Cuestiones pedagógicas y moral para intelectuales

Columnas 11 de junio de 2022 Por Jorge Barrera
Moral para intelectuales fue escrito, por primera vez, en 1908, dos años antes que saliera a luz ”Lógica Viva”. Según el propio testimonio del autor, sus páginas son la trascripción de algunas clases, para estudiantes de Secundaria: “Este libro es la versión taquigráfica en bruto, de algunas pocas lecciones del curso de Moral que di en la Universidad de Montevideo (Enseñanza Secundaria) en el año 1908”.
moral para intelectuales

Vaz Ferreira se excusa del modo en que están escritas, expresando que están “mal escritas”, o mejor dicho, ”mal habladas”, afirmando que no lo mueve ningún deseo de perfeccionismo literario, sino, que desea trasmitirlas, tal como fueron presentadas a su auditorio. No obstante, el autor señala su beneplácito por el modo como fueron recibidas en su momento. Su última versión es de 1956, dos años antes de su fallecimiento,  es por demás relevante por  la vigencia que, a la sazón, mantenía esta obra. Salvo algunas modificaciones referidas a la profesión de los médicos y al concepto de patriotismo, guardan una continidad muy significativa.

El maestro expone que hay dos formas diferentes de problemas morales, una que tiene que ver con la dificultad de desarrollar una vida acorde con determinados valores. En este caso, generalmente, el sujeto conoce la obligación, no obstante, llevarla a cabo resulta dificil, por diferentes motivos. Por nombrar un ejemplo trivial, podemos decir que, expresar la verdad, aún cuando nos puede pe rjudicar, es un imperativo ético claro;  no obstante, asumir la consecuencia de nuestras acciones, muchas veces nos resuta dificil. Si bien este es un asunto crucial, aclara que ese no es el propósito de este libro.

Otro problema se refiere a la clarificación de las situaciones a considerar y a su valoración moral, que no siempre es simple. Muchas veces es dificil discernir cuál es el  curso de acción más correcto y este es también un problema moral. Por otra parte, en la medida que las personas van ensanchando su mundo, las dificultades morales, que se presentan, son mayores y más complejas. Sobre este tópico versa este trabajo y ahi es que se encuentra la pertinencia de este libro. En resumen, su finalidad central  es: “En primer lugar, presentar y considerar esos problemas especiales que crea la “ vida intelectual”.  

En esta presentación pretendo realizar una aproximación a las ideas pedagógicas que se desarrollan en este libro. Las que son de esta segunda especie. A los efectos de rescatar estos conceptos, comenzaré por referirme a los consejos, si es que pueden llamarse así, que Vaz Ferreira le dirige a los estudiantes de su época.

Uno de los principios que el autor ha desarrollado con mayor fuerza es “el del saber por el saber mismo”. El conocimiento como “una actividad desisnteresada”, o mejor dicho, como un fin en sí mismo. Es pertinente la aclaración porque, al decir de Habermas, no hay saber desinteresado, sino que todo saber está al servicio de un interés, en este caso el interés emancipatorio subyace al aserto del filósofo uruguayo.

En el sentido indicado anteriormente, Vaz Ferreira, plantea la  inmensa diferencia que existe entre estudiar para saber y estudiar para mostrar que se sabe. Esa falsa erudicción que muchas veces se pretende mostrar, es entre otras cosas consecuencia de un sistema de evaluación que impulsa, de acuerdo con la mirada del maestro, a una actitud poco honesta. Se pretende que los estudiantes realicen un esfuerzo memorístico que va más allá de las posibilidades reales de la mayoría de los jóvenes. El estudiante, la más de las veces, tendrá que elegir entre mosrtrar su verdadera sapiencia o simular un conocimiento que no se posee en la procura de una nota lucida.

Con este sistema, criticado por el autor, hace más de un siglo; pero, que perdura; se pierden los disfrutes de la cultura y del conocimiento.

Vaz Ferreira presenta algunas ideas en forma de sugerencias; Primer consejo:

“Todo estudiante, ya en su bachillerato, en los estudios preparatorios, debe profundizar algunos temas; poco importa cuáles: esto realmente es secundario; que se tome un punto de historia o de literatura o de filosofía o de ciencia; que se estudie a Artigas, o el silogismo, o las costumbres de los diversos pueblos, o la teoría atómica o la constitución física del Sol, es secundario: lo fundamental, son los hábitos que se adquieren profundizando un punto cualquiera.“

Es dificil adquirir un saber verdadero sin profundizar sobre los temas estudiados, en este caso, solo se adquiere un barniz superficial, que impide el entendimiento de las complejidades de las cosas-

El segundo consejo, que se relaciona también con aquel estrechamiento de la mente que producen los exámenes, y con la manera de combatirlo, se refiere a la elección de las lecturas.

