Continuando con la serie de artículos que he publicado para dejar a disposición de los eventuales concursantes, y de los lectores en general, les presento en esta entrega un trabajo realizado por el Profesor Álvaro Fernández Etchart, quien me honra con su amistad, es un destacado colega con una trayectoria relevante en la Educación.
27/01/2025 Álvaro Fernández Etchart
El Profesor Fernández es egresado del IPA, donde compartimos nuestra formación de base, fue profesor efectivo de filosofía en Educación Secundaria, Director, Inspector de institutos y Liceos, Profesor de Ciencias de la Educación en Formación Docente, Sub Director del Ipa. Autor de varios artículos filosóficos entre otras tareas relevantes, Su destacada trayectoria excede las posibilidades de esta breve presentación, Igual que los trabajos anteriores de mi autoría, este artículo presenta un posible curso para desarrollar los temas de filosofía de la educación en el concurso de Educación Primaria. No pretende ser un planteo ortodoxo, sino, algunas ideas para seguir pensando juntos.
Área: Filosofía de la Educación.
Tema: Presente el campo problemático de la filosofía de la educación en el marco de la formación de educadores y reflexione sobre la importancia de la actividad filosófica para el análisis de las prácticas educativas situadas en un orden social. Para resolver esta consigna, conceptualice teniendo en cuenta la bibliografía sugerida y presente su perspectiva argumentada en torno al tema.
Para referirnos al campo de la filosofía de la educación como un campo problemático y en construcción permanente, antes debemos hacer algunas consideraciones sobre qué es la filosofía, de qué se ocupa, que características tiene el saber filosófico y cuál es su relación con la educación. Para luego ocuparnos del campo problemático de la filosofía de la educación.
El tema es complejo y tiene muchas aristas, no todas claras ni determinadas, se trata de un tema de actualidad, sujeto a los avatares de la realidad, en permanente cambio y construcción; por eso nos ocuparemos de algunas de sus problemáticas, ya que resulta imposible ocuparse de la totalidad.
Podemos comenzar con algunas caracterizaciones del saber filosófico para luego vincularlo con la educación.
Etimológicamente filosofía significa “amor a la sabiduría”, pero no se trata de un sentimiento sino de una búsqueda y de un intento de comprensión de la realidad en su complejidad, esencia y totalidad. La Filosofía se ocupa de la realidad, de toda realidad y la educación es un fenómeno de esa realidad, por consiguiente, la Filosofía también se ocupa de la educación directa o indirectamente. Los filósofos desde siempre se
ocuparon y reflexionaron sobre la educación, antes de que se hablara de pedagogía como ciencia, los filósofos ya discutían y trataban los problemas educativos.
Algunas conceptualizaciones de filosofía:
Platón dice que la filosofía es un saber racional acerca de lo permanente y esencial.
Kant lo presenta como un conocimiento crítico y racional.
Hobbes señala que es un conocimiento de las cosas por sus causas y fundamentos.
Marx concibe a la filosofía como transformación de la realidad.
Heidegger dice que es el extraordinario preguntar acerca de lo extraordinario
Ortega y Gasset la concibe como conocimiento del mundo y de todo cuanto hay en él, se ocupa de la realidad.
Como puede verse no existe una única conceptualización, cada época, cada realidad, cada postura, cada filósofo, enfatiza algunos aspectos, pero lo que es permanente, es el filosofar “se podrá filosofar o no filosofar; pero para no filosofar, hay que filosofar”; parece que no se puede escapar de ella, es un conocimiento universal, que busca el saber, no lo posee, desea el saber (por eso es amor). El filosofar requiere un saber, pero es también una actitud, es una forma de ser de estar. No se puede pensar la filosofía fuera de su tiempo, de su época o de su sistema.
La Filosofía es un saber que busca los fundamentos y a la vez los cuestiona, es un saber radical porque va a la raíz de las cosas. Es una interpretación de la realidad, del ser, de todo lo que hay, de lo que existe y de lo que sucede. Otras características del saber filosófico son: es universal, metódico, racional, crítico, problematizador, radical y trascendente.
