Seguirán cortas las frazadas

Columnas 02 de agosto de 2022 Por Ramón Fonticiella
Cuando el sindicato policial exigió mayor aumento que los demás en Rendición de Cuentas, un diputado manifestó que “la frazada es corta”. Todos entendimos que sería poca la plata a reasignar a los uniformados, porque los recursos eran escasos.
TRabajores

Así fue, y hubiera seguido siendo si otros gremios hubieran tenido la misma suerte que los policías, su aumento diferencial sería poco. Estoy convencido que no se trata sólo de los empleados del Estado, las frazadas seguirán cortas para todos en este país, salvo que tengas malla oro. Todos los ajustes en pos de bajar el déficit del Estado, se hacen sobre salarios, jubilaciones, partidas para la educación especialmente la Universidad, la salud y actividades que pertenezcan al mundo del trabajo. El capital (el grande) tiene manta térmica, sus ganancias no se tocan. 

Analicemos un modesto caso. La herrería da trabajo a miles de personas en todo el país, de parte de artesanos que transforman el hierro y la chapa en obras. Estos operarios no se aventuran a dar un presupuesto por una reja o un portón, por más de unos pocos días. “Cada vez que voy a la barraca subieron los fierros, dice el operario, y no me puedo arriesgar”. La fundición y la barraca no pueden sacrificar costos y suben los valores. El trabajador o el jubilado, sufren los aumentos, pero no sube su salario o pasividad.

La situación de asalariados, trabajadores por cuenta propia y jubilados no tiene perspectiva de mejorar en el incremento de sus ingresos: todo seguirá subiendo, menos lo que ellos ganan; ya sea porque sus aumentos son insuficientes o porque se les reduce el trabajo al no haber recursos en la población.

En estos días los jubilados celebramos un ingreso extra del 3% (3 pesos más por cada 100 que percibimos, menos los descuentos), pero no nos entusiasmemos...Leamos bien el recibo de la pasividad, dice claramente que es “adelanto a cuenta del aumento de enero 2023”. En verdad sirve para aguantar algo la suba de precios desde enero 2022, pero ¡nos hará falta para soportar la de enero de 2023! No exagero, no miento, ni trato de infundir miedo. Me limito a traducir al razonamiento popular, los cálculos que hacen los especialistas a partir de los números que el gobierno nacional pone en su Rendición de Cuentas. Para el año que viene la administración de Lacalle Pou prevé que continúe la inflación, o sea que cuando nos aumenten en enero, restando este adelanto, ya no alcanzará para seguir comprando las mismas cosas, que menguadamente, venimos haciendo.

Parece una carrera de locos. Y lo es. Nadie con memoria podía esperar otra cosa. La base ideológica del gobierno es la del herrerismo, conservador y clasista. Aunque individualmente los herreristas puedan ser buenas personas, tienen una visión del mundo con una lógica de ricos y pobres. Para que los ricos sean más poderosos, los pobres pueden ser más menesterosos. Al revés del batllismo (de don Pepe) y del frenteamplismo.

Pobreza y brutal endeudamiento familiar. Triste destino.

Hay tiempo y razones para cambiar, y alargar la frazada.

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