejanos que le dicen, marxistas sin definición partidaria. TODOS amparados en un programa común, todos bajo la misma bandera, Sí, esa roja, azul y blanca. La bandera que hizo Fernando Otorgués, el 26 de Marzo de 1815, en la ciudadela de Montevideo.

Debido a la pandemia nuestra diligencia ha dicho que “no estamos para actos de masa, sino para sentidos homenajes”. Uno será en la Meseta de Artigas en el departamento de Paysandú, lugar donde los familiares de Líber Seregni esparcieron sus cenizas. Un segundo acto se realizará en el departamento de Tacuarembó, lugar donde Seregni dirigió la evacuación de Paso de los Toros, en la inundación de 1959. Estos encuentros de homenaje serán transmitidos por las redes de comunicación del Frente Amplio. En pocas palabras serán cumpleaños de 15, un poquito más grande, pero siempre en familia solamente.  

Por otra parte se le pide a la militancia que ese día, 5 de febrero, se reúna en los Comités, para seguir juntando firmas y recibir alimentos no perecederos, para ser entregados en las ollas populares de los barrios, a lo largo y ancho del Uruguay.   

Qué suerte para la fuerza política, que esté esta maldita pandemia. Pero qué bien nos vino, pues está llamada a tapar muchas cosas, muchísimas cosas que no queremos discutir. Hay dos cuestiones en que no salgo de mi asombro. Una la PROPAGANDA no la comunicación, ni la información. Que la propaganda y la agitación no se realicen para este 50 aniversario del Frente Amplio. Es como si lo quisiéramos ocultar.  Pero medio centenar de años se cumplen una sola vez y habría que haber tirado la casa por la ventana. En este cincuentenario hace 30 que gobernamos Montevideo, en forma ininterrumpidas, y estuvimos 15 años en el Gobierno Nacional con mayorías  absolutas, que nos permitía realizar muchas cosas.

Pero no las supimos realizar ni explicarle al vecino porque no las realizamos.  Nos faltó tal vez y sin tal vez, más humildad y menos arrogancia, más critica al trabajo que realizamos, pero mucha más autocrítica en forma colectiva. Sí nos sobró mucha burocracia y nos faltó mucho un Tribunal de Ética que controlara y diera el visto bueno de lo que realizábamos dentro del Gobierno, pero también dentro de la fuerza política.  

En la última elección legislativa, que nuestro Frente Amplio perdió 8 Diputados y 3 Senadores, es decir por más de 200 mil votos, ni corte se le dio tema. Como antes tampoco le dimos importancia a la perdida de las intendencias de Artigas, Maldonado, Florida. En las últimas Departamentales y Municipales, perdimos mucho y no se nos movió un pelo.  

Eso sí, nombramos muchas comisiones que se encargan de barrer debajo de la alfombra. Para eso sí parece que hay dinero. ¿O no?  O también estamos buscando barrer debajo de la alfombra qué pasó con los dineros del Frente, puesto que hoy no hay un peso para realizar propaganda por los 50 años de nuestra gloriosa fuerza.

Hace ya unos meses unos compañeros me aconsejaban “no hablar de estos temas, más que nada el de los dineros que debían aportar los compañeros que ocupaban cargos de confianza, pues esto era para crear más problemas hacia la interna y que no se iba a resolver nada”.  Pero yo creo que sí, que hay que hablar de ese tema sin temor, con nombre y apellido, porque es un tema muy delicado, para el que no aportó y se quedó con los dineros que no eran suyos.

Ya que al parecer se quiere recordar a Líber Seregni, sería bueno poner en la lista de los debe la honestidad, la burocracia interna. ¿Qué pasara con los militantes de base, con los Comités, daremos la batalla por la descentralización de detrás de un escritorio o desde el territorio? ¿Vamos a seguir siendo una fuerza política de “coalición y movimiento”? La derecha se sigue agazapando ya no solo a los Municipios, sino que en la próxima vienen por la Intendencia de Montevideo. ¿La podremos parar? 

"¿Daremos en algún momento una discusión política e ideológica, con un amplio conjunto de compañeros y sectores?", me preguntaba un viejo compa y amigo con más de 50 años de militancia.  La verdad que no lo sé. En mi opinión hoy todo indica que son más los quieren seguir barriendo debajo de la alfombra, que los que quieren limpiar la casa.  No hay que olvidar que en las últimas elecciones departamentales, solo en Montevideo se presentaron 66 listas.

Son 50 años de vida de nuestro Frente Amplio. Cuando el Frente cumplió 25 años, ese día, el 5 de febrero de 1996, Seregni renunciaba a la Presidencia, en pleno acto al costado de la estación de AFE. Su discurso finalizó con estas palabras: “Yo quiero, compañeros frenteamplistas, en esta noche de hoy, del 25 aniversario, terminar pidiéndoles, en función de la tarea que tenemos que emprender, cantar juntos una canción que escuchábamos durante la dictadura, desde el sexto piso especial de la Cárcel Central. Una canción nacida en carnaval, que habla de los esfuerzos y de la esperanza, que dice de la necesidad de redoblar”.        

                                                                     WILLIAM  MARINO

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