Dentro del saber filosófico podemos encontrar diversas ramas o disciplinas: Ontología (estudia el ser), Epistemología (estudia el conocimiento), Axiología (los valores), Estética (reflexión sobre la belleza y el arte), Antropología filosófica (el ser humano), Ética (reflexión sobre lo moral), Filosofía de la educación (el fenómeno educativo como cuestión filosófica) y otras. La filosofía de la educación como rama de la Filosofía comparte sus características y también las características del saber sobre educación.
Nos detenemos en esta última porque establece las relaciones entre educación y filosofía. Podríamos establecer tres tópicos: Filosofía y educación, Filosofía sobre la educación y Filosofía de la educación.
Filosofía y educación tienen múltiples relaciones; históricas, en el sentido de que cada una de ellas tiene su historia y en parte es concebida por ella; sistemáticas, cada
concepto de educación tiene que ver con concepciones filosóficas del mundo, y contextuales, cada una es hija de su tiempo y contexto.
Filosofía sobre la educación podría entenderse como la aplicación de características, conceptos, temas, esquemas de pensamiento y teorías filosóficas a la educación. Por ejemplo, el sistema educativo propuesto por Platón (afín a su teoría), un sistema educativo medieval basada en la postura y actitud cristiana.
La Filosofía de la educación, toma a la educación como punto de partida, trata temas educativos que tienen que ver con temas filosóficos. Temas que también son de la Pedagogía, de las Ciencias de la educación y de la Antropología educativa, pero el abordaje, la mirada, la perspectiva, la actitud e interpretación está permeado por un pensamiento filosófico. Mirar la realidad filosóficamente es mirarla de otra manera que va más alla de lo visible, de lo comprobable, de lo metódico y hasta de lo imaginable. Todo puede ponerse en cuestionamiento, entre paréntesisis, hasta lo que parece natural, común y obvio. Poniendo énfasis en las preguntas más que en las respuestas, en la actitud crítica más que en los resultados, en la metodología reflexiva más que en la científica, en la apertura hacia nuevos ámbitos, contexto, realidades, hacia una actitud frente al mundo y la vida.
García Amilburu (2017) refiriéndose a la necesidad e importancia de la filosofía de la educación tanto para filósofos, como para docentes, como para los estudiantes y la sociedad toda sostiene que “En el marco de un contexto que pretenda ser formativo, una educación sin Filosofía sería miope, y la Filosofía de la Educación que no tuviera como referente principal incidir positivamente en las prácticas educativas concretas resultaría estéril.” (p. 9)
“Es preciso que profesores adquieran una mayor familiaridad con la rica tradición de contenidos y procedimientos filosóficos que son relevantes para el buen ejercicio de su trabajo, del mismo modo que se esfuerzan por mejorar los aspectos prácticos y técnicos de su profesión. Los educadores han de realizar su labor con una perspectiva amplia, que, sin atender exclusivamente a los requerimientos urgentes del presente inmediato, tenga en cuenta las consecuencias de sus acciones a medio y largo plazo. Se precisa una visión que conecte el esfuerzo diario con el empeño por construir un futuro mejor para cada uno de los alumnos y para la sociedad en su conjunto. Por eso, si los profesores no cultivaran una actitud filosófica, su trabajo correría el peligro de astillarse en un caleidoscopio de prácticas y técnicas erráticas, sin sentido de la orientación. Y si los filósofos de la educación no se plantean en sus reflexiones los problemas educativos prácticos, reales, no verán fructificar nunca su especulación.” (p. 10)
La misma autora continúa diciendo “La Filosofía de la Educación, como actitud vital y disciplina académica, constituye en la actualidad un área de conocimiento muy
dinámica (…). Aunque, como sucede con cualquier otra disciplina humanística, no sea muy elevado el número de quienes la cultivan, en parte como consecuencia de los recortes presupuestarios que han sufrido los Departamentos Universitarios de las Facultades de Letras en las presentes circunstancias de gobierno economicista de la Educación Superior” (p. 10)
Según Claude Pantillón (filósofo suizo citado por Gadotti 1998) las tareas de la Filosofía de la educación son las siguientes:
Establecer un diálogo con la educación de la actualidad para “reencontrarla, cuestionarla, fecundarla, interpretarla.”
