Ahora escuchemos a Palestina

Columnas 09 de mayo de 2024 Por Agustín Courtoisie
En el momento de culminar esta entrevista con la Embajadora del Estado de Palestina en el Uruguay, Nadya Rasheed, Israel aún no había lanzado flyers de advertencia presionando una evacuación de Rafah de dudosa viabilidad e iniciado acciones militares. Esa ciudad había recibido miles de desplazados gazatíes que ya no sabían dónde protegerse de los bombardeos. El régimen de Netanyahu no había confiscado aún los equipos de Al Jazeera y prohibido las emisiones de ese medio de comunicación del Estado de Qatar, que venía mediando por el cese del fuego junto a EE.UU. y Egipto.
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Por entonces, France 24 no había informado aún que “Hamás acepta una propuesta de tregua en Gaza” y que pese a ello “el gabinete de guerra de Israel aprueba la operación en Rafah”.(1) En estas últimas horas, han alzado su voz contra Israel y la invasión de Rafah muchos referentes globales, desde Jens Laerke (portavoz de la ONU), Josep Borrell (Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea) y Antonio Gutérrez (Secretario General de ONU), hasta líderes políticos como Jean –Luc Melenchon (La France insoumise) e Ione Belarra (Podemos).

El martes 7 de mayo, la Relatora Especial de la ONU para los DDHH en los Territorios Palestinos Ocupados, la doctora Francesca Albanese, presentó su informe “Anatomía de un genocidio”, en español para la audiencia latinoamericana.

Por si fuera poco, ahora mismo se multiplican las protestas de judíos en Tel Aviv a favor del cese del fuego, la liberación de los rehenes israelíes, la aceptación del acuerdo con Hamás y contra la masacre de civiles palestinos.(2) Quedó fuera de la entrevista también el comunicado firmado por varios congresistas estadounidenses (republicanos) que amenazaron  a jerarquías de la Corte Penal Internacional, si emitían órdenes de captura contra altos integrantes del régimen de Netanyahu.(3)

En el largo aliento, el contexto que estimuló a conocer y difundir la mirada de la embajadora palestina Nadya Rasheed, más allá de que se compartan o no sus dichos, es la cancelación sistemática, el silencio, o muchas veces la ignorancia de los principales medios de comunicación  uruguayos sobre la situación histórica previa a los condenables sucesos del 7 de octubre de 2023. Se trata de un proceso mucho más extenso que los 76 años que se suelen mencionar,  e involucra una ideología que dio base al apartheid, al sionismo violento y al supremacismo actuales. 

Una vez más habrá que repetirlo: ser antisionista  no implica en absoluto ser “antisemita” (hablamos aquí contra el sionismo que utiliza el terror y la limpieza étnica, porque alguien podría argumentar que existe otro, que buscaría un lugar propio sin sacrificar a sus vecinos).

Cualquiera que intente conocer algo de esa historia debería comenzar por el esclarecedor artículo de Mar Gijón Mendigutía, publicado originalmente en The Conversation, y luego difundido por el portal de National Geographic: “Israel y Palestina: ¿cómo y cuándo comenzó el conflicto?”.(4)

El contexto reciente podría resumirse en estos términos. La Corte Internacional de Justicia (CIJ), a iniciativa de Sudáfrica, lleva a cabo un juicio por genocidio contra Israel. Notables personalidades judías de todo el mundo han levantado el lema “No en nuestro nombre”, para pedir la paz y el respeto de los derechos de los civiles gazatíes y cisjordanos: Nancy Fraser, Norman Finkelstein, Noam Chomsky, Ilan Pappé, Edgar Morin o Jeffrey Sachs, hasta grupos religiosos antisionistas como Neturei Karta, entre muchas otras personalidades y organizaciones.

