Rocha, departamento creativo

Cultura 07 de agosto de 2020 Por Nicolas Sanz
Muchos sectores de la economía se han visto particularmente afectados por la recesión causada debido al cese y suspensión de actividades. En esta oportunidad, Rodrigo Tisnés aborda la situación del sector cultural en Rocha.
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Rocha, departamento creativo Por Rodrigo Tisnés

La pandemia del coronavirus, un problema sanitario a una escala global nunca antes vista, ha afectado todas las dimensiones de nuestra vida cotidiana: trabajo, estudio, visitas a familia y amigos, viajes de placer, compras, actividades deportivas. Todo ha debido ser revisado, suspendido, analizado y –eventualmente- protocolizado para su lento retorno a formar parte de nuestras vidas. 

Muchos sectores de la economía se han visto particularmente afectados por la recesión causada debido al cese y suspensión de actividades: el turismo especialmente, así como el transporte de pasajeros, los colegios e institutos privados, el deporte.

El sector cultural ha sido otro de los grandes afectados por la crisis. En todo el mundo se han cerrado salas de cine, museos y teatros, se ha suspendido obras, conciertos y lanzamientos de libros, Ferias del Libro como las de Madrid, Bogotá, Buenos Aires y Londres fueron canceladas o aplazadas, sin fecha  de realización confirmada. Los artistas, de la disciplina que sea, se encuentran entre los trabajadores más expuestos a los vaivenes de la economía, especialmente una de esta magnitud y que afecta tan centralmente a todo el espectro cultural.

Según la UNESCO, aproximadamente el 2,6% del PBI mundial es generado por las industrias creativas (literatura, danza, música, arquitectura, teatro, etc) y genera unos 30 millones de puestos de trabajo directos. Sí, así como se lee: 30.000.000, diez veces la población de nuestro país. Y eso sin contar los puestos indirectos que genera. En Europa las industrias culturales son más importantes: representan el 4,2% del total de la riqueza generada en la Unión Europea.

Además es de las que venía creciendo sostenidamente, a tasas anuales superiores al 4%. O lo venía siendo hasta esta pandemia.

Uruguay no escapa a esta triste realidad. A este presente cargado de incertidumbre y angustia, y un futuro que promete ajuste y precariedad.

En este contexto ha sido una buena noticia que a partir de esta semana el MEC haya aprobado un protocolo para la reapertura de teatros, cines, y museos en todo el país. Por supuesto, como en el resto de las actividades sujeto a un protocolo de higiene y sanidad que debe seguirse para dar garantías a espectadores y artistas.

Ahora que estamos por retomar cierta normalidad y volverán a abrirse los teatros y cines, a organizarse conciertos y espectáculos de danza, muestras de pintura, presentaciones de libros, sería bueno-deseable tener en cuenta todo lo que perdimos en estos meses, no sólo en posibilidades de salidas y esparcimientos, sino lo que la cultura genera en movimiento económico: ventas de entradas, de libros, puestos de trabajos para artistas, técnicos, administrativos y operarios.

La cultura genera riqueza, económica y social, por medio de la innovación, la creatividad y el rescate de la memoria y tradiciones locales. Es una dimensión humana que, al mismo tiempo que nos conecta y mantiene unidos a nuestras raíces, a lo idiosincrático; por otro lado nos vincula al mundo, haciéndonos un poco menos provincianos y más cosmopolitas.

En los anteriores gobiernos departamentales del Frente Amplio, se han obtenido logros muy relevantes en materia cultural, especialmente, en materia de recuperar e instalar infraestructura cultural: 

  • Se recuperó el Teatro 25 de Mayo
  • Se recicló el viejo edificio de la Dirección de Impositiva, creándose el Centro Cultural ‘’María Élida Marquizo’’, un orgullo para todos los rochenses
  • Se recuperaron o instalaron centros culturales en la mayoría de las localidades del interior del departamento: Castillos, Lascano, Chuy, Cebollatí, 18 de Julio, Barra de Chuy, La Coronilla, Costa Azul. Cada uno de estos centros culturales, dentro de sus posibilidades, ofrece una gama de cursos y actividades a la población, algunos surgidos directamente de demandas locales.
  • Se instalaron, en convenio con el Ministerio de Educación y Cultura y ANTEL, los Centros MEC, que funcionan en su  mayoría en locales de la Intendencia y con personal municipal;
  • También en convenio con el MEC se puso en marcha la Usina Cultural de Castillos
  • Se construyó y puso en funcionamiento Casa Joven;
  • Se han realizado festivales y eventos, ya sea organizados en forma exclusiva por el gobierno departamental (Semana de Rocha, Carnaval, Derrochando Coplas, etc) o en forma conjunta con otras instituciones (Uruguay a Toda Costa, Ferias del Libro, etc)
  • En este período de gobiernos se culminó con el reciclaje y se inauguró el Espacio de Arte y Cultura Joven

Un cuarto gobierno departamental del Frente en Rocha, no puede simplemente conformarse con sostener lo logrado. Ese es del deber ser que se tiene: una vez que se recupera o instala un espacio cultural, que se pone a disposición de la comunidad, deben mantenerse, ofreciendo propuestas  atractivas y útiles, e intentando que la sociedad se ‘’apropie’’ de ellos, en el sentido de que participen y se sientan orgullosos de ese espacio. A quien sea que gane el gobierno, la gente le va a reclamar por mantener lo ya conseguido. 

Por eso nosotros tenemos que ir a más. Pensar en un departamento que sea productor y promotor de cultura. Pensar ambiciosamente, pero sobre todo, creativamente.

Esa es la idea para un nuevo gobierno: Rocha, departamento creativo. Recuperada la infraestructura. Con centros y espacios culturales funcionando y en marcha, con mucha gente vinculada a la cultura trabajando y desarrollando proyectos muy interesantes en el todo el territorio, el nuevo gobierno del Frente deberá darle un impulso, vinculando a Rocha con el mundo.

En este sentido, el departamento tiene el potencial para incluir, al menos, a una de sus localidades dentro de la Red UNESCO de Ciudades Creativas.

Esta red, creada en el año 2004, cuenta con más de 200 ciudades de los 5 continentes habitados, en 7 disciplinas creativas: Música, Artesanías, Literatura, Cine, Diseño, Arte Tecnológico, y Gastronomía.

La intención de la misma es la de estimular la cooperación hacia y entre ciudades que identifiquen la creatividad como un factor clave del desarrollo sostenible, basado en la cultura e identidad locales, y las ponga en el eje de suplan de desarrollo local.

Buenos Aires, Florianópolis y Montevideo son algunas de las ciudades que integran esta red. Pero hay ciudades de menos de 30.000 habitantes que forman parte, e incluso algunas que tienen menos de 10.000. Lo que tienen todas ellas en común es destacarse, de acuerdo a sus recursos y posibilidades, en alguna de estas disciplinas, y la apuesta que hacen a partir de la misma a mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.

Otro aspecto a resaltar, es que el proceso, si bien es liderado políticamente, debe hacerse de manera participativa, involucrando y dando voz a la comunidad local, que debe sentirse parte de todo el proceso. 

Esta es una propuesta innovadora y fermental, dinamizadora de nuestra percepción de lo que entendemos por ‘’cultura’’ y a la vez nos desafía a imaginarnos como parte de un mundo que pone a la creatividad como un valor, y en el que, como departamento, tenemos algo para decir.

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