¿Qué son los derechos culturales? ¿Cómo se protegen?
Contó con la intervención del Mag. Jorge Barrera en su calidad de profesor de los seminarios de Educación en Derechos Humanos y con la presencia de las Mag Mariana Chiquiar y La Mag Florencia Astori como ponentes.
La actividad fue abierta por la Directora del IFD, la Prof. Dra. Delma Cabrera, quien agradeció a quienes hicieron posible la jornada y se congratuló por el éxito de la misma, destacando la presencia de un nutrido marco de participantes, donde se encontraban estudiantes, profesores y público en general.
Educar en clave de derechos humanos es un imperativo ético, pedagógico y legal.
La primera intervención estuvo a cargo del profesor Barrera quien se refirió a los objetivos de la jornada, expresando que “se desarrolla como actividad de extensión del IFD de San José, en Derechos Humanos. Resaltando que pretende acercar a los estudiantes, docentes y público en general a un tema crucial: «La naturaleza de los Derechos Culturales.»
El profesor señaló que para abordar la trama se ha invitado a dos reconocidas especialistas. Luego de agradecer a todos quienes hicieron posible la realización del evento presentó. Lo que dio en llamar, el encuadre de la actividad.
En ese sentido señaló que la presente actividad está enmarcada en los seminarios de Educación en Derechos Humanos del IFD de San José, los cuales están, este año, a su cargo como docente responsable, informando que son tres grupos de tercer año, dos de magisterio y uno de profesorado.Explicó que los cursos del IFD, no son un Seminario de Derechos Humanos, sino, de «Educación en Derechos Humanos», Hizo hincapié en el hecho de que la
práctica docente enfrenta a, profesores y maestros, a muchos desafíos y cuestionamientos y que por eso es crucial comenzar por entender: ¿Por qué es un imperativo enseñar en clave de derechos humanos? Señalando que esta pregunta tiene al menos tres fundamentos: 1) Porque es un imperativo ético, 2) Porque es una exigencia pedagógica. 3) Porque es un mandato legal.
A continuación realizó una breve fundamentación, dando respuestas a esas tres preguntas:
Desde la perspectiva ética, siguiendo a Kant, los D.D.H.H. pueden ser vistos como un imperativo ético. Para articular con el pensamiento del filósofo, que este año, se cumple el tricentenario, se centró en la formulación del imperativo categórico que expresa: “Obra siempre de tal modo que cumplas con la exigencia de tratar a la humanidad siempre como un fin y nunca como un medio”. Dado que reconocemos una dignidad humana que va más allá de cualquier condicionamiento. Con respecto a la exigencia pedagógica, se preguntó: ¿Cuál debe ser la actitud del docente frente a los Derechos Humanos? Dando como respuesta que el docente y la institución escolar deben ser “beligerantes” a favor de los Derechos Humanos. Y en tercer lugar porque es un mandato legal, el que se asegura por su incorporación normativa al orden jurídico, asegurando: eespecificidad y exactitud , obligatoriedad y capacidad de asignar responsabilidad a los Estados
Tratándose esta actividad sobre los derechos culturales podemos interrogarnos sobre ¿Por qué la reflexión sobre los derechos culturales en un curso
de educación en derechos humanos para futuros docentes es crucial?
El profesor Barrera argumentó que: “caben aquí los mismos fundamentos de la educación en Derechos Humanos.” Desde la perspectiva jurídica baste señalar que el artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos garantiza estos derechos, incluyendo la participación libre en la vida cultural y el disfrute de las artes.
Pero, existen otras razones por la que abordar los derechos culturales:
En un mundo, donde las estructuras culturales tradicionales se desvanecen y las identidades culturales están en constante movimiento, los derechos
adquieren gran relevancia. Además, estos derechos garantizan el acceso a la cultura propia y ajena, protegen la libertad de expresión artística y cultural, se relacionan con la preservación del patrimonio cultural y están vinculados a la educación en cultura y arte. En un contexto de globalización y migración, estos derechos son cruciales para preservar la diversidad cultural.
Los Derechos humanos son horizontes normativos deseables.
La magister Mariana Chiquiar comenzó su exposición a partir de expresar
que Derechos Humanos (DDHH) son un tema fundamental en la sociedad y el derecho, presentó un resumen de las principales características de los Derechos Humanos.
La expositora afirmó que los Derechos Humanos son un concepto con múltiples connotaciones y pueden ser analizados desde diversas disciplinas. Destacando dos aspectos esenciales que definen su carácter, a saber, un ideal común y un sistema de valores:
Por una parte los DDHH constituyen un “ideal común” para todos los pueblos y naciones, por lo que representan un sistema de valores compartidos. Este sistema de valores refleja la evolución de la colectividad humana y responde al clamor de justicia de los pueblos. Por lo cual, los DDHH tienen una dimensión histórica. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada por la ONU en 1948, se presenta como un “ideal común” al que todos los pueblos deben aspirar. Se le ha llamado la “conciencia moral de la Humanidad” y un “horizonte moral”.
Por otra parte poseen un carácter Ético que reposa en la dignidad humana:
Los DDHH se basan en la dignidad inherente de la persona humana. Esta se expresa a través de un sistema de valores que orienta el orden jurídico, estableciendo lo que es “bueno y justo”.