En un artículo próximo examinaremos las condiciones que deben cumplirse para lanzar una acusación de genocidio. Pero a cuenta de esos desarrollos y de identificar ciertos negacionismos al respecto, mencionemos los esclarecedores dichos de una autoridad como Luis Moreno Ocampo, ex fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (que juzga personas individuales y no naciones enteras como la CIJ). Según el experto:

“Hay algo muy claro. El propio sitio de Gaza es exterminio y persecución. Es un crimen contra la humanidad y es una forma de genocidio. La Convención [para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio], Art. II c y Art. VI,  define que no es necesario matar gente para cometer genocidio. La norma dice que infrigir condiciones para destruir un grupo, ya es un genocidio. Eso es muy claro. Israel impone un sitio. Y [en cuanto] a las intenciones de destruir un pueblo… muchos funcionarios del gobierno de Israel están expresando intenciones genocidas. Por eso es fácil decir y acreditar que Israel está cometiendo un genocidio en Gaza, apenas con el sitio. Entretanto, cada bombardeo, cada una de las muertes, debe ser debidamente investigado. Pero  ya dejamos claro que el propio sitio es un genocidio”. (6) (7)

En febrero de este año, Ofer Cassif, judío y diputado por la coalición judío-árabe Hadash-Taal que apoyó la acusación de genocidio contra Israel, estuvo a punto, por pocos votos, de ser expulsado del parlamento israelí.

En el Uruguay, Cassif fue entrevistado por el programa Macondo, asociado al canal Caras & Caretas de Youtube, por los periodistas Inna Afinogenova, Leandro Grille y Marco Teruggi. Llama la atención que ese canal de Youtube, que hace periodismo de investigación desde posturas de izquierda, sea la segunda vez que padece un hackeo en pocos meses y ahora deba transmitir por Canal Región de esa misma plataforma.

En América Latina, piden el cese del fuego y de la hambruna impuesta por Israel a los gazatíes, con distintos énfasis, presidentes como Lula da Silva, Gabriel Boric, Andrés Manuel López Obrador. Por su parte Gustavo Petro, presidente de Colombia, rompió relaciones con Israel. Más allá del veto de los EE.UU. en las Naciones Unidas, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, junto a Irlanda y Noruega, impulsan el reconocimiento del Estado de Palestina.

Todos ellos han sido ofendidos con cierta desgastada palabra repetida mil veces. ¿Cómo debería responderse a la falaz acusación de “antisemitismo” ante cualquier denuncia contra los crímenes cometidos por Israel contra civiles palestinos?

Pero, a su vez, ¿los palestinos apoyan las acciones violentas contra los israelíes?

Por otra parte, ¿se ha comprendido en forma cabal el conmovedor apoyo que en todo el mundo han demostrado los judíos disidentes, a favor de la causa Palestina y en contra de las prácticas genocidas de Israel, basadas en una mirada supremacista y racista, y el sostenimiento de un sistema de apartheid? (5)

Planteamos esas y muchas otras interrogantes  a la señora Nadya Rasheed, Embajadora del Estado de Palestina en el Uruguay, con el apoyo de un cuestionario por escrito como disparador de sus reflexiones y en intercambios digitales de ida y vuelta.

Agustín Courtoisie (AC): ¿Cuál es su trayectoria profesional?

Embajadora del Estado de Palestina, Nadya Rasheed (EPNR): Soy diplomática palestina de carrera con más de veinte años de experiencia. Tras graduarme en la universidad, comencé mi carrera en la ONU en el equipo diplomático palestino. Mientras trabajaba, hice un máster en la Universidad de Columbia en derechos humanos y política de seguridad, con especialización en asuntos humanitarios.  Llevo tres años en Uruguay. Este es mi primer puesto como embajadora y tengo que decir que ha sido un lugar perfecto. La gente es amable, el país es hermoso. Los valores y el espíritu del pueblo uruguayo me recuerdan a mi gente.

Tengo tres hijos que viven aquí conmigo. En mi tiempo libre, que últimamente no es mucho,  estudio español, hago yoga y leo. Uno de mis autores favoritos es Rashid Khalidi, quien además fue mi mentor en la Universidad de Columbia. Ha escrito grandes libros, como 100 años de guerra en Palestina y un libro sobre la identidad palestina. También recomiendo los libros de Edward Said e Illan Pappe, historiador israelí.  Ahora estoy leyendo Casas de sal, de la autora palestina Hala Alyan, una novela que narra la historia de tres generaciones de una familia palestina y que pide a los lectores que afronten la más devastadora de las verdades: cuando no puedes volver a casa.

Como la mayoría de los palestinos, el objetivo de mi vida es ver una Palestina libre. Me encantaría ver a mis padres y familiares y todos los palestinos desplazados viviendo en su tierra natal libremente. 

AC: ¿Podría sugerir una imagen que a su juicio refleje la situación actual?

