Continuidad de un proceso o derrota definitiva?

Columnas 06 de septiembre de 2022 Por Carlos Alejandro
Para quienes sentíamos como propio el proceso constituyente que se venía desarrollando en Chile, la jornada de ayer nos pone en una situación difícil de asimilar. Existe un sentimiento de desilusión muy grande.
Chile Rechazo
Foto: AFP

Un triunfo del apruebo ayer hubiera significado sin duda alguna la ratificación del camino que se ha seguido por parte de quienes desde el Chile profundo y olvidado entendieron que ese era el rumbo a seguir en el proceso que se inició a partir del 18 de octubre de 2019 con las protestas de todo un pueblo que había dicho claramente: Basta ya de despojo! 

Las cifras finales podrían o no sugerir que fue una derrota aplastante, casi 2x1 en votos válidos. Durante las últimas semanas, fuimos participes de una verdadera demolición del texto que se iba a poner en consideración del pueblo chileno, y también, lo que es peor, de la propia Convención Constitucional, deslegitimándola a pesar de la aplastante victoria que se había logrado en la elección de sus miembros, donde los miembros de la derecha defensora de la constitución de la dictadura, habían quedado reducidos a menos de un tercio de la integración de la Convención que resolvía por dos tercios de su integración. Quizás y sin quizás se cometió el pecado de pensar que a partir de la instalación de la convención, y sobre todo por el apoyo logrado, ya estaba todo ganado y que esa derecha fascista, oligárquica y continuadora del régimen implantado a partir del 80, se iba a quedar así como así e iba a aceptar la derrota. 

Aparece a todas luces en un análisis primario y muy rápido, que la izquierda y los movimientos sociales que conformaron el Apruebo, no tuvieron o no pudieron, aun habiendo constatado a tiempo, como lo señalaron algunos analistas de sus entornos, que, todos los medios de comunicación de la derecha y los voceros del rechazo, estaban apuntando a la deslegitimación de la Convención y a partir de ello al propio texto que de allí surgiera. 

En estos últimos días, ha habido múltiples manifestaciones del fascismo a lo largo del mundo, y en particular en América Latina. Estas diferentes expresiones que han tenido sus epicentros en el intento de magnicidio contra la Vicepresidenta Cristina Fernández, los dichos de los fascistas brasileros en relación al posible resultado adverso de las elecciones al Presidente Bolsonaro,  y el triunfo de Lula en las mismas y la posibilidad de no entregar el gobierno si esto sucediera, las acciones de los grupos paramilitares en Colombia que siguen asesinando líderes sociales y ex guerrilleros de las FARC, se ha sumado ahora este resultado adverso en Chile, nos obliga a quienes estamos enfrentados a esta derecha fascista y retrograda, a tener un profundo análisis de las formas en las que enfrentamos todas estas luchas. Sin duda alguna la ecuación fundamental de este análisis debe realizarse situando la lucha y el contexto en que se desarrollan en cada país, desde la base misma de las sociedades, analizando profundamente cómo reaccionan frente a las campañas mediáticas de la derecha, y los efectos que provocan en los sectores populares afectados directamente por estas políticas de la derecha. Teniendo sobre todo un particular empeño en el análisis de cuando y como nos alejamos de esas bases populares, partiendo de la conclusión que no alcanza con haber estado codo a codo junto con ellos en la pelea por sus temas reivindicativos directos y haber desarrollado en nuestros gobiernos políticas que los benefician directamente. 

Seguramente habrá mucho más para analizar del resultado y el rol del dinero aplicado a un proceso de este tipo, en el rol que juega en las campañas políticas de la mano de los medios de comunicación al servicio de sus dueños, así como también en forma no menos importante, de cómo se procesa el resultado a partir de hoy, por el propio gobierno chileno y las fuerzas de izquierda que estaban a favor del Apruebo que tendrán que ver el resultado como una luz roja que se enciende y como se continua con la lucha por derogar y sepultar la actual Constitución surgida en la dictadura militar  y construir una nueva Constitución para Chile incluyendo aquellos conceptos que faltaron y los que provocaron las mayores formas del rechaza y controversias con el texto que se puso a consideración del pueblo chileno el pasado Domingo 4 de setiembre.

Nunca ha sido sencillo luchar contra el sistema, más bien todo lo contrario. El poder del dinero, los medios de comunicación y los años de predica de la derecha nos obliga a ser mucho más directos, docentes y didácticos en algo que a lo largo y ancho del continente siempre nos ha sido favorable y es el mano a mano, cara a cara puerta a puerta de nuestros pueblos, abandonarlo ha sido letal para los intereses de las grandes mayorías olvidadas del continente y la izquierda toda debe tener siempre presente esto último. 

Carlos Alejandro - Dirigente Compromiso Frenteamplista (711)

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