1 de Mayo

Columnas 26 de abril de 2021 Por William Marino
El 24 de julio de 1895, el diario El Día, fundado por José Batlle y Ordoñez, publicaba en sus páginas unos de los primeros discursos en la prensa escrita de un dirigente obrero, en medio de una huelga del transporte y la construcción...
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Qué decía este dirigente Sindical hace más de 125 años: “vemos pues con simpatía, el Movimiento Obrero que se inicia entre nosotros  y de sus resultados, del triunfo de sus ideales que llevan por banderas el bienestar humano sin distinción de rangos, sin privilegios, de ese triunfo han de participar los pueblos de América libre y ha de repercutir sobre las instituciones florecientes´. 

Si bien el 1895 fue un año “muy fuerte” en las luchas sindicales, también lo fueron porque los “sindicatos” pasaban a tener direcciones más estables. Las huelgas en este país con dictaduras militares y sin ellas ya animaban las calles de la capital y algunas ciudades del interior. Las represiones eran siempre salvajes, terminaban con muertos y heridos. La influencia de los anarquistas e integrantes de la primera Internacional (trabajadores que eran expulsados de sus países) que estaban una franca expansión industrial, como lo eran Inglaterra, Francia, Suiza, Austria y regiones de la actual Alemania, entre otros.  

El Uruguay del siglo XIX, tiene muchos muertos olvidados, por todos, al igual que los asesinados en las represiones a principio del siglo del siglo XX, fruto de que las oligarquías gobernantes y dueñas del gran capital del campo y la ciudad, acumularon mucha riqueza producto de la primera guerra mundial, cuyo escenario fue casi en exclusiva en Europa. Es en setiembre de 1901 que se realizara “la primera prohibición de las reuniones de obreros y/o trabajadores”, pero aun así a principios de siglo, las huelgas y los paros en el puerto, en los tranvías, ferrocarriles, saladeros, construcción, los carreros, sastres, gráficos y maestros, se realizaron igual. Muchas de ellas se reprimían con saña increíble, inimaginable para el mundo moderno de hoy. ¿Cuántas fortunas de familias de ilustres apellidos se acumularon en aquellos tiempos?

Si bien es cierto que la esclavitud en este país ya había sido abolida, no sucedía lo mismo con la servidumbre, el trabajo de sol a sol por la casa y la comida a las órdenes del patrón, las 24 horas del día. No solo en el interior profundo sino también en las ciudades y la propia capital.  Me ha venido a la memoria un estancamiento que vi y presencié a orillas del arroyo Pantanoso, en 1964, en una represión de la policía contra los obreros de los frigoríficos. El testimonio de eso salió porque un fotógrafo del Diario de la noche, había tomado una “instantánea” del obrero estaqueado en pleno campo, a orillas del pantanoso.    

Podemos decir sin temor a equivocarnos que todo lo que tiene de beneficio la clase obrera, es fruto de sus luchas que le fueron arrancando de a poquito al gran capital, con personeros detrás de ellos. Así se le arrancó: asignaciones para sus hijos, el derecho a la jubilación, licencia, aguinaldo, ropa de trabajo, herramientas, aumento de salarios y jornales, seguros de salud y tantas otras cosas. Aunque los más importante fue que tuvieran el derecho de asociarse en su sindicato libremente y la Jornada de 8 horas. Estas dos últimas sí que costaron sangre, sudor y lágrimas, por todos los trabajadores mártires que fueron asesinados a lo largo de esa pelea intensa. Por eso el 1 de Mayo es un día de reflexión, de recuerdo y de lucha de los Trabajadores del mundo entero. Porque la lucha fue a nivel mundial, más que nada en países industrializados. 

La pelea por las ocho horas de trabajo será idea de la central de trabajadores de los EE.UU. y Canadá que, a finales de 1884, resuelven tenerla como objetivo, el cual debería comenzar a más tardar el 1 de mayo de 1886. Las grandes patronales de los EE.UU. contratan a la agencia de seguridad y policía privada, los Pinkerton. Dicha agencia era la que contrataba los rompe huelga y krumiros, además encargada de intimidar y asesinar a los obreros organizados y atentar contra sus locales sindicales. También serán acusados de ser los que tiraran una bomba el 4 de mayo de 1886 en la Plaza de Haymarket (Chicago).

El 1 de mayo comenzó finalmente una huelga general: “Por las 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas para lo que se nos de la gana”. Las crónicas de la época dicen que fue de un gran éxito, pues pararon unos 500.000 trabajadores en EE.UU. En Chicago el paro alcanzo a unos 50.000 trabajadores y la manifestación congregó a unas 80.000 personas. Casi al finalizar el acto en la Plaza Haymarket, alguien tira una bomba que mata a siete policías y resultaron heridos unos 50 producto de la balacera, que efectúa la propia policía. En los días posteriores serán acusados ocho dirigentes obreros anarquistas: Louis Lingg; Oscar Neebe; Adolh Fisher; George Engel; Michael Schwab; Samuel Fielden; Albert Parsons y Hessois Auguste Spies. Es la lucha de estos hombres y miles, decenas de miles como ellos, que se le arrancara con la lucha la reducción de la jornada laboral.

Los grandes medios de prensa, entre ellos el “Chicago Time” los acusarán de brutos, consejeros de disturbios, pillaje, incendiarios, asesinos, rufianes, cobardes, ladrones, criminales. Luego del juicio que se realizara en 1887, el primero de la lista se suicida en la cárcel con una bomba. Oscar Neebe y Adolh Fisher le darán una condena de cadena perpetua. Cinco años después serán liberados por un indulto del Gobernador, pues el juicio fue sesgado y no hubo ninguna prueba contra ninguno de ellos. Es ahí que se comienza a decir (acusar) que la bomba la tiró un Pinkerton. Los otros cincos fueron ejecutados en la horca, el 11 de noviembre de 1887. Todos subieron al caldoso rumbo a la horca cantando la Marsellesa, el himno de la Revolución Francesa. Albert Parsons dijo como última frase: “llegará el día en el que nuestro silencio será más poderoso que las voces que ahogáis hoy. Dejad que se escuche la voz del pueblo”.

     En 1888, la Federación de Trabajadores de los EE.UU. propuso en la reunión de la Internacional de Trabajadores realizada en Paris, que se tomara como día de los trabajadores el 1 de Mayo a nivel mundial. Se aceptó.                                                  

                                                              WILLIAM  MARINO

 

         

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