EPNR: Las fotos de destrucción de Gaza son lo que más realmente presenta el momento en el que estamos. Gaza necesitará el mayor esfuerzo de reconstrucción de posguerra desde 1945. El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas estima que la reconstrucción del posgenocidio actual costará entre 40.000 y 50.000 millones de dólares. El nivel de destrucción en Gaza no ha sido igual desde la Segunda Guerra Mundial. Esa intensidad, en tan poco tiempo y la escala masiva de destrucción.

Más del 70% de todas las viviendas han sido destruidas y es necesario retirar alrededor de 37 millones de toneladas de escombros. En comparación, durante la agresión israelí a Gaza en 2014, se retiraron alrededor de 2,4 millones de toneladas de escombros. En general, el nivel de destrucción es tal que el PNUD estima que el índice de desarrollo humano en Gaza… ¡ha retrocedido hasta 40 años!

El índice evalúa factores que incluyen años de avance en la escolaridad, logros educativos, salud y esperanza de vida al nacer… Desde un principio hemos pedido un alto al fuego en Gaza, cada día que pasa nos cuesta vidas, sueños, infraestructura, y reconstrucción…

7 de octubre de 2023

AC: Quisiera saber su parecer acerca de ciertas afirmaciones que han circulado en los medios de comunicación. Se dice que el gobierno de Netanyahu apoyó a Hamás en su momento para desestabilizar las expresiones políticas palestinas más moderadas. También que se desoyeron las alertas tempranas de soldados israelíes el siete de octubre y que hubo demoras difíciles de explicar para llegar al lugar del ataque de Hamás.

EPNR: En primer lugar, los palestinos somos amantes de la paz. No apoyamos la violencia ni mucho menos el asesinato de civiles inocentes. Creemos que la vida es sagrada; la de todos. Y ésta es la postura de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), la única y legítima representación del pueblo palestino. Para realmente entender lo que ocurrió el 7 de octubre y desde entonces, en lo que ahora es un genocidio de siete  meses, creemos que una misión independiente e internacional debe investigar y hacer rendir cuentas a todas las partes responsables de violaciones de derechos humanos. Sin embargo, Israel no quiere. Nunca se ha permitido una misión de investigación internacional independiente, ni siquiera en las últimas cinco guerras contra Gaza.

También ha impedido que periodistas internacionales ingresen en Gaza para documentar las atrocidades cometidas, la matanza de civiles palestinos,  hombres, mujeres, ancianos y niños,  y la vasta y deliberada destrucción de infraestructuras civiles,  convirtiendo a Gaza en inhabitable. Más de ciento setenta periodistas han sido asesinados. Han cortado la electricidad, Internet y todas las comunicaciones, haciendo casi imposible transmitir los crímenes del genocidio de Israel contra Gaza. Lo que se ha podido ver es tan sólo un mínimo de lo que está ocurriendo. 

Es importante aclarar muchas de las falsedades que los israelíes han dicho a los medios de comunicación, las cuales son 100% mentira. Esta ha sido una táctica utilizada una y otra vez. Difundir falsedades, sin ninguna prueba, para deshumanizar a los palestinos y justificar sus crímenes. Por ejemplo, la decapitación de cuarenta bebés o la quema de personas vivas… Nada de eso ocurrió.

Esto no quiere decir que no se hayan cometido crímenes, pero de ahí a calificar a todo un pueblo como “subhumanos”, “animales” o “terroristas”... Todos los hombres, mujeres, niños y bebés palestinos son presa fácil para el gobierno israelí porque son una amenaza demográfica, porque son palestinos. Esto no es una guerra. No es un conflicto, es un genocidio. Somos un pueblo bajo ocupación, sin ejército y sin libertad. Mientras que Israel tiene uno de los ejércitos más poderosos del mundo, es una potencia nuclear y cuenta con el apoyo de Estados Unidos.

El terror es el terror. Si la violencia israelí está organizada e institucionalizada como para hacer volar un edificio entero y lanzar bombas contra cientos de personas y niños, no significa que no sea terrorismo. Tampoco podemos olvidar las acusaciones sin pruebas sobre la UNRWA, con el objetivo de que los donantes dejaran de financiar a la organización humanitaria de la ONU.

