La lógica y la psicología en las discusiones

Columnas 11 de mayo de 2022 Por Jorge Barrera
Al principio de la “Lógica viva” Vaz Ferreira plantea que: “este trabajo no es un tratado de lógica formal, sino que más bien es un libro que va a tratar sobre psico-lógica.” Es una tarea que intenta la construcción de una lógica del lenguaje natural, lo que podríamos llamar “lógica informal”, por oposición a la lógica tradicional, ya que esta última no estudia los contenidos, sino las estructuras del pensamiento.
VAz-Ferreira

Según Susana Ballestín Pérez, la concepción psico-lógica del filósofo uruguayo Carlos Vaz Ferreira constituye un caso singularmente representativo de esta idea (La interrelación lógica-psicología en las discusiones), “ya que con su Lógica Viva (1910) alcanza la plenitud de una idea que abarca elementos psicológicos, lógicos y gnoseológicos, dentro de su particular perspectiva psico-lingüística adaptada a la praxis discursiva en diferentes contextos de interacción verbal “(Ballestín Pérez, Susana, 2011)

Para un empírico, como Stuart Mill, lo que constituye la prueba no es  «la fuerza a la cual el espíritu cede y se encuentra obligado a ceder, sino aquella a la cual debería ceder, aquella que al imponerse a él, conformaría su creencia al hecho»

La tradición cartesiana había instalado, en el debate filosófico, la idea de que una buena argumentación es aquella que relaciona las proposiciones, desde la lógica, y sus conclusiones son necesarias y forzosas. Esta era la manera en la que se aseguraba el éxito cualquier interlocutor en un debate. Fue, precisamente Descartes,  quien, haciendo de la evidencia el signo de la razón, sólo quiso considerar racionales las demostraciones que, partiendo de ideas claras y distintas. propagaban, con ayuda de pruebas apodícticas, la evidencia de los axiomas a todos los teoremas.  Esta no era la posición que había defendido Aristóteles, quien distinguía en el discurso, al menos, tres niveles: “El logos”,     “el ethos” y “el pathos”. “El logos” se refiere al nivel estrictamente lógico, pero, es necesario también considerar el “ethos” que hace referencia a la confianza en aquello que el orador sostiene y “el pathos”, o sea, el efecto emocional del discurso. Esta noción se había perdido  casi por completo. La definición aristotélica (arte de la persuasión), la de Cicerón (docere, movere, placere) e incluso la de Quintiliano: (ars bene dicendi), donde el bene tiene una triple connotación de eficacia, moralidad y belleza.

Con Vaz Ferreira se comienza a recuperar la perspectiva aristotélica, postergada por el positivismo. Como expresa Perelman en la nueva retórica: “mientras que la Edad Media y el Renacimiento entendieron y cultivaron la dialéctica y la retórica aristotélicas, la Edad Moderna de racionalismo hegemónico. las marginó.”

El filosofo uruguayo se anticipa a esta posición, la que se relaciona con el resurgir de la retórica en el siglo XX, es así que expresa: “en las discusiones, como en las argumentaciones, discursos, etc., en la comunicación verbal de los hombres, una cosa es el valor o alcance lógico de lo que se dice, otra el efecto psicológico que produce. No siempre hay coincidencia; si bien en muchos casos -la habrá. Es bueno acostumbrarse á comprender bien esto, y á saberlo observar y reconocer bien en cada caso” (Vaz Ferreira, pág 109)

Esta nueva forma de valorar las discusiones argumentativas forman parte del juego de la democracia, no en vano, se replantea, en la historia de la filosofía, el importante papel que los sofistas, en tiempos de Pericles, cumplieron en pro de la democracia.

“Por otra parte, si en nuestro siglo ha tardado tanto la retórica en resurgir en Occidente. a pesar de una larga tradición democrática, ello se ha debido al prestigio prepotente de la ciencia positiva. a causa del cual nada se consideraba persuasivo si no se amoldaba a criterios estrictamente científicos, cosa que no cumple la retórica” (Perelman, pag 37-38)

Vaz Ferreira expresa que es importante darse cuenta de cómo, en las discusiones, la lógica y la psicología pueden llevar un camino distinto; pueden no coincidir sin alterarse para nada la posición lógica de la cuestión. Más allá de la fundamentación lógica puede producirse un desplazamiento psicológico favorable o desfavorable a alguna de las tesis en contraposición.

“La naturaleza misma de la deliberación y de la argumentación se opone a la necesidad y a la evidencia, pues no se delibera en los casos en los que la solución es necesaria ni se argumenta con la evidencia. El campo de la argumentación es el de lo verosímil, lo plausible. lo probable, en la medida en que este último escapa a la certeza del cálculo.” (Perelman, Pág 30)

En el desarrollo del capítulo, el pensador uruguayo, muestra como,  mucha veces, la presentación de un mal argumento desacredita una posición justa; así como la exposición de un argumento convincente, puede foratalecer una tesis inadecuada.