Sin embargo, los DDHH no se realizan plenamente hasta que obtienen reconocimiento político y protección jurídica. Esto implica que las normas (constituciones y leyes) deben reconocer los derechos y sancionar su transgresión.
En otro orden, la ponente, afirmó que además poseen funciones críticas y se inspiran en las utopías: Teniendo en cuenta que Los DDHH ejercen una función crítica sobre el orden existente. Cuestionan las limitaciones económicas, sociales y políticas que impiden su cumplimiento.
Mariana Chiquiar manifestó, a continuación que una hay pregunta constante en la opinión pública: ¿por qué no están contemplados en las normas o por qué no se respetan? Si bien representan aspiraciones legítimas basadas en principios inalienables. Probablemente ese debe a que Los DDHH también proponen una utopía: un nuevo orden que transforme las condiciones históricas y permita su realización, afirmo Chiquiar.
En resumen, aseveró que los DDHH son fundamentales para la sociedad y deben ser reconocidos, protegidos y perseguidos como un “orden-utopía” que trasciende las fronteras estatales y se basa en la dignidad humana.
No alcanza con conocer los derechos culturales, es necesario trabajar para asegurarlos.
A continuación la magister Florencia Astori se refirió a la cultura y derechos Culturales:
Partió de una dicotomía entre cultura como entretenimiento vs. cultura ciudadana: Se refirió a que se puede distinguir entre una cultura que es mero entretenimiento y otra que es esencial para el avance y cambio social, promoviendo una vida mejor y creando un sentido de comunidad.
A los efectos de sustentar sus argumentos comenzó con una reseña histórica:
En la misma se refirió a cuando se comenzó a hablar de estos derechos, afirmando que esto sucedió a partir de la Post-Segunda Guerra Mundial. “Surgieron con la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, destacando la importancia de participar en la vida cultural y proteger los intereses morales y materiales de las creaciones artísticas.” refirió Astori.
Si bien es importante hacer referencia a la génesis, es fundamental comprender los desafíos actuales, argumentó la ponente. En la actualidad, se enfrenta el desafío de superar el fundamentalismo y relativismo que amenazan
la dignidad humana, utilizando los derechos culturales como herramienta, Señaló.
Florencia Astori señaló que no es suficiente un abordaje teórico, sino, que es necesario aterrizarlos, allí se refirió a tres casos concretos: 1) El Proyecto Cárcel - del Museo Gurvich de Montevideo : Expresó que es una apuesta a trabajar con la comunidad penitenciaria. Desde el 2016 el equipo del Museo trabaja con diferentes instituciones (INISA, Cárcel Punta de Rieles, Cárcel Unidad Número 5 de Colón) implicando la intersección del arte y la educación para aportar a la transformación social. En el 2022 se inauguró en la Cárcel No 5 de mujeres de Colón el “Taller de cerámica y desarrollo personal”, un espacio estable para el desarrollo de un proceso educativo y creativo que genera aprendizajes y apela a la transformación de las participantes. El segundo “Programa Esquinas de la Cultura” de la Intendencia de Montevideo. Este se enmarca en el proyecto de descentralización municipal de Montevideo creado en 2005. Su finalidad es profundizar la democracia desarrollando la participación y la cooperación de entidades y ciudadanos, atribuyéndoles representación y medios de acción. Suministra un marco que permite acercar al Estado a la vecina y el vecino, generando canales de decisión, consolidando espacios organizativos que se expresan en la sociedad. El tercer ejemplo que presentó estuvo referido a los “Centros MEC” que se implementaron en la pasada administración. Estos tuvieron como objetivos mejorar el acceso de los ciudadanos a los bienes culturales y las oportunidades educativas, en particular, aquellos sectores de la población con menores posibilidades de acceso por causas económicas, educativas, territoriales, capacidades diferentes
Por último, cerró su exposición con algunas propuestas:
Intensificar las acciones de descentralización de la cultura a través de un compromiso ético con los derechos culturales.
Promover programas amplios que involucren colectivos en su construcción, implementación y evaluación.
Generar esfuerzos conjuntos y sinérgicos a través de los tres niveles de gobierno evitando superponerlos.
Crear un sistema nacional de cultura como matriz. Incorporar una ley nacional de cultura y derechos culturales.
Mejorar los planes de formación de recursos humanos para la gestión cultural. Reinstalar centros de gestión cultural a nivel territorial (ej centros Mec) Desarrollar instrumentos claros y efectivos para incentivar la creación cultural y artística. Fortalecer el desarrollo cultural de las infancias y adolescencias. Fomentar las industrias creativas a través de programas y presupuesto.
Poner en marcha estrategias vinculadas a la generación de puestos de trabajo de calidad en el ámbito cultural.
Desarrollar infraestructura acorde para el ejercicio de los derechos culturales. Incentivar la alfabetización digital y regulación de plataformas de streaming.
Por último planteo unas preguntas para evaluar el estado de los derechos culturales en el territorio.
La jornada fue recibida con satisfacción tanto por los presentes, como por quienes la pudieron seguir por internet, solicitando la realización de nuevas instancias de este tipo.