Primeras aproximaciones a la Rendición de Cuentas
Estas breves líneas son una primera aproximación a algo que aún debemos conocer en profundidad. La forma en que el ejecutivo ha decidido brindar la información no facilita la transparencia de esta, ya que por un lado se presenta la información presupuestal y por otro el Fondo Covid (que es no presupuestal), con lo que no se tiene en la rendición un análisis conjunto de todo el gasto realizado durante el año pasado.
El proyecto de Ley de RC 2020, deja en evidencia el ajuste fiscal realizado en plena pandemia del COVID 19 y mostrando los importantes recortes realizados en cada inciso, tal como fue advertido tempranamente, con las consecuencias ya conocidas de un país con un aumento importante de la pobreza (100.000 nuevos pobres por lo menos), un aumento en el desempleo y de las mayores cifras de personas muertas con diagnóstico COVID-19 en el mundo, por millón de personas.
¿Qué hemos encontrado hasta ahora en esta Rendición de cuentas? Que se asignan recursos básicamente por tres partidas: para infancia por 2.117 millones, para políticas de empleo por 352 millones sólo para 2022 y para vivienda, sacándole a Colonización (ver bien montos, asentamientos, fideicomiso). No se define para qué y cómo se va a usar la partida destinada a primera infancia. El gobierno le pide al parlamento que apruebe una bolsa de plata, sin decir para qué es, ni quién la va a ejecutar (¿será ANEP, INAU, MIDES, ASSE?). Por cierto, una parte importante deberá cubrir gastos asociados a los nuevos jardines de infantes y Caif que se empezaron a construir en los gobiernos del FA y que ahora están disponibles. En el presupuesto no se asignó un peso para ponerlos en funcionamiento.
Se deteriora la atención de salud: De acuerdo con los informes del SINADI, de marzo 2020 a marzo de 2021 ASSE incrementó sus usuarios en casi el 10 %: se sumaron 131.415 nuevos afiliados en ASSE y no se asigna más plata para poder atenderlos. Hoy Asse recibe recursos del Fondo Covid, que son transitorios. ¿Qué va a pasar cuando no haya más Fondo Covid, cómo se sustentan los gastos permanentes si no se le asignan más recursos?
ANEP pide más recursos, y no se le asigna nada. Seguramente le toque algo de la bolsa destinada a primera infancia, pero no se sabe cuánto. Esta es sólo una de las necesidades demandadas por ANEP en su mensaje presupuestal. En la síntesis presentada por el gobierno de “estrategia frente a la pandemia” no hay una sola referencia a la educación. La educación necesita más espacios y más maestros para poder adecuarse a la presencialidad en condiciones de mayor distanciamiento social. Afirmar, como se hace, que “la educación pudo readaptarse a las nuevas necesidades rápidamente, apoyándose en el Plan Ceibal y en nuevos desarrollos en el caso de la ANEP” da cuenta de un éxito parcial. Es insoslayable el rezago, el abandono y las dificultades, peores aún en secundaria y en los contextos más vulnerables. La propia RRCC incluye una encuesta de ANEP que muestra que en primaria si bien se conectó un 92%, sólo el 50% participó activamente. En secundaria es aún más preocupante. Se contactó un 63% de los cuales participaron realmente el 49% de ellos. La encuesta evidencia hasta qué punto la pandemia golpeó en los más vulnerables, sin que mediara plan de contingencia. La participación en los quintiles más pobres, desciende de 92% a 61% en primaria y de 63% a 28% en secundaria.
La Udelar, aumentó fuertemente la matrícula y tiene un récord histórico de nuevos estudiantes y no se asignan recursos adicionales para poder atender la mayor cantidad de jóvenes que están queriendo estudiar. Es decir se baja drásticamente el costo por alumno, con más alumnos por docente. Esto es una baja en la calidad de la educación.
Las inversiones en vivienda se recortaron en unos 1.450 millones de pesos en 2020. Eso se traducirá en la concreción de miles de soluciones habitacionales menos, abriendo una incógnita acerca de la perspectiva hacia 2021 y adelante por el efecto combinado de la caída en la inversión y del enlentecimiento o reprogramación de las obras o no inicio de nuevos programas. Es en este contexto que hay que evaluar la creación en este proyecto de rendición de cuentas, de un fideicomiso destinado a programas de la Dirección Nacional de Integración Social y Urbana (DINISU), al que se le destinan unos 20 millones de dólares provenientes de recursos que se le sacan a Colonización. Este fideicomiso plantea serias incógnitas y preocupaciones con relación a su financiamiento, en el sentido que no se convierta en un compromiso de fondos más allá de lo establecido en el presupuesto para este período. Esto debe contrastarse con la casi total paralización de las relocalizaciones y el enlentecimiento de las obras del PMB en 2020.
Bajan los sueldos de los maestros, enfermeros, policías, y se siguen subiendo los sueldos de cargos políticos. Aumentan la cantidad de cargos políticos y se suben el sueldo en 100.000 pesos (de 77 mil a 172 mil pesos). Compensaciones en varios incisos. Para 2021 una parte importante del ajuste es la baja del salario público y se sigue sin aclarar cómo se va a recuperar la pérdida salarial. Decían que no iban a crear impuestos y ahora crean un impuesto a las emisiones de CO2, más allá de que pueda llegar a compartirse o no, lo cierto es que se crea un impuesto nuevo.
En los hechos la Rendición de Cuentas expresa que hubo subejecución en la totalidad de los incisos, con distintos porcentajes a excepción del MSP, no por mayor gasto o inversión sino como consecuencia de los amparos por medicamentos de alto precio. El reflejo en la vida de los uruguayos significa más desempleo, menores remuneraciones y pasividades, aumento de la pobreza e importante cantidad de micro y medianas empresas destinadas a su desaparición.
El proceso de la Rendición de Cuentas es de 90 días en ambas Cámaras y siempre queda la posibilidad de la negociación positiva. Siempre estaremos en ese camino de búsquedas pero no olvidemos que el gobierno de coalición, con la impronta herrerista, tiene la idea fija del ahorro. Que si fuera por eficiencia y eficacia a la hora del gasto sería plausible. Pero el ahorro teniendo recursos, involucrando el deterioro de calidad de vida de la gente es inadmisible.
-Tany Mendiondo-