También mintieron al afirmar que los hospitales en Gaza eran utilizados por grupos palestinos como centros de mando y así justificaron sus ataques. Repiten una y otra vez que tienen el ejército más moral del mundo mientras los soldados publican videos en redes sociales burlándose de madres que perdieron a sus hijos, mostrando lencería femenina, violaron sexualmente a mujeres y hombres palestinos, incluidos niños, jactándose de matar niños y muchos otros comportamientos inauditos. Gracias a sus actos, el mundo ha visto la verdad.

Piensen que sólo en doscientos días, treinta y cinco mil palestinos han sido asesinados, el 70% eran mujeres y niños. Quince mil niños muertos, setenta mil heridos, veinte mil huérfanos, muchos mutilados… Casi 2,2 millones de palestinos se están muriendo de hambre. Israel está causando la hambruna como un arma de guerra. Más del 60% de la infraestructura civil está destruida, escuelas y hospitales. Se han encontrado fosas comunes. El pueblo palestino ha sido castigado colectivamente de las formas más crueles. 

Israel ha violado todas las leyes, ha cruzado todos los límites morales, amenazando a toda la humanidad. Veintisiete niños han muerto por desnutrición. Más de ocho mil desaparecidos, entre ellos cuatro mil niños. Un millón novecientos treinta mil de desplazados. Cuatrocientos noventa trabajadores de la salud asesinados. Treinta y dos hospitales inoperativos… Esto es cruel, esto es una barbarie. 

Las mujeres son sometidas a cesáreas sin anestesia. Los niños literalmente mueren de dolor por sus heridas. Somos testigos de lo más bajo de la humanidad y no podemos normalizarlo. Israel está reescribiendo el derecho internacional en su beneficio pero así no es como funciona, y finalmente, el mundo está despertando y cuestionando por qué Israel sigue cometiendo estos crímenes contra la humanidad sin afrontar ninguna consecuencia. La víctima no es sólo el pueblo palestino, también lo es el derecho internacional. Estamos ante una amenaza global. Una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. 

AC: ¿Qué permitiría verificar estas informaciones?

EPNR: Las investigaciones  llevadas a cabo por Le Monde, Snopes, y el análisis forense de la Unidad de Investigación de Al Jazeera (I-Unit).

Origen del conflicto

AC: ¿Cuáles son los principales episodios históricos que marcan el conflicto?

EPNR: Anteriormente, mencioné un libro que creo que es esencial leer, 100 años de guerra contra Palestina de Rashid Khalidi. El primer episodio histórico importante es la Declaración Balfour de 1917, la cual prometía al movimiento sionista un “hogar nacional para el pueblo judío” en Palestina.

El problema era que Palestina no era una tierra vacía. Allí había una próspera población árabe palestina con su propia historia, cultura y sociedad. La narrativa de que Palestina era “una tierra sin gente para un pueblo sin tierra” es falsa y el objetivo de su uso era borrar la existencia y la historia del pueblo palestino, sentando las bases para la desposesión y el desplazamiento del pueblo palestino, dando lugar a la colonización, la ocupación y el sistema de apartheid. 

Es claro,  en ese entonces y ahora, que los líderes y organizaciones sionistas pretendían establecer una patria judía en Palestina. Ignorando la presencia y los derechos de la población palestina nativa. Las milicias terroristas sionistas cometieron innumerables masacres y ataques en aldeas y ciudades palestinas, así como actos de ejecución y tortura de palestinos y el robo de sus hogares y tierras.

Esta fue una característica común en los meses que precedieron a la creación de Israel; así lo expresó en su momento el primer ministro israelí David Ben-Gurion:  “Debemos expulsar a los árabes y ocupar sus lugares”.  Y eso es lo que hicieron… Las milicias cometieron masacres por toda la Palestina histórica, matando a miles de personas y obligando a más de ochocientos mil palestinos a huir de sus hogares, sin derecho a regresar y convirtiéndose en refugiados en su propia tierra. Esto es lo que se conoce como la Nakba: la catástrofe (otro importante episodio histórico). Este acontecimiento dio lugar a la creación del Estado de Israel y al desplazamiento del pueblo palestino. Lamentablemente, hace 76 años que la Nakba continúa.  

En 1967  tuvo lugar la Guerra de los Seis Días. Israel ocupó Cisjordania, Jerusalén Este y la Franja de Gaza. Y más palestinos se vieron obligados a huir, aumentando la cifra de refugiados y quedando toda la Palestina histórica bajo el dominio israelí. Entre 1987 y 1993 se desarrolló La Primera Intifada. Un levantamiento popular, protestas generalizadas, huelgas y actos de desobediencia civil por parte de los palestinos en los territorios ocupados. 

