¿Me voy o me quedo?...Me quedo pero me voy

Columnas 17 de junio de 2020 Por Medio Mundo
A 100 días de la instalación del Gobierno de Lacalle Pou, los problemas de la coalición no han pasado desapercibidos. De todas maneras, la atención y tensión que la pandemia del coronavirus ha provocado en nuestra sociedad, disipó el impacto de algunos hechos que son por demás trascendentes y que muestran algunas fisuras importantes en el seno de la coalición de Gobierno.
Talvi
¿Me voy o me quedo?...Me quedo pero me voy

Designaciones que luego son revocadas por dichos inapropiados de jerarcas nombrados para ocupar cargos de dirección en organismos públicos. Pedidos de renuncia forzada por procedimientos poco éticos. Llamados a sala a los ministros del Gobierno por legisladores pertenecientes a partidos que lo integran. Sutiles diferencias que han sido disimuladas pero que existen en materia de política fiscal entre el Ministerio de Economía y la OPP respecto a la política fiscal. Los episodios protagonizados por Manini que confirman que los sectores más reaccionarios de la sociedad se han encolumnado en la defensa del terrorismo de Estado. Una interna colorada crispada que interpela el liderazgo del líder de Ciudadanos y actual Canciller Ernesto Talvi.

Se evidencian debilidades importantes que en algún caso han sido aprovechadas por el Frente Amplio para contrarrestar algunos de los efectos más negativos de la Ley de Urgente Consideración; sobre todo en lo que tiene que ver con la desmonopolización de ANCAP y la ubicación y uso compartido de infraestructura y redes de comunicaciones electrónicas en el caso de ANTEL, que fueron retirados luego de una discusión no menor en el seno de la coalición.

Parecen muchos problemas a poco más de 3 meses de iniciado el Gobierno. Acaso la responsabilidad de la sociedad para asumir una actitud respetuosa de las medidas sanitarias llevadas adelante - que han sido un acierto - en base a las capacidades de un Sistema Nacional Integrado de Salud brindando fortalezas para poder llevar adelante una serie de acciones, que permiten mantener controlada una situación, que a nivel regional es preocupante.

Pero el momento que atraviesa la Cancillería no solo es un elemento más en esta larga lista de contradicciones que afectan a la coalición gobernante. Es un aspecto determinante, dado el papel que cumple el MREE en la coyuntura actual, y el rol que nuestro país ha tenido históricamente, constituyéndose en un referente ineludible a nivel internacional en la resolución de conflictos, y especialmente en los últimos con relación a la situación de Venezuela, factor desencadenante de la crisis instalada en el seno del Gobierno. 

La tónica presidencialista que el Gobierno expresa, sustentado en la buena imagen que viene registrando Lacalle Pou, incomoda notoriamente a los socios principales, que necesitan "cortarse" solos para poder mantener perfil y contener a sus barras. Manini ha sido más explícito y, sin rodeos, ha circulado videos con opiniones personales que incomodaron al Gobierno de Lacalle Pou. Talvi, en cambio, fue más orgánico, atento a su rol de socio mayoritario - como él mismo lo ha dicho -, y busca una salida negociada que le permita dejar de ser un alfil del Gobierno para transformarse en un protagonista más activo.

Así están las cosas en una coalición cuyo liderazgo se ha construido en base a concesiones para alcanzar el poder, y que cumple a rajatabla con patrones de comunicación fundamentales, pero carece de lo más importante: la influencia natural que permite conducir a un equipo con orígenes y visiones ideológicas muy diferentes.

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