En ese diálogo se discute sobre sí mismo, sobre nuestro ser, sobre la vida y el mundo, la relación con los otros y el futuro (esos son temas de la filosofía que la educación aborda o temas de la educación que se miran también filosóficamente).
Analizar los presupuestos, fundamentos, interrogantes, intereses finalidades de la educación.
Dialogar con la educación significa debatir con ella. Se trata de rescatar la esencia de la educación, el sentido, su valor. Si no encontramos ni analizamos el sentido, la educación se transforma en algo mecánico, rutinario, a expensas de otros intereses, económicos, políticos, sectarios que poco tienen que ver con el crecimiento humano.
Se trata de realizar un análisis crítico de la realidad, de los problemas de esta, de las formas de convivencia, de los problemas del hombre, del futuro, de las nuevas generaciones, los problemas ambientales, de hacer algo por el mundo.
Ver qué hay detrás y en fundamento de las concepciones o corrientes pedagógicas y de las prácticas educativas, el sustrato lo que subyace, que debe ser develado. Se trata de ver la posibilidades y límites de lo educativo.
Analizar temas como: la autoridad pedagógica, la relación docente- estudiante, develar la influencia de las ideologías en las concepciones y prácticas educativas. Vincular todo lo antes dicho con las dimensiones institucionales como generadoras de subjetividad.
Mantener el espíritu del docente siempre alerta, vigilante, para alcanzar un entendimiento cada vez más profundo, más rico de lo qué es la educación y su sentido en la vida de las sociedades, en sus posibilidades y riquezas.
Para Octavi Fullat (1987) la Filosofía de la Educación responde al qué y al para qué de la educación y es inseparable de la Pedagogía. El autor sostiene que las tareas de la Filosofía de la Educación son cuatro:
Analizar el lenguaje educativo. En el sentido de que el lenguaje encierra, manifiesta y describe una concepción. El lenguaje crea manifiesta y crea realidad.
Indicar el sentido general del proceso educador. Hacia dónde va, qué se pretende, para qué está, dirigida por qué valores, etc. Esto es el para qué de la educación, nunca debemos perder el sentido de ella, que está explícito e implícito.
Mostrar la estructura educable del hombre. Partir del ser humano como ser educable desde las consideraciones biológicas hasta sociales y culturales.
Explicar a través de sus finalidades las diversas pedagogías. Refiere a los fines de la educación, implícitos o explícitos. En toda Pedagogía subyacen concepciones filosóficas acerca del ser humano, de su concepción, valores, concepciones del mundo. La Filosofía de la Educación penetra en este esclarecimiento.
Anisio Teixeira (autor brasileño citado por Gadotti 1998), sostiene que la filosofía se traduce en educación y que la educación solo es digna de ese nombre cuando es estudiada con una amplia visión filosófica “La Filosofía de la Educación no es otra cosa que el estudio de los problemas que se refieren a la formación de los mejores hábitos mentales y morales relacionados con las dificultades de la vida social contemporánea” (Teixeira).Sostiene el autor que el docente tiene que se un estudioso de los problemas de la realidad , de lo más embarazosos, tiene que ser estudioso de la civilización, de la sociedad, , tiene que ser estudioso de lo humano, en definitiva, tiene que ser un “filósofo”.
El filósofo argentino Walter Kohan (1996) indica cuatro sentidos de la Filosofía de la Educación.
Como una práctica filosófica. Toda filosofía de la educación presupone una filosofía, sea marxista, existencialista, tomista, pragmática, etc. Aquí es importante la actitud filosófica, desarrollar y mantener una actitud crítica frente a la realidad y sus problemas. Aprender filosofía para aprender a filosofar.
Como una práctica filosófica histórica. Se construyen a través de la historia, sus problemas, preguntas, métodos conocimientos tienen que ver con la historia. Pero también los problemas filosóficos y esenciales tienen vigencia siempre y van retornando de diferentes maneras.
