No es lo mismo autoridad que autoritarismo

Columnas 29 de octubre de 2020 Por Tany Mendiondo
Hace un par de meses, por situaciones dadas en nuestro departamento y en especial en la ciudad de Young, da vueltas en mi mente la necesidad de hablar sobre la convivencia y la seguridad ciudadana.
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Constante "Tany" Mendiondo durante una sesión en Diputados La autoridad y el autoritarismo no son lo mismo

Autoridad y Autoritarismo

Debo reconocer que previo a este escrito he hablado con autoridades vinculadas al Ministerio del Interior y en la oportunidad de la presencia en la Comisión Integrada de Presupuesto y Hacienda  de nuestra Cámara, hice el planteo directamente al actual Director, el señor Santiago González. Debo precisar que lo hice más focalizando lo de las Mesas de Convivencia y Seguridad Ciudadana que sobre el tema, mucho más amplio  y controversial, de la seguridad misma.

El inicio de esta preocupación estriba en las múltiples denuncias, con videos testimoniales, sobre los desembarcos de las fuerzas policiales “más militarizadas” (el Grupo de Respuesta Táctica, la Republicana), en localidades generalmente tranquilas. Esta falta de costumbre de ver cientos de personas contra la pared, cacheadas, solicitando documentos, etc., nos traslada a la rémora de cincuenta años atrás. Nuestra preocupación continúa cuando, decidida y públicamente, grupos reivindican el estado de enfrentamiento de los años ´70. Se juntan varias puntas y obviamente es más necesario pasar a ocuparnos del tema que simplemente hacer historia. 

En el período pasado una de nuestras actividades más sistemáticas y periódicas era la participación de las Mesas de Convivencia y Seguridad Ciudadana en el departamento, donde participaba con el Comisario del lugar al frente, como corresponde de acuerdo con la legislación, la comunidad organizada y también lo hacían Diputados, ediles, Intendencia y Municipios. Como es natural en el ser humano, los cuestionamientos de la sociedad “pisaban más callos” sobre algunas responsabilidad de gobiernos, según sus niveles, que otras. Pero al final y pacíficamente, se lograban muchas cosas y se evitaban otras tantas.  

Siempre tenemos presente en toda la línea que va entre Menafra y Grecco, pasando por los Pasos de Mellizos y de La Cruz, y Sarandí de Navarro, que a partir de las Mesas de Convivencia y Seguridad Ciudadana se logró la mantención de las giras de pagos del BPS y la posibilidad, a través de POS, de pagos de servicios en instalaciones y a cargo del Gobierno Departamental. Tengo presente además las mejora de la convivencia cuando entre los propios vecinos lograban acuerdos para mejorar su calidad de vida tomando roles dentro de las comunidades. Imposible olvidar el significado decisivo de la Mesa de Convivencia y Seguridad Ciudadana de Young que ante un empuje de hurtos y rapiñas, no sin contradicciones profundas, juntó a comerciantes con autoridades policiales, de la Fiscalía y de la Justicia encontrando un camino eficaz para el combate del delito entre todos.  Mención aparte, por lo decisiva, para el esclarecimiento del reformado Código del Proceso Penal de la señora presidenta de la Asociación de Defensores de Oficio, la actuación de la Dra. Adriana Berezán. 

Insistir sobre ese camino era nuestro propósito cuando hablamos con el Director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Santiago González, brevemente; pero fue tan tajante la respuesta de discontinuar los procesos anteriores, que nuestras dudas se terminaron. Se nos dijo que loa anterior “no corría más y que generaba confusiones”. Si hay algo que no generaba confusiones eran esas mesas, donde participaba el vecino que quería y que podía, y que como dije antes, lograron resultados concretos. 

Que los muchachos se junten en todo el país en espacios públicos, metan barullo, beban de más y alguna otra cosa, no es un delito y mucho menos para combatirlos con grupos “militarizados”, es un problema de convivencia, de intentar por todos los medios de reflexionar en conjunto, involucrando y exigiendo responsabilidad a los padres. Hay que empezar por las Mesas de Convivencia y Seguridad Ciudadana, con la ley de faltas en la mano y aplicándose rigurosamente, pero lejos de la represión. Y si se nos dice que se los quiere disuadir del contacto físico cercano por el coronavirus hay otras formas, y nuestros jóvenes las entienden. A lo bruto, de prepo, contra la pared y a los insultos no sólo no es la forma, sino que va contra el espíritu de libertad que Uruguay respira, o al menos respiraba.

Pero hay otros hechos que se agregan a lo anterior: la destitución expresa del Crio. Mayor (R) Erode Ruíz, Jefe de Policía de Montevideo, por aparentemente una sola consulta sobre un tema vital al Ex Director de Convivencia y Seguridad Ciudadana, Soc. Gustavo Leal, nos obliga a poner en prioridad lo que se está haciendo y los criterios para esto. Esa destitución es todo un símbolo, porque está marcando claramente cuál es el camino que ha decidido transitar el Ministerio del Interior. Camino harto peligroso porque de alguna manera está abonando el escenario de la vuelta a los ´70. Represión, porque sí nomás, porque los jóvenes son jóvenes y por las dudas los reprimimos. Señores, están cultivando un caldo que no van a poder controlar. Miren el mundo, y guarden los garrotes que la sociedad se los da y les paga el sueldo para defenderlos de los delincuentes no de nuestros gurises.

Contribuir por acción o por omisión a las grietas, al enfrentamiento armado de jóvenes, terminan en una sola cosa, ganan los que tienen las armas y pierden los pueblos. Gana la represión, pierde la autoridad de verdad y sobre todo pierde la libertad, esa que el actual presidente terminó exaltando en su discurso del primero de marzo.

  -Tany Mendiondo-

 

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