Es preciso abrir la mente más allá de lo inmediato y utilitario de un determinado programa o de una sola profesión. Por lo tanto, es necesario dejar tiempo a otras inquietudes que apunten más allá de la necesidad inmediata.

Un segundo deber del estudiante, en consecuencia,  es, pues, no limitar sus lecturas al círculo de los textos, sino leer algunos libros, en el sentido especial que “estamos dando a esta palabra.”

Pues bien; a medida que la enseñanza crece en superficie, tiene forzosamente que tender a decrecer en profundidad , puesto que las capacidades humanas no son indefinidas.  

En “Pedagogía y cuestiones de enseñanza”, el filósofo uruguayo expresa que hay dos dimensiones del aprendizaje que están en permanente tensión, por un lado, el conocimiento generalista,  entendiéndose por tal, la adquisición de una cultura general. En contraposición estaría el conocimiento especializado. Por supuesto, que para eludir la falsa oposición, Vaz Ferreira considera las virtudes de una y de otra y destaca la complementariedad de ambas formas de enseñanza.

También hace referencia a lo que el llama “dos ideas directrices” que también se encuentran en tensión.

“En un estudio pedagógico que no puedo resumirles aquí, he procurado demostrar que la pedagogía puede considerarse como polarizada por dos grandes ideas directrices, que yo he llamado idea directriz del escalonamiento e idea directriz de la penetración. El significado de estos términos es el siguiente: Para enseñar, puede procurarse ir presentando a la mente del que aprende, materia preparada especialmente para ser estudiada, cuya dificultad, cuya intensidad, se iría acreciendo poco a poco, a medida que la fuerza asimilativa del espíritu crece también. Tal es el primer procedimiento. El segundo, consiste en presentar al espíritu no materia que haya sufrido una preparación pedagógica especial, sino materia natural, que el espíritu penetra como puede, sin más restricción que la de que no sea totalmente inasimilable” (Vaz Ferreira, 1956)

Como señala muy bien señala  Arturo Ardao, en Vaz Ferreira el pedagogo y el filósofo, han caminado juntos.“Sólo que, en él, fuera de que una y otra cosa han marchado siempre entrelazadas, el educador ha estado constantemente inspirado y sostenido por el filósofo.” (Ardao, Arturo, 1961)

Como toda su filosofía  se opone a toda doctrina cerrada, a todo dogmatismo absoluto, a todo sistema rígido. En ese sentido crítica a Berra por su teorización excesiva: “en la necesidad de librarse de cierto infantilismo pedagógico, por cuyo camino parecía desenvolverse esta ciencia entonces con su excesivo formalismo.” (Sosa, Jesualdo, Pág 23)

Pese a su estilo asistemático se vislumbra claramente una Pedagogía, donde se explicita el rol docente, el papel del estudiante, la importancia y la selección de los contenidos, el modo de evaluar, las estrategias didácticas. Esta pedagogía de Vaz Ferreira, no es   un orden cerrado de ideas, tampoco  forma un cuerpo compacto de doctrinas.

“El caso de la pedagogía, como de la lógica y la moral, también se trata de una pedagogía viva. Hay suficientes elementos que evidencian esta característica. Vaz Ferreira no ofrece una teoría acabada de la que deductivamente se infieran preceptos sino que la tarea pedagógica consiste en el análisis crítico de prácticas de enseñanza que constituyen tendencia, por lo general seguidas acríticamente. La pedagogía vazferreireana propone la aplicación de ideas directrices teniendo en cuenta cada caso, pondera la simpatía del docente como elemento clave en la enseñanza, la sinceridad, el proceso del aprendizaje por sobre el resultado, la comprensión por sobre lo memorístico; recomienda la discusión, y la incorporación saludable del cuerpo en el aprendizaje cuyo contexto sea la naturaleza. Tarea esta que realiza principalmente desde la oralidad porque Vaz Ferreira cuando diserta pedagógicamente está educando, en este caso, a los formadores de niños, adolescentes y jóvenes de su país. “ (Dubuoe, Ana. Pág 142).

 

Bibliografía.

Ardao, Arturo.(1961).  Introducción a Vaz Ferreira. Barreiro y Ramos. Montevideo.

Barrera Jorge (2022 ). Medio Mundo.uy

Dubuoe, Ana, (2017).  La comprensión de la pedagogía de Carlos Vaz Ferreira en relación a sus ideas filosóficas : lógicas, epistemológicas y éticas, Tesis de Maestria. Universidad de la República (Uruguay). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

Sosa, Jesualdo. (1963). Vaz Ferreira pedagogo burgués. Editorial del siglo ilustrado. Montevideo

Vaz Ferreira, Carlos (1956). Moral para intelectuales. Centro Cultural de España.Montevideo

Vaz Ferreira, Carlos (1919) Lecciones sobre pedagogía y cuestiones de enseñanza. Barreiro y Ramos. Montevideo.

Te puede interesar