Como práctica teórica. Implica la actividad de filosofar y la praxis educativa sustentada en fundamentos teóricos. Toda práctica implica una teoría. La teoría quía la práctica y es guiada por ella.
Función de resistencia y liberación. La Filosofía de la educación cumple una función elucidadora. Descubrir ideas, creencias, ideologías y valores implícitos. Elucidar los fines de la educación: antropológicos, filosóficos, políticos. Se trata de un análisis crítico de la educación, su sentido y axiología (valores). Elucidar teorías y conceptos
que subyacen en los sistemas educativos y en las prácticas cotidianas de los actores educativos.
A través de las diversas acepciones y concepciones que hemos dado de la relación Filosofía y Educación y de la Filosofía de la Educación, podemos inferir la complejidad, vastedad y lo inabarcable de su campo de estudio. No obstante, podríamos agrupar a modo de síntesis ciertos ejes temático.
Se ocupa los fines de la educación, fines sociales, políticos, filosóficos.
Problematiza el campo educativo como objeto de análisis y reflexión crítica.
Pone énfasis en el sentido y significado de lo educativo, el qué y el para qué.
Esclarece las concepciones de ser humano y de mundo que están implícitas y subyacen en las teorías pedagógicas, en las prácticas, en los discursos, en las instituciones. De alguna manera devela lo que está oculto.
Analiza y propone valores éticos, estéticos, políticos, etc. Lo que constituye la dimensión ética política de la educación.
Analiza las diferentes pedagogías en sus conceptos básicos, fines y prácticas.
Contribuye no solo a interpretar la realidad sino a transformarla (Marx). Fuerte vinculación con las prácticas educativas entendiendo la educación como praxis transformadora.
Se ocupa y preocupa por la relación dialéctica de teoría y práctica, de modo de incidir en la transformación de la realidad.
Toma la enseñanza de la filosofía como herramienta para el pensamiento crítico y la argumentación.
Algunas reflexiones para cerrar
Destacar la importancia y la necesidad de que los docentes tengan formación en Filosofía de la educación, que les permita tener una actitud crítica filosófica de sus prácticas pedagógicas en el accionar cotidiano.
Si el docente tiene una actitud filosófica podrá educar, enseñar, estimular, incentivar la misma actitud en sus estudiantes lo que constituirá un elemento fundamental para la formación de sus alumnos. Tener en cuenta que en las últimas décadas se ha desarrollado una rama de la Filosofía, llamada Filosofía para niños que permite abordar los temas filosóficos con los niños.
Esta actitud permitirá ir agregando temáticas y analizarlas desde una perspectiva innovadora, crítica, esclarecedora. Por ejemplo, la pandemia de Covid-19 es una
realidad que ha movilizado la perspectiva del mundo, de la ciencia y de la vida. Preparar para la incertidumbre puede ayudar a encarar lo que la vida depare. Otros temas como el cuerpo, el medioambiente entrarían en esta categoría, problemas y temas de la vida en la actualidad.
También la posibilidad de imaginar mundos posibles para ello se necesita un pensamiento flexible, una actitud dialógica y comprensiva, propia de un pensamiento filosófico.
No menos importante es como este pensamiento puede contribuir al autoconocimiento, autopercepción y autoestima. No olvidemos la máxima del oráculo del “conócete a ti mismo”. Al conocernos podremos actuar mejor en cualquier ámbito.
En definitiva, para la educación y para la filosofía nada de lo humano debe quedar afuera. La educación y la filosofía deberían ser fuente inagotable, no solo de recursos para la sociedad, sino de humanidad. Lo demás devendrá.
Referencias bibliográficas
Fullat, O. (1987). Filosofía de la Educación. Concepto y límites. https://ddd.uab.cat/pub/educar/0211819Xn11/0211819Xn11p5.pdf
Gadotti, M. (1998). Historia de las ideas pedagógicas. Siglo XXI. San Pablo.
