El click nos cambió la vida

Columnas 31 de mayo de 2022 Por Ramón Fonticiella
El simpático cartel me llegó por whatsapp desde Mataojo "El click nos cambió la vida”. Estaba ubicado en un telón en la escuela número 72 de Paso de la Herrería, la que está al Sur del camino, mirándose de frente con el almacén, y ambos de reojo con el arroyo, que corre más abajo.
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Esta vez no había angustias por enchorrada, ni el escrito hacía un reclamo: celebraba la llegada de la luz eléctrica al paraje. Hace muchos años (cuando iban a comenzar los gobiernos del Frente)   el productor y luego presidente de la Junta local de Mataojo, Jorge Duarte, dijo que venía del “pago más oscuro del país”. Luego de quince años, quizás esa situación ha cambiado, sus vecinos (y él también) celebran la llegada del tendido de electricidad de la UTE.

La frase “El click nos cambió la vida”, representa la alegría de familias que ya no dependerán de tener dinero para comprarse un grupo electrógeno o de la iluminación de faroles, lámparas o velas: tienen energía eléctrica.

Este caso de la escuela de Paso de la Herrería se hizo aún más “luminoso”, en el discurso que leyó una niña de la escuela; reveló alegría, contó vivencias de las épocas pasadas sin luz y de la esperanza de mejorar la vida de todos gracias a la electricidad. Según pude escuchar en una grabación casera, que seguramente no irá a los medios, la niña habló de su desazón cuando regresaba de la ciudad al campo y no podía “ver los dibujitos de la tele de la abuela”, o de su alegría porque ahora todo se hará más tranquilo, “hasta los deberes , porque tendremos luz”.

Tanto el cartel como el discurso de la chica, pueden quedar en el anecdotario de unos pocos, si no se profundiza en las políticas de Estado que hay detrás, impulsadas con decisión e inversión por el  gobierno nacional del Frente. Ese “click” de la llave de electricidad, no es mágico; es el símbolo del progreso, llevado por el Estado y la comunidad al interior profundo del basalto superficial. 

Mataojo , en general, está más cerca de Tacuarembó,  que de la ciudad de Salto. Hay poca gente en mucha tierra, que no es de las más productivas; las familias de campitos chicos o habitantes de los pueblitos, son héroes a quienes nadie condecora (pocos votos). Esta medalla de la energía eléctrica ha sido obtenida con gran esfuerzo de los pobladores y decisiones de organismos del Estado.  

Como no fui (me hubiera gustado ir una vez más) no sé si estuvieron todos los hacedores de la obra por cuenta del Estado. La pasada CTM de Salto Grande, que aportó mucho dinero para aliviar la contribución de los vecinos, el directorio anterior del Instituto de Colonización, Gonzalo Casaravilla pasado presidente de UTE, que fueron figuras capitales para proyectar, ejecutar y financiar la obra. 

El gobierno del Frente Amplio instaló el “click que cambió vidas”, hizo obra para la gente, que ahora se inaugura, sin preguntar cuántos son ni a quién votan.

Ejemplo del país construido en quince años.

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