La Stoa media

Columnas 24 de mayo de 2021 Por Jorge Barrera
Continuamos con esta serie de presentaciones filosóficas y doxográficas, por parte del Profesor Jorge Barrera.
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Como ya hemos comentado en notas anteriores en el contexto de la filosofía helenística, podemos distinguir varias corrientes filosóficas que pugnan por la hegemonía.

Sin pretender ser exhaustivos, no podemos dejar de mencionar a:  “la academia” representada por los continuadores de la filosofía de Platón, “el peripatetismo” con los continuadores de Arístóteles, “el epicureismo”, “el escepticismo” y “el estoicismo”. Sin omitir “al eclecticismo” que se nutre y combina  diferentes corrientes.

Como hemos dicho, el período helenístico se extiende desde la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.), hasta la conquista romana de Egipto (30 a.C.). Alejandro  influyó fuertemente, en la forma de pensar de los griegos; los ciudadanos empezaron a considerarse cosmopolitas, su mundo que, hasta entonces se limitaba a la polis, se extendió para todo el mundo conocido.

Los filósofos de esta época se desentienden de sus deberes con la polis y se sienten “ciudadanos del mundo”. A partir de entonces, comienza el camino individualista en la búsqueda de soluciones, para conseguir “la vida buena”. Por esto, a las escuelas helenísticas se les llama también: “escuelas de felicidad”. Los pensadores,  buscan a través de la filosofía,  conseguir un estado de bienestar y compartirlo con sus acólitos.

Si  la Stoa pretendía mantener su importancia en la vida espiritual de Grecia, se necesitaba una renovación, pero,  que, al mismo tiempo, conservara las principales ideas estoicas.y adaptarse a la nueva época. Ese espíritu lo iba a proporcionar Panecio de Rodas.

Panecio de Rodas (185-109 a.C.). Fue un filósofo estoico,  nacido en Rodas, hijo de Nicágoras, embajador de Roma en el 169 a.C., fue ordenado sacerdote de Posidón Hipio en Lindo.

Rodas era una pequeña ciudad del antiguo Mar Egeo que consiguió sobrevivir entre los grandes reinos,  aparecidos después de la muerte de Alejandro Magno. A pesar de ser una polis nacida cuando las antiguas ciudades griegas decaían, Rodas mantuvo una gran  importancia  hasta la llegada de Roma. No tenía gran territorio; obtenía sus riquezas del comercio, la banca y los impuestos de aduanas. Fue, por entonces, el principal suministrador de productos del Mediterráneo oriental, así mismo, en esa isla, se instalaron  los mayores prestamistas y cambistas de la zona. La marina de Rodas, convirtió a la ciudad, en un elemento fundamental en las guerras del Mediterráneo oriental, pese  a carecer de  ejército. El gobierno de Rodas era, a la sazón, un sistema democrático; aunque las responsabilidades de la administración  recaían  en los grandes comerciantes, quienes eran, además, los dueños de la marina de guerra.

Panecio provenía del seno de una familia noble, estudió con Crates de Malo,  en Pérgamo.  Crates, su maestro,  era un erudito, gramático, crítico y filósofo estoico; también conocido como  destacado bibliotecario en Pérgamo. Fue el primero en construir una esfera para representar la Tierra,  donde aparecían dos continentes ficticios, que completaban la armonía el Orbe. Necesitó e ese artilugio para poder darle forma a su teoría; inventó un sitio llamado las antípodas y otro continente Austral, que por entonces se llamó Terra Australis (la tierra del sur), ambos eran lugares míticos de tierras desconocidas.

Panecio en Atenas, también  estudió  con los directores de la escuela estoica:  Diógenes de Babilonia y su sucesor, Antípatro de Tarso. Ambos famosos por la adivinación.

En la década del 140, Panecio se trasladó a Roma y formó parte del círculo de Escipión el africano. Vivió en viajes permanentes entre Roma y Atenas, impregnando del espíritu práctico de los romanos el pensamiento especulativo de los griegos. En el año 129,  tomó el relevo de Antípatro como director de la escuela estoica. Murió en Atenas en el 109.

Panecio estuvo más abierto a las doctrinas de Platón y Aristóteles que la mayoría de sus antecesores  estoicos. Cuestionó las creencias antiguas en la conflagración periódica del universo, puso en duda la eficacia de la astrología y la adivinación, aunque siguió creyendo en la divina providencia. Puede que variara algunas cosas de la psicología moral, en la dirección del dualismo platónico o aristotélico. Tenía un interés práctico por la ética moral de la situación del hombre corriente. Se negó a aceptar que la virtud era todo lo que se necesitaba para la felicidad, contradiciendo el pensamiento ético de Aristóteles. Según él, el equilibro afectivo (enthymia) era la virtud primera.