“En realidad, el que se haya hecho un argumento malo en favor de una tesis, no prueba que esa tesis sea mala; no le agrega ni le quita nada: lógicamente, la cuestión queda como antes; pero, psicológicamente, se produce (generalmente) un cambio, un cambio del estado psicológico: éste se vuelve algo más contrario a la tesis en favor de la cual se puso el mal ejemplo o se lo utilizó mal, o intervino torpemente algún interlocutor, etc” (Vaz Ferreira, pág 110)

También señala la  importancia del orden en los que se exponen los argumentos, ya que, determinada secuencia en la presentación influye en la predisposición del oyente, para aceptar algunas razones, y esto es importante para su persuasión. Del mismo modo, tambén señala, la importancia de la oportunidad de presentar un argumento, con esta prevención, indirectamente hace referencia al concepto de “auditorio”, uno de los elementos centrales en la retórica. El auditorio es la persona, o conjunto de personas  hacia quienes va dirigido un discurso. Es importante conocerlo, para que las connotaciones resulten positivas. Hay, no obstante una cuestión moral, inrenunciable, es necesario convencer de lo justo y no persuadir a creer en lo injusto, por lo cual, el autor indica que no está enseñando estas cuestiones para lograr hacer más fuerte la razón más débil, sino, a los efectos de estar prevenidos de estas cuestiones.

Esta psico-lógica “vaz ferreiriana” pretende estar al servicio de la verdad y de la justicia. El autor, además, la entiende como un imperativo pedagógico y terapéutico; para evitar los caminos del pensamiento que conducen al error.

Otra idea interesante, que desarrolla en en este capítulo, se refiere a los diferentes niveles de los interlocutores en las discusiones. El nivel inferior estaría representado por aquellas personas que se mueven sólo por sus pasiones, sin ninguna reflexión. Su adhesión es meramente emocional; refieriéndose a nuestros partidos políticos fundacionales, son aquellos que fundamentan su posición con frases como “Blanco como hueso de bagual” o “colorado como sangre de toro”. Su pertenencia no es el resultado de ningún análisis racional, se mueven sólo “en el plano, diremos, inferior, al tradicionalista”

Por encima de este, estarían aquellos que se elevan un grado y piensan: “¿por qué hemos de estar los orientales desunidos?; ¿ por qué hombres honrados y buenos hemos de estar separados y en contra unos de otros? Unámonos, formemos el único partido posible; unámonos los hombres buenos contra los hombres malos, y hagamos la felicidad de la patria, todos unidos». Moralmente, esto es muy hermoso; intelectualmente, el plano es, todavía, un poco inocente; pero ya superior al anterior” Se ha ascendido de plano y se paso de una posición tradicionalista a una antitradicionalesta. Pero, aún se puede subir un grado más y comprender la ingenuidad de ese planteo. “Y, por aquí, volvemos á la tesis tradicionalista, no ya en aquella psicología del primer tradicionalista, sino en un plano más alto; diremos, en el tercer círculo” y así podemos nuevamente analizar esta nueva posición y así sucesivamente en otro círculo aún más alto, en cuanto a observación, penetración y sentido práctico. Y se podrá, o no, seguir pensando y objetando tanto el tradicionalismo como su contrario..  

“En suma, si bien Lógica viva abarca muchos otros aspectos de la Filosofía Contemporánea, cabe destacar la relevancia de su particular concepción psicológica, en la medida en que encierra una crítica al mal uso de las reglas de la lógica clásica en contextos no normativos, que carecen del rigor y exactitud de las matemáticas, así como al olvido del carácter fluctuante y vago de las connotaciones de los términos que conducen a una inadecuación del lenguaje para expresar la realidad y las relaciones psicológicas entre los seres humanos, mucho más complejas que las lógicas, ya que se desarrollan a partir de un pensamiento fermental, que subyace a los esquemas verbales a través de los que se manifiesta.”(Ballestín Pérez, Susana)

Bibliografia

Andreoli, Miguel.(2012). Pensar por ideas a tener en cuenta: elementos de filosofía política en Vaz Ferreira- Udelar. Biblioteca plural.Montevideo.

Ballestín Pérez, Susana. La filosofía de Carlos Vaz Ferreira: Fundamentos lógicos y psico-lógicos. Docta Ignorancia Digital, 2011; ISSN 1989 – 9416. Año II, núm. 2 – Filosofía.

Barrera, Jorge, (2022). https://mediomundo.uy

John Stuart Mill. A Systern ol Logrc Waliocrnoliw ond Inducrive.

Perelman y L. Olbrechls-Tyteca.(1989). Tratado de la argumentación. La nueva retórica. Gredos, españa.  

Vaz Ferreira, Carlos. 1910. Lógica viva. Tip . de la Escuela Nacional de Artes y Oficios. Montevideo.

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