Estos hechos llevaron a los Acuerdos de Oslo de 1993 entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), con el objetivo de lograr una solución pacífica que en un plazo de cinco años debía poner fin a la ocupación y permitir la libertad del pueblo palestino en su propio Estado en el 22% del territorio de la Palestina histórica. Sin embargo, Oslo se tradujo en una mayor pérdida de control y soberanía palestinos.

En este espejismo de paz, Israel amplió los asentamientos ilegales, confiscó tierras y desplazó comunidades palestinas. Actualmente, más de ochocientos mil colonos viven en tierras palestinas, estos colonos son ilegales, estos asentamientos son ilegales en el derecho internacional. De ahí que se haya acusado a Israel de cometer apartheid. Junto con los asentamientos, aumentaron la cantidad de puestos de control y otras restricciones de circulación a los palestinos, alterando su vida cotidiana; por todo esto es que se acusa a Israel de cometer apartheid en los territorios palestinos ocupados.

Los Acuerdos de Oslo fueron una promesa fallida de consagrar un Estado palestino. Por el contrario, se afianzó la ocupación israelí y la fragmentación palestina, perpetuando el sufrimiento y la negación de los derechos del pueblo palestino.

Ahora estamos ante otro momento histórico y el más trágico para el pueblo palestino. Un intento de borrar nuestro pasado, presente y futuro: un genocidio.  Hemos oído a miembros del gobierno israelí decir que “los palestinos están aquí por error y debemos hacer lo que Ben Gurion no hizo en 1948”, una Nakba mayor. No lo dicen en reuniones a puerta cerrada, lo dicen públicamente y con orgullo. Sin embargo, muchos siguen sin querer abrir los ojos ante el horror desatado contra el pueblo palestino.

¿Antisemitismo o genocidio?

AC: Benjamin Netanyahu ha citado al profeta Samuel cuando habla del pueblo de Amalek, rival histórico de Israel, para justificar la destrucción de los palestinos de toda edad, condición y toda su cultura. Yoav Gallant, Ministro de Defensa de Israel, ha calificado a los palestinos de “animales humanos”. May Golan, Ministra de Igualdad Social, ha dicho que está “orgullosa de las ruinas de Gaza”. ¿Cómo dar la batalla cultural ante los grandes medios de comunicación que justifican u ocultan una y otra vez semejantes atrocidades? ¿Cómo discutir con quienes ven el terrorismo solamente en Hamás pero no lo perciben en la política de Israel?

EPNR: Es parte de un proceso de deshumanización iniciado por el gobierno israelí desde hace décadas. Dirigiéndose a Occidente, Israel se refiere a los palestinos como seres infrahumanos y bárbaros, a quienes hay que desarraigarlos y borrar su memoria. Israel se alía con cualquier potencia que le permita llevar adelante este objetivo. Es asombrosa, hasta para nosotros los palestinos, la poca empatía de la sociedad israelí hacia los palestinos que masacra y tortura.

La gran mayoría de las organizaciones de derechos humanos más respetadas, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, incluso organizaciones israelíes, la ONU y sus expertos, se han referido repetidamente a la crisis de derechos humanos contra el pueblo palestino como una de las formas más crueles de represión. Se han documentado abusos contra los derechos humanos como, entre otros, homicidios, desplazamientos forzados y uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos. La expansión de los asentamientos y el bloqueo ilegal durante 18 años de la Franja de Gaza, y los más de 2,2 millones de palestinos que viven allí, han provocado el sufrimiento  y privaciones generalizadas.

Es preciso recordar que la ocupación es intrínsecamente violenta y la única forma de mantenerla es mediante esa violencia. Los derechos humanos son universales e indivisibles. Todas las personas,  sin distinción por nacionalidad o etnia,  tienen los mismos derechos en virtud del derecho internacional. Pero por alguna razón, Palestina siempre ha sido la excepción. Los derechos humanos de los palestinos también deben respetarse y protegerse… como los de cualquier otro pueblo. 

Numerosas organizaciones y personas de la esfera internacional han intervenido para detener el genocidio en Gaza; desgraciadamente sin éxito. Los estudiantes, activistas y profesionales judíos han sido algunos de nuestros más firmes aliados y defensores frente al genocidio. 


