Hablamos de diversidad
- En primer lugar y para que todos sepamos de que estamos hablando, ¿de que hablamos cuando decimos “diversidad sexual”? ¿qué significa el LGBT , LGBTIQ, cual es la diferencia?
- Es importante entender lo diverso como aquello que es distinto, variado, diferente. La diversidad está presente en todos los órdenes de la vida, a través de la cultura, la sexualidad, la religión, entre otras. Hablamos de diversidad sexual cuando nos referimos a las prácticas, expresiones, identidades, y políticas en las que se pone en juego la sexualidad. Es decir que: la diversidad sexual hace referencia a la posibilidad que tiene una persona de vivir su orientación sexual e identidad de género de una manera libre y responsable. La sigla LGBT, hace referencia a las iniciales de las palabras; Lesbianas, Gay, Bisexuales y Transexuales, mientras que la sigla LGBTIQ, incorpora a personas Intersexuales y Queer.
- Teniendo en cuenta que hace poco menos de 90 años que en nuestro país se despenalizó las actividades sexuales entre personas del mismo sexo (1934), luego durante muchas décadas no hubieron avances normativos, hasta principios de los años 2000, donde una serie de modificaciones legislativas avanzaron sobre la no discriminación relacionadas a la orientación sexual culminando con la Ley de Matrimonio Igualitario (Ley 19075) de 2013 y la Ley Integral de Personas Trans (Ley 19684) de 2018. ¿Cómo calificarías a Uruguay desde el punto de vista normativo en relación a otros países? ¿Es suficiente la normativa? ¿Se aplica?
- Uruguay es un país que se ha caracterizado en el mundo por consagrar derechos. En tal sentido, desde el año 2004, desde el parlamento en materia de diversidad sexual se avanzó mucho, lo que le ha valido al país estar ubicado dentro de los seis países del mundo que más protegen los derechos LGBTIQ+ y ser el primero de América Latina.
A su vez, es importante mencionar que aún hay países que aparecen como los más restrictivos en materia de derechos e incluso, en algunos casos, peligrosos para las personas LGBTIQ+, como Arabia Saudita, Somalia y Yemen, y en nuestro continente países latinoamericanos como Bolivia, Paraguay y Perú.
A partir de la creación de espacios asociativos públicos-privados como la Mesa de Turismo Friendly de Montevideo, creada en 2011, la Cámara de Comercio y Negocios LGBT del Uruguay, fundada en 2015 y que en el año 2017, haya sido distinguida con el premio a la mejor cámara de comercio y negocios LGBT del mundo, constituyendo una plataforma para el posicionamiento internacional y las oportunidades de comercio de bienes y servicios de sus asociados, junto a la Comisión Nacional de Turismo LGBT+, iniciativa de dicha cámara, donde comulgan, asociaciones turísticas e intendencias a través de sus direcciones de turismo, son un claro ejemplo para estimular el posicionamiento de Uruguay como destino LGBTIQ+
Como país debemos seguir avanzando en la consagración y profundización de derechos para todas las personas con políticas de estado fuertes que sigan ubicando a Uruguay como país de vanguardia.
- ¿Cuáles son las principales dificultades que tiene la comunidad LGBTIQ en Uruguay?
- Las dificultades son diversas y van cambiando, no es lo mismo vivir la diversidad hoy, que hace 5 ó 10 años atrás. Más allá de lo complejo que puede resultar el abordaje de las dificultades, creo que lo dificultoso es desplazar los prejuicios y sortear de cierta forma la ridiculización, la comunidad padece mucho, en cuanto a esos estigmas.
- ¿Qué cambios normativos faltan para que todas las personas, cualquiera sea su orientación o identidad sexual, tenga pleno derecho?
- La diversidad sexual debe abordarse transversalmente, no como un apéndice de un colectivo. En cuanto a la normativa, está pendiente la modificación de la ley de matrimonio igualitario para que los extranjeros LGTB+ no residentes, puedan casarse con su pareja del mismo sexo.