García Amilburu, M. (2017). Prologo del libro Voces de la Filosofía de la Educación. https://doi.org/10.237/ctvtxw3q0.3j
Kohan, W. (1996). Filosofía de la Educación. Algunas perspectivas actuales. https://gredos.usal.es/bitstream/handle/10366/69243/Filosofia_de_la_educacion_Algunas_perspe.pdf;sequence=1
Si a usted le interesa analizar los resultados de las elecciones departamentales según cómo les fue a las listas, a los sectores, a los sublemas, a las “colectoras”, deje de leer porque va a perder el tiempo. De eso no vamos a hablar. Como nos enseñaban, vamos a ir de lo general a lo particular, de lo grande a lo chico.
Emmanuel Kant nació en Königsberg, el 22 de abril de 1724, actualmente, esta ciudad forma parte de Rusia y se llama Kaliningrado; en tiempos de Kant, era una ciudad prusiana con una fuerte tradición académica y filosófica. Falleció el 12 de febrero de 1804 en la misma ciudad. Pese a no haber salido prácticamente de su pueblo, se convirtió en el filósofo más importante de la ilustración.
La controversia se inició con la creación del Consejo de Educación Secundaria en 1935 y la fundación del Instituto de Profesores Artigas (IPA) en 1949. Vaz Ferreira, rector de la Universidad de la República en ese momento, se opuso a la separación de la enseñanza secundaria de la órbita universitaria, argumentando que esto afectaría la formación de los docentes.
El concepto de trabajo enajenado es central en la crítica marxista. En los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, Karl Marx analiza cómo el capitalismo despoja al trabajador del control sobre su producción, convirtiéndola en una fuerza ajena que lo domina. La alienación se manifiesta en cuatro dimensiones: separación del producto, imposición del trabajo, pérdida de la esencia humana y distorsión de las relaciones sociales. Marx sostiene que esta enajenación no es accidental, sino un mecanismo estructural que perpetúa la explotación. Su abolición requiere transformar las condiciones de producción y eliminar la propiedad privada sobre los medios de producción. Esta crítica sigue siendo clave para entender la desigualdad actual.
En la Antesala de la Cámara de Representantes, se dio inicio al ciclo de capacitación “Gobernanza digital: hacia una nueva agenda legislativa”, dirigido a legisladoras, legisladores y sus equipos de trabajo.
La presentación de Monstruo se realizó el 13 de junio en el Espacio Alzáibar de Montevideo. Era un día frío y húmedo. Sin embargo, recibió un público que colmó las instalaciones y prestó mucha atención a una mesa de agudos comentaristas. También se escuchó música en vivo y poemas leídos por el autor, familiares y amigos. Todo culminó con un brindis. No en vano Monstruo (2025) es el segundo libro de Mauricio Yacusa (Durazno, 1970), artista plástico, fotógrafo y escritor, que arriesga nuevos caminos después de Insomnio (2022). Por su parte, Lucía Erlich, autora del prólogo que aquí reproducimos, es montevideana, docente de literatura y vive en la actualidad en Tolhuin, Tierra del Fuego. Argentina.
En el marco de un simposio académico sobre IA, ética y comunicación, el autor analizó ciertos conceptos desatendidos o mal difundidos, discutiendo en particular tres mitos: neutralidad, conciencia e inocuidad ambiental.* Eso no le impidió señalar ciertos emprendimientos de universidades y organizaciones sin fines de lucro que procuran equilibrar la balanza con IA y big data en busca del bien común. Lo que sigue es una desgrabación fiel del audio mediante TurboScribe.ai con mínimos ajustes. **
En los últimos días, integrantes de diversos espacios políticos y sociales, como el FSP, el Grupo de Puebla, COPPPAL, la Internacional Antifascista, la Internacional Progresista, realizaron una invitación a todas aquellas organizaciones de la comunidad internacional "que defienden la democracia y los Derechos Humanos, a expresar su solidaridad y repudio ante la condena y proscripción de Cristina Fernández de Kirchner".
Este artículo inaugura una serie de seis textos dedicados a explorar las concepciones pedagógicas de la modernidad. En esta y en cada entrega posterior, abordaré el pensamiento de uno de los seis autores seleccionados para este trabajo, a quienes denomino los pensadores clásicos de la modernidad.
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