Israel utiliza las acusaciones de antisemitismo para silenciar las voces palestinas y las críticas a las acciones israelíes en Palestina. Israel y sus defensores frecuentemente acusan de antisemitismo para desacreditar y silenciar a quienes critican las políticas israelíes, a quienes defienden los derechos y la autodeterminación de los palestinos. Estas acusaciones de antisemitismo amenazan la libertad de palabra y de expresión, impidiendo el debate y el diálogo. La instrumentalización del antisemitismo como estrategia para acallar las voces palestinas y las críticas las acciones de Israel en Palestina le quita seriedad al antisemitismo en sí mismo. Asimismo, perjudica los esfuerzos por lograr una solución justa y pacífica del conflicto palestino-israelí. No es antisemita criticar las acciones de un gobierno. Israel es un Estado; no una religión. 

En el marco de las protestas estudiantiles en universidades de Estados Unidos contra la complicidad de este país y sus instituciones académicas en el genocidio de Gaza y la ocupación ilegal de Palestina, Amnistía Internacional ha expresado que “no es de extrañar que tantos estudiantes se sientan obligados a protestar. Todos los Estados deben respetar y garantizar el derecho de reunión pacífica, suspender inmediatamente las transferencias de armas a Israel y pedir un alto el fuego ya. Criticar las acciones del gobierno israelí no es en sí mismo antisemita y no debe utilizarse como pretexto para acabar con la disidencia”.

Criticar a Israel no se puede criminalizar de esta manera. Al fin y al cabo no es más que otro país que tiene que acatar el derecho internacional, cosa que no hace, y se escuda en el antisemitismo. Eso es inaceptable. Sí, criticamos a Israel, y muy alto, porque los asesinatos en masa no representan a ningún credo.

Uruguay también sufre

AC: Un estudiante de una facultad pública fue suspendido por colocar carteles mostrando una niña gazatí con la cabeza vendada, mirando a la cámara, junto a la frase “Sionista, te estamos mirando”. La acusación de “antisemitismo” también habilitó la denuncia contra cinco militantes feministas por una performance artística con un “cabezudo” (muñeco tradicional de los desfiles del carnaval uruguayo) que representaba al sionismo en la marcha del 8 de marzo.

En varias ocasiones ese  grupo había reiterado su slogan: “Nunca antisemitas, siempre antisionistas”. Por otra parte, existen varios estudios sobre la temprana creación y consolidación –de grupos judíos de “autodefensa” en el Uruguay. El exdiputado Fernando Amado dedicó un capítulo entero de su libro Mandato de sangre. El poder de los judíos en el Uruguay(2012) a Bitajón, la organización que de modo discreto defiende a la colectividad  judía en nuestro país. ¿Cuál debería ser la estrategia para proteger de acusaciones infundadas a quienes se solidarizan con la causa palestina y a sus propios miembros?

EPNR: Admiro al pueblo uruguayo precisamente por eso, porque sale a la calle y alza su voz por las causas del mundo, entre ellas la justa causa de Palestina. Uruguay es un país respetuoso de los derechos humanos y de su aplicación en todas las facetas de la vida de sus ciudadanos. Por eso, es de suma importancia para nosotros ver y sentir este apoyo. Lamento mucho que algunos estudiantes o personas se hayan sentido en peligro o en una situación difícil por alzar su voz por Palestina. Lo siento mucho… Pero cuando hablamos de temas difíciles, este tipo de reacciones se pueden dar.

Ahora mismo estamos viendo cómo se quiere silenciar a estudiantes en Estados Unidos y también en Europa. Estudiantes que piden el alto el fuego, el fin del genocidio y la desinversión en Israel… Porque no quieren ser cómplices de un genocidio.  Creo que es muy importante volver a distinguir entre lo que son críticas a las políticas y acciones del gobierno israelí y las expresiones de antisemitismo. 

Todos debemos luchar contra el antisemitismo, del mismo modo que debemos luchar contra todo tipo de odio y discriminación. Las críticas a las políticas israelíes deben evaluarse en función de sus méritos, y deben cuestionarse los esfuerzos por suprimir el debate y la disidencia legítimos. La libertad de expresión y el derecho a criticar las políticas gubernamentales son principios fundamentales de la democracia y los derechos humanos.

