¿DIGNIDAD ARRIBA?...
¿Cómo es posible que en un estado de derecho se utilice la sede presidencial para llevar a cabo una reunión clandestina -con instrucciones expresas de acceder “por la puerta del garaje”-, convocada por el presidente de la República, a través de un asesor mano derecha del mismo, e instigador necesario para que se cometa un delito?
Preguntas con respuestas… Sólo a la justicia le compete pronunciarse con todas las garantías correspondientes.
Sin perjuicio de ello, nosotros, los ciudadanos tenemos la legitimidad, el derecho y las razones suficientes para sospechar que el poder narco ha carcomido las más altas esferas del gobierno y que el presidente es responsable último -o primero- de estos hechos.
Si además está implicado en delitos graves, como corresponde a derecho, deberá ser probado y de ser así, las consecuencias recaerán con todo el peso de la Institucionalidad sobre él.
El tiempo y la Justicia lo dirán, aunque los indicios que comienzan a salir a la luz se configuran con indiscutible contundencia. Las mentiras siempre retumban y tienen sus consecuencias.
En esta patria, nadie es más que nadie, aunque para algunos haya quedado lejos y olvidado, como si fuese un viejo trasto aquello de la “Dignidad arriba y regocijo abajo".