Aquel lejano 27 de junio de 1973, 2da parte

Columnas 11 de julio de 2023 Por William Marino
Ya pasó el 27 de junio del 2023. Ya pasaron los cincuenta años de la toma del poder por parte de las hordas fascistas, militares y civiles. Los militares pusieron las armas, los civiles el dinero, contra un pueblo que lo único que tenía era Organización. Los grandes medios de comunicación de hace 50 años, apoyaron el golpe.
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Los tres canales de TV; la prensa, con el diario caganchero a la cabeza, las radios. Todos ellos no solo cantaron loas al poder militar y policial que mataba y torturaba jóvenes estudiantes como lo eran Liber Arce, Susana Pintos, Hugo de los Santos, Ramon Pere, Walter Medina y tantos otros. Sin olvidarnos de los ocho comunistas asesinados en el seccional 20, ni las chicas de abril, todos ellos civiles desarmados. Solo pensaban diferente a los fascistas de aquel entonces. Solo luchaban por sus ideas. A la paraguaya Soledad Barret, las bandas fascistas, la raptaron y le grabaron con cortes de Gillette dos esvásticas en ambas piernas. Los grandes medios de comunión poco y nada comunicaron. 

   Las leyes están para que se respeten. Sabias palabras. En 1962, en el norte, allá donde juntan los ríos Cuareim y el Uruguay, allí donde estaban y están las plantaciones de caña de azúcar, comienza a florecer un nuevo movimiento sindical la Unión de Trabajadores de Azúcar de Artigas (U.T.A.A.).  Ni el estado, ni los dueños de los ingenios azucareros los escuchan. Ellos solo querían trabajar jornadas de ocho horas descansar un día por semana, que sus niños pudieran ir a la escuela, vivir en casas decentes, no entre matorrales. Esto estaba en la Constitución y en las leyes del país, que hay que respetar. Pero solo le dieron palo y prisión por retobados. Los mismos que después dijeron que el trabajador NO respetaba las leyes. Estos al igual que los trabajadores de tambos, los remolacheros, trabajadores de los frigoríficos, textiles del interior realizaron marchas a pie en reclamo de sus derechos. Pero la ‘’clase política’’ que es la que hacía y hace las leyes NO escuchaba. Estaba en otra, Tenia que hacer cumplir los dictados de F.M.I., tenía que seguir con la ley de autos baratos, con sus jubilaciones de privilegio, con el 383. Se subvencionaba a la prensa y a todos los medios de comunicación si estos le eran fieles y obsecuentes. Seguro que, en los años 60, los tambores de guerra de la clase obrera, sonaban fuerte. El obrero, el trabajador y el empleado quería vivir como ser humano, no en los pueblos de rata del interior de país o en los cantegriles de Montevideo, hoy llamados asentamientos.  La derecha, los empresarios, los terratenientes, los banqueros, el poder político, comenzó a ver que el trabajador se unía y organizaba. Tomaba conciencia de la unidad de clase y de una frase de Artigas: ‘’nada podemos espera esperar, sino de nosotros mismos’’.

    La lucha nunca fue fácil para los pueblos del mundo entero. No solo se los quería incitar al odio entre sí, sino que los querían enfrentar unos contra otros. Algo que no debemos nunca de olvidar es de una consigna de 1958: ‘’Obreros y estudiantes UNIDOS y ADELANTE’’.  Esa consigna nace fruto de la lucha unitaria de obreros por aumento de salario y los estudiantes que luchaban por su autonomía universitaria. En ese mismo año el partido nacional, ganara las elecciones, luego de 93 años alejados del mismo, fruto de la unidad con algunos colorados de extrema derecha, como Benito Nardone.  El país se hallaba con su producción estancada y el comienzo de una inflación galopante que llegaría a los tres dígitos en poco tiempo. El nuevo gobierno solicitara un préstamo al F.M.I., en condiciones nefasta para el pueblo trabajador. Su ministro de Hacienda, el contador Eduardo Azzini, dirá en más de una oportunidad que una “familia tipo” puede vivir con ¼ kilo de tallarines por día. Junto a estas políticas represivas y regresivas hacia el pueblo, comienzan a surgir por esa época las distintas bandas fascistas armadas, capitaneadas por personajes como lo fueron entre otros: Nicolas Bols, el manco Ulises, el americano, Bardesio, Miguel Sofia, Gidobono, Mario Benites. Muchos de estos integraran los cuadros policiales y/o militares para atemorizar, torturar y/o matar. Esto no estaba en la constitución, sin embargo, cuando la policía trae para enseñar métodos especiales de tortura, este se instalará en el segundo piso de la jefatura de Montevideo, dicho personaje es Dan Mitrione, funcionario de la CIA y el FBI. Esto tampoco está en la constitución, sin embargo, el estado trae y apaña a estos personajes. Tal vez por eso la reacción de muchos jóvenes de la época no se hizo esperar. Aunque fui parte de esos otros jóvenes que no respondimos con las armas, pero si con organización. Por eso no creemos en la teoría, Sanguinetista, de los dos demonios. El pueblo organizado, ya sea políticamente, socialmente y sindicalmente por un lado y por otro las grandes patronales, los dueños de inmensas extensiones de campos, los dueños del gran capital, la banca y los grandes medios de comunicación. En los medios de comunicación, prensa, TV y radio, en su inmensa mayoría apoyaron sin ningún tapujo a los golpistas. Sera por eso que el 9 de julio, cuando se realiza la llamada manifestación por la Libertad o “a las cinco en punto” y en la represión al pueblo que realizaba una manifestación pacífica, también emprenden una aventura canallesca contra uno de los pocos medios de prensa que se manifestaba contra el golpe de estado. Ese día a las 19 horas, una tanqueta del ejercito destruye la puerta principal y las hordas fascistas entran en tropel, al grito de “comunistas hijos de puta”. destruyen todo a su paso, llevándose a unas 140 personas trabajadores de dicho diario. La inmensa mayoría estaba en el segundo piso y fueron tirados por las escaleras hasta la planta baja, luego los militares, los policías y los civiles integrantes de la JUP, se robaron todo lo que pudieron. Pero aquí viene lo mas interesante. En 1973 nada dijeron porque la censura no se los permitía. 50 años después esos mismos medios de comunicación, que tanta gárgara hacen con la “libertad de expresión”, no mencionan para nada este hecho, pero si pretenden aparecer como los campeones de la Democracia. Aparecen preguntando como vivieron aquellos días a quienes saben que apoyaron a la dictadura solapadamente y sin ningún tipo de protesta. El cinismo cunde en muchos medios de comunicación, pero, así es la derecha.

                                       WILLIAM  MARINO                [email protected]

           

            

      

   

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