Artigas, revolucionario

Columnas 28 de septiembre de 2021 Por Ramón Fonticiella
La magnífica exposición del profesor Enrique Rubio en La Diaria, motiva estas sencillas líneas sobre José Artigas gestor de revolucionario pensamiento político y social.
Jose Gervasio Artigas_002
La Estatua del Escultor Juan Luis Blanes

Siento emoción compartiendo que Artigas fue un radical en sus ideas. Aunque esto pueda chocar a algunas líneas ideológicas, me permito traer una frase que incluye  Rubio en La Diaria de este sábado, citando al argentino Waldo Ansaldi, historiador de la Universidad de Córdoba : “Artigas encabezó el ala más radical, popular, democrática, liberal, republicana y federal de la revolución rioplatense”.

Lo traigo a la atención de los lectores por un motivo puntual y otro de fondo. El primero es reavivar el recuerdo de que este 23 de setiembre se cumplieron ciento setenta y un años de la muerte de Artigas. El segundo, reafirmar que la solidez de su ideario superó largamente su listado de victorias militares, con planteos que aún en el siglo XXI siguen siendo revolucionarios.

La reconstrucción de la obra y vida de José Gervasio Artigas, trasciende el relato de sus batallas, el entrañable cariño que le tenían indios, negros y paisanos, la austeridad de su vida, la humildad de sus posiciones ante el Pueblo (“mi autoridad emana de vosotros...”), la inquebrantable honestidad de resistir intentos de compras con dinero y honores, la fe de llevar adelante un VERDADERO proyecto político y social, aun a costa de su derrota e intento de humillación. La seña más trascendente de Artigas es su ideología igualitaria, su valor de entregar todo por la idea y su rechazo al entreguismo.

En pleno siglo de la más sofisticada tecnología, las virtudes artiguistas siguen siendo valores sin precio. Si como la lluvia, esos bienes cayeran de las nubes del tiempo, cuánto mejor y más digna sería la vida de los orientales de hoy...

Qué similitud entre las razones de aquel reparto de tierras de 1815, con las políticas que desde el siglo pasado, Uruguay trató de aplicar para regar de trabajo digno la tierra uruguaya, y que hoy se intenta frenar.

Qué parecida con el igualitarismo artiguista, la construcción de sostenes a los uruguayos menos favorecidos en fortuna, salud, inteligencia o posibilidades (“sean los más infelices, los más privilegiados”...). Aunque haya quienes reclamen que no hay “que mantener vagos”.

Qué diferencia entre el Protector de los Pueblos Libres, que recibía embajadores (y GOBERNABA) sentado en una cabeza de vaca en un rancho, con la deslumbrante residencia y vida que, ahora, un pueblo pobre debe pagar a un gobernante rico.

Definitivamente Artigas fue un revolucionario en ideas. Empezó consigo mismo, exigiéndose todo para darlo a su pueblo. Es verdad que los tiempos cambian, pero aún la gente tiene dos pulmones que purifican la sangre, que traslada los nutrientes a todo el cuerpo, dicho esto como ejemplo de unas funciones que siguen siendo básicas del ser humano. El  nacido en la indigencia es el mismo que el que ve la luz en medio del lujo, tiene los mismos derechos y merece iguales oportunidades. Quien opina diferente, blasfema si se considera artiguista.

Todos podemos ser artiguistas, es cuestión de quererlo.

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