Estaban preparados…

Columnas 09 de julio de 2022 Por Ramón Fonticiella
Los simpatizantes del mayor partido político del Uruguay, el Frente Amplio, hemos asegurado y aseguramos que la coalición gobernante no estaba preparada para desempeñar sus funciones.
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Permítanme decir que nos equivocamos: estaban preparados. Para los vencedores del balotage, gobernar es hacer lo que están realizando: cambiar drásticamente el país que recibieron. Estaban listos para destrozar un sistema de equidad, redistribución de la riqueza nacional, consolidación de ciudadanía igualitaria, reafirmación y disfrute de derechos, equilibrio de acceso a la educación, la salud y la vivienda, y eliminación de la grieta divisoria entre ricos y pobres...

¡Vaya que estaban preparados! Aunque nunca lo hayan anunciado expresamente y sólo se expresaran en formas tangenciales: "se acabó el recreo "(del disfrute de derechos), "los cinco mejores años de la vida" ( de los poderosos); "abatir el déficit fiscal" (reduciendo sueldos y jubilaciones); "no crear más impuestos" (a los dueños de la riqueza, pero si a los trabajadores); "imponer el orden" (desalojando obreros, pero con aumento de crímenes en las calles); "acabar con las drogas" ( de las bocas de menudeo de barrio, pero con escape de aviones del gran narcotráfico o contenedores con cocaína en barcos)... Seguramente se podría seguir con la salud, la educación media o la universidad, ¡o con la vivienda, que tendrá planes  de "soluciones pobres para pobres" !

Estaban preparados; y en qué forma.

Echemos una mirada a la entrega del puerto de Montevideo. No se prepara en dos días una operación como esa, jurídico mercantil encubierta. La población se enteró después que todo estaba hecho. Mal o bien, pero terminado. De nada han valido las críticas técnicas provenientes de especialistas destacados, verdaderas autoridades que han servido al país bajo gobiernos que no eran del Frente Amplio. La justicia (ojalá) analice desapasionada y libremente las denuncias que ante ella se han planteado por esta impresentable operación, que entregó la más importante estructura portuaria nacional por una supuesta amenaza de juicio. Uno de los especialistas en derechos marítimos y portuarios, ha sugerido que ese anuncio de juicio por 1.500 millones de dólares de los que ha hablado el presidente de la república, obviamente debía tener pruebas del lucro cesante para tener efectos sobre el país. Sólo ante el anuncio, arrugamos y se le entregó el puerto de Montevideo por más de una generación. Una acción de esta envergadura, no es casualidad, no es un "gol de chiripa", es una jugada de pizarrón, practicada por jugadores de alta competencia, con mucha experiencia y entrenamiento.

Estaban preparados.

Lamentablemente muchos de quienes más necesitan un país de solidaridad y equidad, creyeron que con el cambio de matriz política dejarían de ser asalariados y se transformarían en ¿prósperos empresarios? . Por eso votaron con las dos manos a quién prometió los "cinco mejores años de la vida". Obviamente no era para todos. El propio presidente lo dijo a poco de iniciado su mandato, en el comienzo de la pandemia, que había que cuidar a los "malla oro" entendiendo por ello a quienes generan riqueza y trabajo. Lo que no aclaró Lacalle Pou, fue que esa protección no incluía ninguna redistribución de la riqueza, ni mejor remuneración del trabajo. Hoy todavía quedan modestos obreros de manos vacías, que las usan para aplaudir la gestión del presidente que se saca fotos con ellos (que "les saca fotos" con su celular). La información de que hay más empleo, no explica que es con salarios menores que los del período del Frente Amplio, que no es lo mismo ser explotado, que tener las necesidades básicas satisfechas. Es cierto que hay cientos de operadores políticos del gobierno ( colocados a dedo en intendencias, ministerios, Salto Grande, etc.) que ahora están pasando los cinco mejores años de su vida, a cambio de difundir que todo está bien, y que será mejor. Hay muchos especialistas en blindaje mediático, que seguramente también han visto mejorar sus cuentas bancarias (o sus bolsillos con pagos en efectivo), por la tarea de no explicar la razón de las malas cosas que pasan, las resbaladas ilegales de referentes de la coalición, o crucificar a un pobre o a un posible frenteamplista por la enésima parte de culpa de un intendente u otro gobernante del régimen o simpatizante de él.

Estaban preparados.

Una fenomenal máquina política ha cavado una profunda zanja en la sociedad uruguaya. De un lado estamos quienes reclamamos equidad, derechos, salarios, jubilaciones acordes a los precios, trabajo digno. Del otro están quienes se fijaron la meta de hacer un Uruguay de ricos y pobres, de señores y explotados, acompañados por humildes servidores que "pelean" por el caudillo. Ya ocurrió a fines del siglo XIX, donde batallones de pobres del campo murieron, peleando por beneficios políticos para verdaderos señores feudales criollos.

Estaban preparados para liquidar el Uruguay artiguista, batllista y progresista, e instalar un conservadorismo retrógrado.

Con pensamiento, con acción política, con entrega intelectual y con militancia, demostremos que TABARÉ no vivió en vano...

¡No nos rendiremos!


Ramón Fonticiella es Maestro, periodista, circunstancialmente y por decisión popular: edil, diputado, senador e intendente de Salto. Siempre militante.

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