Atacar a Israel por sus acciones que violan toda decencia humana debe estar permitido. Las entidades que atacan las voces libres uruguayas se le debe de llamar la atención  por causar daño a individuos que simplemente tienen derecho a defender la causa con la que se identifican, y no se debe permitir que intimidan a nadie.

Final incierto

AC: En el correr de los días durante los cuales formulo estas interrogantes, Irán ha hecho una demostración controlada de fuerza sobre objetivos militares en territorio israelí, en represalia por el ataque a su consulado en Damasco.  Sin embargo, algunos embajadores israelíes han negado que su país haya atacado el consulado iraní. Por su parte, se ha informado que Israel atacó a Irán, por ahora sin víctimas mortales. ¿Cómo imagina la evolución de estas tensiones en Medio Oriente y, en particular, qué piensa que pueda ocurrir con la población palestina, sobre todo en los territorios de Gaza y Cisjordania?

EPNR: Obviamente no queremos que el conflicto se amplíe. Somos un pueblo que ha sufrido mucha represión y pérdidas debido a la agresión de larga data de Israel, la cual se extendió por Medio Oriente. Es importante y necesario que la comunidad internacional tome medidas concretas que obliguen al Estado ocupante y al apartheid a respetar las órdenes provisionales y adicionales de la Corte Internacional de Justicia.

Asimismo, el Consejo de Seguridad también debe accionar contra un Estado que está cometiendo un crimen de guerra tras otro. Los palestinos necesitamos paz, pero nunca la tendremos si persiste la ocupación, los ataques, los robos de nuestras tierras y si nos siguen negando la libertad.

Para que haya paz, Cisjordania y Gaza deben unirse geográfica y políticamente. Los diecisiete años de bloqueo israelí de la Franja deben terminar. Los colonos terroristas deben abandonar nuestras tierras. Los refugiados palestinos deben poder regresar a sus hogares. También debe haber justicia, Para que todos podamos vivir en paz debe haber justicia. Todos nos lo merecemos, se lo debemos a nuestros hijos. 


REFERENCIAS

(1) France 24 (6/05/2024). Recuperado 7/05/2024: https://www.france24.com/es/medio-oriente/20240506-israel-llama-a-evacuaciones-en-el-este-de-rafah-ham%C3%A1s-operaci%C3%B3n-en-el-sur-de-gaza-amenaza-conversaciones-de-tregua 
Ver también Infobae (7/05/2024). Recuperado 7/05/2024: https://www.infobae.com/america/mundo/2024/05/07/se-reanudaron-en-el-cairo-la-negociacion-entre-hamas-y-los-mediadores-de-eeuu-qatar-y-egipto/

(2)  Voice Against War. Recuperado 7/05/2024: https://www.instagram.com/reel/C6rSSlUNj_S/?igsh=MXEwZDZpNHRlcnVoMg==

(3) Hispan TV (4/05/2024). https://www.hispantv.com/noticias/ee-uu-/583850/senadores-estadounidenses-amenazan-cij-venganza-fallo-israel 
Ese mensaje intimidatorio tiene claros antecedentes. Ver el artículo de Stephen Zunes en Institute for Policy Studies (17/08/2004). Recuperado:  https://ips-dc.org/attacks_against_the_world_court_by_bush_kerry_and_congress_reveal_growing_bipartisan_hostility_to_international_law/

(4) Mar Gijón Mendigutía (12/10/2023). En The Conversation. “Israel y Palestina: ¿cómo y cuándo comenzó el conflicto?”. Recuperado 7/05/2024: https://theconversation.com/los-origenes-del-conflicto-palestino-israeli-215284
Ver también National Geographic (4/04/2024). Recuperado 7/05/2024: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/israel-palestina-como-cuando-comenzo-conflicto_20332

(5) Carter, Jimmy (2006). Palestine: Peace Not Apartheid. Simon & Schuster.

(6) Moreno Ocampo, Luis en Instagram. Recuperado: 7/05/2024. https://www.instagram.com/reel/C3nWLUDOAqj/?igsh=MW1oNnFkejczN3lwOQ==

(7) Naciones Unidas (1948). Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (entrada en vigor en 12 de enero de 1951). Recuperado 7/05/2024. https://www.icrc.org/es/doc/resources/documents/misc/treaty-1948-conv-genocide-5tdm6h.htm

FOTOGRAFÍAS
Embajada del Estado de Palestina en el Uruguay
https://www.reuters.com/pictures/death-destruction-ruins-gaza-2024-02-28/

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