Se cuenta  que enterró a sus hijos con sus propias manos, como lo hizo Anaxágoras. Parece que esto mismo hicieron los pitagóricos Parmenisco y Orestades.

Según menciona Capelle, desde que se publicó el libro de August Schmkel, en el que se intenta separar de los comentarios de Cicerón el núcleo central del pensamiento de Panecio, se choca con grandes dificultades, pero, lo que si queda claro es que con este filósofo comienza un nuevo periodo de la filosofía estoica.

Panecio es sumamente racional en sus análisis que opone a las posiciones místicas, pero, la principal característica es su pensamiento crítico, que le permite pensar desde una heterodoxia muy productiva. No solamente suaviza las asperezas y parcialidades doctrinarias del estoicismo antiguo, sino que hace caer muchas creencias  que hasta entonces eran consideradas intocables.

El fundamento de toda su concepción del mundo gira en torno a la idea de ”Logos” de la antigua Stoa, según el cual el logos domina todo el universo y lo conforma para fines superiores, además de explicar muchos fenómenos naturales como temblores y otras fuerzas destructivas. Panecio adhiere a la frase:”Debe perecer el individuo para que exista el todo”. También apoya la antigua expresión Jónica: “Lo que ha surgido una vez, tendrá que perecer algún día”. La segunda innovación de Panecio consiste en una radical separación entre el logos y las fuerzas irracionales del alma, como los instintos,

Pero, podemos afirmar que la mayor innovación del estoicismo medio fue la revalorización de Dios. Ya no se consideraría que: Zeus, la Naturaleza y el Destino, posean todos  iguales méritos, Ahora, se entenderán  como tres entidades jerarquizadas y separadas: primero Zeus, después “la Naturaleza” y tercero “el Destino”. Este ordenamiento permitirá, al nuevo estoicismo,  liberarse del estigma materialista que lo distinguía en sus comienzos y transformarse en una verdadera religión; abriendo el camino para la llegada del cristianismo.

Pero, probablemente, su logro más notable fue poder  conectar la filosofía estoica con la cultura romana. Panecio logró esto gracias a sus estrechas relaciones con políticos e intelectuales del imperio.

Entre sus obras más notables se encuentra «Sobre los deberes», que consistía en tres libros separados. En este trabajo, planeó investigar la moralidad, la utilidad y el conflicto entre ambos. En el primer libro se aborda la teoría general del deber. En él se afirmaba que el alma posee dos facultades: el instinto y la razón; nos recuerda, en parte el mito del carro alado de “el Fedro” platónico, aunque la división es en dos partes, en lugar de tripartita. El instinto arrastra al hombre ciegamente, la razón nos enseña lo que debemos hacer y lo que debemos omitir. El instinto, supeditado a la razón es el fundamento de la vida moral. El instinto se diversifica en cuatro tendencias: Una que nos impulsa a estudiar la verdad, la segunda nos liga a nuestros semejantes y es la creadora de la vida social, la tercera que nos hace apetecer la superioridad y la cuarta es el amor al orden y a la armonía. Estas tendencia sometidas a la razón engendran las cuatro virtudes cardinales: sabiduría, justicia,magnanimidad y templanza.

En el segundo libro Panecio define y valora cada una de esas virtudes, de ellas derivan “los deberes” individuales y sociales. El tercer libro, titulado “de lo útil”, establece la relación entre lo útil y lo honesto. En él sienta el autor la inseparabilidad ente lo uno y lo otro. Para Panecio , la utilidad del hombre y especialmente la del político, radica en subordinar el propio interés egoísta al interés de la comunidad.

Sin embargo, dejó la tarea final de resolver el conflicto entre moralidad y utilidad a su discípulo, Posidonio. Otro de  sus discípulos, Hecatón, también ejerció una gran influencia en el campo de la ética.

Bibliografía

Capelle, Wilhelm, (1981). Historia de la filosofía griega. Gredos. Madrid.

Diogenes Laercio. Vida de los filósofos más ilustres. Luarna Ediciones. España.

Gigon, Olof. (1985). Los orígenes de la filosofía griega. Gredos. Madrid.

 

 

 

 

 

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