Cardoso y las cortinas de humo
Algunos apuntes al pasar: en algún momento se habló de la “industria sin chimeneas” cuestión que quedó como un eufemismo, porque la realidad es que no se industrializa nada. Históricamente ese ministerio funcionó con muy pocos empleados, en el presente, y en los últimos tiempos, no llegan a 200. Hay gente que hasta el día de hoy cuestiona la existencia misma de su rango institucional. Los hechos demuestran que desde el primer Ministro de Turismo, Alfredo Silvera Lima, a quienes le siguieron José Villar, Mario Amestoy, Benito Stern, Alfonso Varela, Pedro Bordaberry, Héctor Lescano y Liliam Kechichián, se construyó una verdadera política de estado cuyo punto más alto se dio en el año 2017, los ingresos de divisas por turismo superaron los 2.300 millones de dólares. Dejando atrás la tradición de la carne. Esto no significa que haya sido la mejor performance de su historia, la fortaleza es la consecuencia de una verdadera política de estado. La ley 15.851, en su artículo 83 convalidó de hecho lo que venía sucediendo desde el 2 de abril de 1986.
Todo lo dicho hasta que asume el 1 de marzo de 2020, Germán Cardoso. En el marco de una pandemia este Ministro hizo un formidable esfuerzo, y lo logró, para desmantelar una exitosa política de estado. No vamos a repetir lo que ya nos ha ocupado innumerables editoriales sobre la discontinuidad del Corredor de los Pájaros Pintados, la miopía, mala fe, o simplemente el no estar calificado, permitió que el Ministro renunciado pase a la historia como quien enterró años de acumulación en nuestro destino turístico.
En este momento una comisión pre-investigadora en la Cámara de Representantes trabaja sobre dos solicitudes para tramitar una Comisión Investigadora, la primera solicitada por el Sr. diputado por Maldonado Eduardo Antonini, fundamentada en hechos de trascendencia pública notorios, que culminan con la renuncia del Ministro Cardoso. Renuncia, término utilizado metafóricamente para lo que realmente fue: relevado.
El Diputado Antonini refiere a hechos públicos de hace unos meses, donde queda cuestionada la figura de Cardoso ante escuchas al coordinador de la Jefatura de Policía de Maldonado. Situación sobre la que la Cámara de Representantes, a través de sus comisiones, requirió comparecencia del involucrado sin respuesta. Y lo reciente, la destitución por parte del ex Ministro Cardoso, del Director Nacional de Turismo, Dr. Martín Pérez Banchero como consecuencia de que este último se negara a convalidar gastos reñidos con las normativas vigentes. El planteo del Sr. Diputado Antonini está fundado en hechos incontrovertibles que culminaron con el cambio ministerial.
El anuncios del exministro y actual Representante Nacional, Germán Cardoso, de que en el ámbito parlamentario quedarían esclarecidos los hechos del incordio con el ex Director Nacional de Turismo, no se entiende el motivo porque el problema fue en su calidad de Ministro y no de Diputado. Es en realidad una descomunal cortina de humo que de antemano demuestra que las afirmaciones públicas del Dr. Martín Pérez Banchero, ex integrante de la Secretaría de la Cámara de Representantes, un hombre de Honor, son absolutamente ciertas y comprobables.
En el período pasado recorrimos el país con la Comisión de Turismo, dos integrantes del Frente Amplio y tres de lo que hoy es la coalición de gobierno. En cada Dirección de Turismo de cada uno de los departamentos del interior se hablaba un solo idioma, el de la política de estado. Todas las regiones del Uruguay pugnaban por el espacio en destino turístico, todos aportaban algo, todos sentían al Ministerio de Turismo como parte y liderando. Los integrantes de aquella comisión sentíamos el orgullo de formar parte de algo tan exitoso. Para mejora, por supuesto siempre, pero se valoraba el camino hecho. Quince años de gobierno del Frente Amplio que honraron el surco dejado por Silvera Lima, Villar, Amestoy, Stern, Varela y Bordaberry. Nunca una convocatoria al parlamento más allá de la ley de Presupuesto, las Rendiciones de Cuentas y los programas anuales.
Desde el 1 de marzo de 2020, hasta que lo renunciaron, nunca se llevó por parte del exministro, el más mínimo cuestionamiento a los períodos anteriores. Ahora, y se reitera, como formidable cortina de humo se apela a diluir su responsabilidad en períodos anteriores. Épocas donde el país se llenaba de turistas y divisas y para eso se invertía. Cardoso no solo tendrá el triste papel de haber liquidado una política de estado sino que pasará a la historia como el mayor ordenador de gastos discrecionales en épocas de fronteras cerradas. Un ministro de turismo que pasará a la historia por no haber recibido turistas, pero lo que es más grave, por ser el responsable de darle fin a una exitosa política de Estado.
-Tany Mendiondo-