¿Libertad responsable?

Columnas 30 de marzo de 2021 Por Ramón Fonticiella
Días tristes y tensos en Uruguay: los médicos ruegan que el gobierno adopte medidas profundas de protección sanitaria. Los servicios, dicen, están a punto de colapsar. Hagámonos cargo. También el Presidente.
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Si se trabaja, se circula y se aumenta el riesgo de todos a enfermar y morir. Si no se trabaja no se come, ni ganan las empresas. Si el Estado, a través del gobierno BRINDA un mínimo de ingresos: se come y se baja el riesgo de enfermar a todo el país. Pero las medidas que reclaman los trabajadores de la salud y la población angustiada, no son consideradas en este atardecer dominical por el presidente, quien sólo oye los aplausos.

La lectura de los informes científicos no deja lugar a dudas: con la difusión del virus y sus mutaciones, el país entero seguirá enfermando. Sólo cortando la actividad, dicen los profesionales, se puede tratar de frenar la dispersión. La circulación y concentración en ómnibus, shoppings y todos los lugares posibles, debe cortarse para que haya tiempo para el efecto de las vacunas. 

Pero el Presidente no cede, aunque el tiempo pase y el contagio asuste.

El trabajo es necesario para generar ingresos...para los vivos, pero sigue muriendo gente en este fin de semana.
El Estado uruguayo debe, por decisión del gobierno, subsidiar la vida de su pueblo. Aunque se aumente el déficit y crezca la deuda. De nada vale un país menos endeudado y lleno de enfermos y fallecidos.

¿De qué sirve gastar menos si viejos, maduros, jóvenes y adolescentes pueden enfermar y hasta morir? 
Poco se sabe de cuánto cuesta atender en CTI a quienes están gravemente infectados; seguramente mucho más que tener esas personas en sus casas, con un sueldo mínimo hasta que las vacunas hagan efecto. Hasta pensando en plata, sin contar muertes y sufrimientos, parece más razonable subsidiar la vida que internar. Y cada vez hay menos camas...

En Salto me ha llamado tristemente la atención el furibundo ataque a la acertada medida departamental de impedir la circulación del virus, cerrando las posibilidades de recibir turismo. Mucho me ha sorprendido que haya referentes sociales y políticos salteños, que clamen por la libertad de trabajar, desdeñando el derecho a vivir en salud. Esos referentes deben usar su poder y posición para reclamar al gobierno nacional que sostenga a quienes no se mantienen solos, como única forma de construir juntos la salud de todos. 

Aunque haya intereses comerciales muy fuertes detrás de los reclamos visibles e invisibles, no se juega con la salud del pueblo. El trabajo se protege con subsidios, como los millonarios aportes que el gobierno nacional ha dedicado a la sequía, por ejemplo. El apoyo no será por mucho tiempo, porque las tardías vacunas, estarán haciendo efecto en algún momento.

La tristeza y tensión de este domingo, no existirían, si lleváramos tres meses de vacunación. Todos ya tendríamos por lo menos la primera dosis. Las vacunas llegaron tarde y no fue la población que las encargó a destiempo.
La “libertad responsable” NO EXISTE. De lo contrario nadie robaría. Existe la norma que OBLIGA al individuo a no dañar a la sociedad. También en salud.

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